lunes, 25 de noviembre de 2013

La Trilogía de la Liberación

Aunque el título pueda llevar a engaño, el trío de libros que voy a comentar en esta entrada no tienen el feminismo como tema, sino la intervención militar norteamericana durante la Segunda Guerra Mundial en el teatro de operaciones de África y Europa.

Cuando compré el primer título de la trilogía - "Un ejército al amanecer" - no imagine para nada que se tratase del primero de una serie de 3 libros. Este primer libro cubre las operaciones en las colonias francesas del norte de África desde el inicio de la operación "Torch" en noviembre de 1942, hasta la rendición final del Afrika Korps en Túnez en mayo de 1943. Es una parte de la SGM olvidada y poco tratada en la literatura, por lo que yo sabía poco acerca de ese área y período. Eso me animo a comprar el libro. 

No me sentí defraudado. Cubre de manera bastante aceptable las operaciones en la zona de Marruecos, Argelia, y Túnez. En este primer libro ya se nota el énfasis en contar la historia desde el punto de vista norteamericano. Por un lado la persecución de Rommel a través de Libia por el 8º Ejército británico recibe un comentario superficial. 

Recientemente he releído este libro para preparar esta entrada, y he de decir que la traducción en español es en ocasiones francamente horrible. Yo pensaba que Alemania y la URSS habían llegado a un acuerdo para el reparto de Polonia. Pero no, era una "repartición". También me alegre mucho de que los soldados aliados llegasen a su "destinación" en Argelia, pero por ello mismo lamento que no llegasen a su destino. Por último, la mayor parte de la acción tiene lugar en un sitio llamado "Tunicia", que puedo dar por válido porque posiblemente sea el nombre de la región cuando aún era colonia francesa. Sin embargo, sigo investigando la misteriosa localización de "Tunicia" en los mapas. Sospecho que se encuentra en un lugar llamado "Antúnez". Seguiremos informando.

¡Que uno pague 30€ para recibir semejante calidad en la traducción!. Las editoriales están pidiendo a gritos que el público siga el mismo camino que con las discográficas y las productoras de cine, y que el público decida piratear los libros por nada.

En un viaje por Estados Unidos en 2008 me sorprendí al hallar la segunda parte de la trilogía - "The Day of Battle" - y que además ya estuviera reconocida como una trilogía. Este segundo libro recoge las operaciones en Sicilia e Italia desde julio de 1943 hasta junio de 1944. Esta parte de la guerra ha sido tratada con más frecuencia en monografías de batallas individuales, de las que destacan Sicilia, Monte Cassino, y Anzio. Este libro las engloba todas en una narración de la campaña entera. De los tres libros creo que es aquel en el que la Commonwealth tiene mayor protagonismo. Lo cual es lógico porque su aportación a este teatro de operaciones fue proporcionalmente mayor que en el del libro que sigue y cierra esta trilogía.

"The Guns at Last Light" trata, como ya más de uno habrá supuesto, de la campaña en el noroeste de Europa desde Normandía en Junio de 1944 hasta la rendición final del Tercer Reich en 1945. Este período y sus acciones han sido protagonistas de más libros y películas que cualquier otro de la SGM. Para los americanos fue lo que ellos llaman el "final showdown", algo que ya dejaba claro el primer libro de la trilogía y cualquier otro libro sobre la conducción aliada de la guerra en Europa. Yo, en particular, hacía mucho tiempo que había leído el clásico de los años 50 "The Struggle for Europe" que cubre la misma área y período que este, lo que me permitía comparar.

Son dos puntos de vista diferentes. No en vano Chester Wilmott - el autor de "The Struggle..." - era ciudadano de la Commonwealth y ello hace que tiré más para Montgomery y los británicos que el periodista americano autor de esta trilogía. El tiempo no ha pasado en vano. Si bien Wilmott trataba las acciones sin "bajarse a las tricheras", la narración moderna cuenta en varias ocasiones el punto de vista del soldado de a pie y del simple civil, lo cual es un poco una moda en estos días. Esta visión desde abajo destaca el dolor y el sufrimiento de los soldados aliados, sobre todo los americanos. Los alemanes también salen un poco, pero parece que los únicos que lo pasan más putas que Caín son los americanos. A leerlo no podía evitar pensar que en una guerra cada bando está más ocupado en lamentarse de sus propias penurias antes que en aprovecharse de las de su enemigo.

No obstante, el grueso de la narración de los tres libros no descansa ni sobre el nivel más bajo, ni sobre el más alto (los gobernantes), sino sobre el intermedio: los generales y mandamases de las fuerzas armadas.

