martes, 12 de noviembre de 2013

Sesión Club Friedrich 9 de Noviembre

A las dos semanas de la reunión anterior hemos quedado de nuevo para nuestras partidas de Friedrich. La mañana del sábado 9 de noviembre nos vio a mí, Ringard, Flojic, y JM ante la mesa en la que no tardamos en comenzar a jugar. Yo asumí el control de Prusia, Ringard el de Rusia, Austria estaba en manos de JM, y Flojic jugaba con Francia.

Fui derrotado en nueve turnos. Esta partida, más que ninguna otra, ha demostrado mi talón de Aquiles cuando juego con Prusia: Suecia. Muchos de los que conocen algo el juego valoran Suecia con aseveraciones como "no tiene nada que hacer", "es una cosa ridícula", o "el ladrillo es una inversión segura que nunca baja". Pero lo cierto es que precisamente por considerar a Suecia tan incapaz de lograr una victoria es por lo que es tan fácil despreciarlo, no vigilarlo, y cometer algún error que lleve a una derrota prusiana tan súbita como poco esperada. Mayor es mi culpa porque en mis últimas partidas con Prusia siempre había tenido algún susto con una Suecia que estaba a dos turnos de ganar. Advertido estaba, pero no aprendí.

Todo comenzó en el mismo primer turno, cuando moví el general 8 un espacio más de lo que debería haberlo hecho y mediante este despiste lo expuse a un ataque ruso y lo perdí inmediatamente. Tarde en recomprarlo - cuesta mucho deshacerse de una carta en los primeros turnos - y el general 3 que tenía controlado al sueco enseguida se marchó a hacer lo mismo con Francia. En resumen, que dejé una única pieza - el general 7 - demasiado tiempo contra las 5 de Rusia y Suecia. El ruso me hizo pasar apuros y me estaba acorralando hábilmente. Lo cual sirvió para distraerme. Concentré una segunda pieza contra él cuando tenía que haberla enviado contra Suecia para pararle un turno. Quien si tuvo claro mi error fue Rf, que había llegado algo tarde y se mantuvo como observador. En un momento dado me pidió la cámara para hacer esta foto.

Suecia tiene 4 de los 5 objetivos primarios. He recomprado el general 5 en Berlin. En mi fase de movimiento lo desplazaré hacía el este para intentar cazar un tren de suministro ruso. Ringard no tardo en destruirlo. Si lo hubiera movido hacía el noroeste, hubiera podido evitar la derrota. En el turno 8 Elisabeth la palmaba, y en el turno 9 Suecia conquistaba sin oposición su último objetivo primario: Malchin.

Es una pena, porque el resto de la partida me iba bastante bien. Francia hacía patente que carecía de corazones, mientras que sólo con Hannover robaba más de 50 puntos en ese palo. Los austríacos controlados por JM caían en una emboscada en Sajonia en la que gastaba sus diamantes con mis picas, al tiempo que por un despiste perdían un tren de suministro en Silesia, que yo abandonaba para cargar contra el ruso.

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Para la siguiente partida nos sentamos Rf como Rusia, yo como Austria, JM como Francia y Ringard como Prusia. Flojic se marchaba para cumplir con su vida privada.

Le prometí a Ringard que me vengaría de la partida anterior, y cumplí mi promesa. A mi favor tuve el reparto de cartas. Ringard dijo tras la partida que el valor medio de sus cartas había sido bastante bajo. Estoy dispuesto a creerle porque no llegó un sólo 2 a mi mano, y en algún sitio tenían que estar.

En mi contra tuve a uno de mis aliados. Si bien JM sufría un descalabro con la pérdida de 7 tropas en el turno 2, e incluso más fuerzas en turnos posteriores, él por lo menos lo intentaba. En cambio, Rf se abonaba a su táctica de enviar 3 piezas a Prusia Oriental y una cuarta a perseguir un tren de suministros prusiano en el interior de Polonia.
Damas y caballeros. ¡Sí! ¡Lo volvió a hacer!
Eso fue sólo el comienzo. Hasta el turno 8 Rusia no se arriesgo a jugar una sola carta. El espectáculo de Prusia Oriental era bastante lamentable. Rf tenía al general prusiano 8 acorralado en picas. Y mientras yo atacaba como un maníaco a las piezas prusianas en el sector de picas de Silesia y le gastaba cartas de ese palo a Ringard, ¡Rf optaba por replegarse!. Entre nosotros se ha comentado que jugar con un ruso así es un poco decepcionante. No para mí. Si juego como prusiano, quiero tener a Rf dirigiendo Rusia como lo ha hecho en sus dos últimas partidas.

En varias partidas de las que he jugado, un aliado inefectivo le entrega la partida a Prusia. Si en esta no fue así se debió no sólo a la mala suerte de las cartas de Ringard, sino también a pequeños fallos en su estrategia acumulados a lo largo de varios turnos. Tal vez permaneció demasiado tiempo sufriendo asaltos en Silesia, lo que le costó muchas cartas. Soy de la opinión de que - con la mano de cartas que tenía - hubiera debido decidir relativamente pronto concentrar su defensa, ya fuera en Silesia, ya fuera en Sajonia, para limitar la sangría de cartas. Al final, era un poco débil en todas partes. La cosa comenzó a ir cuesta abajo para él cuando entre en Sajonia a acosarle con 16 puntos de tropa mientras el tan sólo tenía una única pieza con 8. Su otro general de Sajonia había sido desviado hacía el oeste para contener a un francés que, de todas maneras, ya estaba bastante magullado. Aguantó como pudo hasta el turno 13 pero mis ataques feroces y persistentes le empujaron de todos los objetivos hasta que pude lograr mi victoria.

Acabamos esta partida con la tarde ya bien iniciada, pero aún hubo ganas para montar otra partida en la que tomaron parte Will y HK que habían llegado a eso de las 4 de la tarde y asistieron al final de la partida anterior. JM hizo de prusiano, Rf de francés, HK se hizo con Austria por tercera vez consecutiva, y Will controlaba Rusia.

La partida quedó inacabada en el turno 13 por falta de tiempo. JM logro aguantar todo ese tiempo, pero pago algunos fallos con serias perdidas en puntos de tropas en varias partes del tablero. A su favor se puede decir que tiene bastante pericia como prusiano para salvar "in extremis" las crisis que él mismo se crea, lo cual incluyó tomar decisiones valientes, duras y acertadas como la de no gastar una sola carta para intentar salvar un ejército cercado por los austríacos. En torno al turno 10-11 parecía que Francia iba a ganar, pero dejó la situación bastante resuelta allí gastando un porrón de cartas. Sin embargo, para contener a Austria ya le faltaban los recursos, y todo tenía la pinta de que la partida iba a terminar con victoria para HK en 2-3 turnos.

Del componente femenino de nuestro grupo - HK - cabe decir que a pesar de ser algo novata y quejarse amargamente por ello, está demostrando un rápido nivel de aprendizaje. De esta partida se puede decir que no cometió errores e incluso logró improvisar ataques acertados por su cuenta y sin apoyo alguno, como cuando cercó el mencionado ejército prusiano.





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