La mayor parte de lo escrito son retratos de oficiales y sus relaciones. En este aspecto los alemanes logran algo más de protagonismo, y encima no quedan mal. No se puede decir lo mismo de los comandantes británicos, cuyo retrato va empeorando conforme la trilogía avanza, y en el último libro tenemos a Montgomery liándola parda más de una vez y puesto a caer de un burro. De todas formas, cualquier británico no tiene razón alguna para quejarse. Quienes de verdad quedan como el culo en los libros - sobre todo en el primero y el último - son los franceses.

Supondréis que los generales americanos quedaran como dioses. No es así... siempre. Hay variedad. Eisenhower es dios. Por debajo de él Patton es Marte, dios de la guerra. Por debajo de ellos hay otros generales que van desde los buenos (Lucian K. Truscott) hasta los malos (Hodges y Clark) pasando por los reguleros (Bradley).

Lo bueno de centrarse en los generales - y sobre todo en su comandante Eisenhower - es que el libro narra con bastante detalle todos los trasuntos de las relaciones entre ellos con la misma normalidad con la que una vecina te puede comentar los chismes de todo el barrio. Desde el primer libro hasta el último el libro está plagado de desavenencias, desaires, errores, etc. Parece que más de una vez se sacrificaron vidas por objetivos absurdos, o se cometieron errores porque dos comandantes andaban peleados. En más de una ocasión da la impresión que los generales aliados - de cualquier nacionalidad - estaban más preocupados por ganarse gloria y medallas que por derrotar rápidamente al Tercer Reich. Al final la conclusión más lógica puede que sea que hacen falta personas con cierto narcisismo enfermizo para enviar a hombres jóvenes a la muerte y creer que vale la pena hacerlo.

En el nivel superior a los generales el libro trata también las tres conferencias interaliadas de Casablanca, Teheran, y Yalta. Sin embargo, da la impresión que Rick Atkinson ha preferido no pillarse los dedos con temas potencialmente delicados... al menos para los Estados Unidos y su potencial público lector. Si bien narra con detalle las ceremonias de apertura y cierre de las negociaciones, lo que pasa en medio recibe un tratamiento tanto más escueto como sospecho que potencialmente polémico. Así, por ejemplo, nos cuenta con todo detalle la llegada y la salida de Churchill y Roosevelt de Yalta, pero los seis días de negociaciones de esa importantísima conferencia son resueltos con una única frase. 

Así, con un par.

Leyendo el último libro me llamaron la atención los desequilibrios del ejército americano en Francia. Tenían una cantidad enorme de hombres en el país. Tan grande que tenían problemas para abastecerlos. Y sin embargo, al mismo tiempo les faltaban soldados en primera línea, al tiempo que en retaguardia había centenares de miles de oficinistas, mecánicos, intendentes, y demás chusma pelando la pava. Si bien con esa organización conseguían bastante eficiencia y minimizar la pérdida de vidas, contrasta bastante con el ejército soviético que en durante el período que tratan estos tres libros consiguió hacer tremendos avances y causarle bajas horribles al Tercer Reich reduciendo al mínimo las "tropas de servicios" y metiéndolo casi todo en la línea de frente. Cierto es que los rusos caían como chinches, pero es que si llegan a adoptar la forma americana de hacer la guerra, igual ésta dura el doble.

Los soviéticos son otro de los temas omitidos por la trilogía. Las perspectivas de ordenamiento político en Europa tras terminar la guerra son un tema peliagudo para nuestro escritor norteamericano. No pasa lo mismo con el comportamiento de las fuerzas aliadas, que aborda sin tapujos. Desde casos de maltrato contra población musulmana en el Norte de África, hasta numerosos casos de ejecución de prisioneros del Eje. En ocasiones uno no puede evitar pensar que los aliados se deshonraron tanto como los alemanes en la guerra. Sin embargo, llegando al final del último libro, se narra la liberación de los campos de concentración en Alemania con los horrores nauseabundos que contenían, y es entones cuando ante la pregunta "¿valía la pena llegar tan lejos?", la respuesta es "sí".

Los dos primeros libros están traducidos al español. Para el tercero tendréis que esperar, o aprender inglés de una puñetera vez.

2 comentarios:

  1. Interesante comentario. Yo he leido los dos primeros en catellano y francamente, creo que esperaré a que el tercero esté tambien en el mismo idioma, incluso a pesar de la traducción de la editorial. Estoy un poco saturado del tema del D-Day

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    1. Yo también estoy algo saturado de narraciones acerca de las mismas batallas de siempre: D-Day, Market Garden, Ardenas. Parece que no hubo guerra en ningún otro sitio. Hay mucha literatura sobre esa parte de la guerra, tanta que no hay razón para sentirse obligado a comprar el tercer libro únicamente por tener los otros dos.

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