Durante las últimas jornadas LES me sucedió una cosa que indica, en mi opinión, algunas tendencias actuales en el mercado de juegos de mesa.
Fue durante la partida de Sekigahara que yo y Ringard disputamos el viernes. Dado que, exceptuando los de las figuras, el nuestro era el único wargame que se jugaba por allí y además el Seki es un juego visualmente llamativo, hubo algunos curiosos cerca de nuestra mesa. Por falta de tiempo dejamos la partida inconclusa en la sexta semana, y nos pusimos a recoger.
Fue entonces cuando algunos de los curiosos se animaron a charlar y hacer preguntas. Ya sabéis que mi opinión del juego es bastante buena, así que ni que decir tiene que destaqué sus cualidades. Sin embargo, en un momento de la conversación, uno de los dos hombres que habían demostrado más interés preguntó:
- ¿Y no va a haber una expansión?.
Por un momento me quedé parado. He aquí un juego que, por una vez, está bien hecho y es completo y prácticamente perfecto en sí mismo, y llega un pollo y pregunta que si van a publicar una expansión al mismo. En ese momento mi opinión de mi interlocutor cayó en picado un porrón de puntos. Entré en la fase uno de ofuscación (provocado por contemplar un caso de completa estupidez), y únicamente acerté a soltar:
- ¿Expansión?. Pero si no necesita ninguna expansión...
Ringard salió al rescate continuando la conversación. Yo retorné la tarea de recoger el juego. Y los dos tíos que nos habían hablado se marcharon aparentemente satisfechos de nuestras explicaciones.
Hay que aclarar que la pregunta por la expansión la hicieron al ver que el mapa del Seki no abarca todo Japón, ni siquiera todo Honshu. Tan sólo la parte central. De ahí que aquel hombre considerase viable añadir "expansiones" al mapa para abarcar todo el país geográficamente.
A priori puede parecer razonable, pero buscar expansiones a un juego al que todavía ni se ha jugado me parece una soberana estupidez. Para mí es el equivalente de acercarse a una editorial con la mirada pérdida y un fajo de billetes y balbucear:
- ¡Hola!. Soy una persona supuestamente adulta de 30 y pico ó 40 y pico años. Tengo un trabajo estable que me provee de ingresos regulares, como puedo demostrar por este fajo de billetes. Y he venido aquí dispuesto a que me sajéis.
Si alguno se siente ofendido al leer esto, que no espere disculpa por mi parte. Soy tan duro precisamente porque deseo impulsar un cambio de carácter. Si estás molesto, replantéate tu conducta.
Después de aquello he dado vueltas a esa obsesión que muchos tienen por acumular expansiones de juegos. Hablo desde el conocimiento, porque yo mismo he impulsado este afán cuando compraba en Alemania expansiones de Colonos de Catán para mis amistades. Y también tengo un par de expansiones de juego cogiendo polvo en mi casa. Tras esas experiencias he podido comprobar cuando hace falta y cuando no hace falta una expansión.
Al Seki no le hace falta ninguna expansión porque recrea unos eventos concretos en el tiempo, que se desarrolló en una área geográfica concreta. Cualesquiera eventos que tuvieran lugar en aquel período en los extremos de la isla de Honshu son irrelevantes para el desarrollo principal de la historia, y el juego es precisamente genial en condensar en unas pocas reglas y elementos de juego una gran complejidad histórica.
Seguramente el Seki no sea del todo un buen ejemplo, por el desconocimiento que yo y mucha gente tenemos sobre historia japonesa. Pero lo que digo será más claro si ponemos como ejemplo un caso más conocido: la guerra germano-rusa de 1941-1945.
En la mayoría de los juegos que tratan dicho conflicto el mapa abarca - como mucho - desde Berlín hasta los Urales. Ni Alemania ni la Unión Soviética aparecen representados en su totalidad. Pero es que tampoco tiene sentido hacerlo. Si los rusos han llegado a Berlín se puede decir que han ganado la guerra, y no tiene sentido recrear un avance más al oeste aunque fuera posible. Igualmente, sería un coñazo que los alemanes arrasasen todo a su paso hasta los Urales, y aún así se siguiera jugando la partida hasta 1950 recreando un avance nazi hasta Vladivostok. No solamente tal cosa fue harto improbable en la realidad histórica, es que hay que estar enfermo para querer jugar algo así.
Si estás en una partida muy grande de World in Flames si que tiene sentido hacer algo así. Pero ese es un juego que recrea toda la Segunda Guerra Mundial, y no sólo el conflicto nazi-soviético. Otra escala de eventos, otra escala de juego.
Y es que es lógico. Un juego no es sino una representación de la realidad (y si es un eurojuego, ni eso). Y es por su propia definición por lo que el juego no debe pretender recrear la realidad en todos sus detalles, sino concentrarse en lo esencial y dejar cosas aparte.
Después de considerar todo, no puedo encontrar una explicación racional por el afán colector de expansiones. Hallar el motivo por el cual esta persona que conocí en las LES y otros muchos compran sin reflexión aparente todas las expansiones que les pongan por delante es trabajo para los psicoanalistas.
Precisamente, la única explicación plausible este en las teorías de Freud, por las cuales cada ser humano pasa por diferentes fases en su infancia. Hay, específicamente para este caso, una fase de "retención anal", en la que supuestamente aprendemos de niños a no cagarnos y mearnos cuando nos venga en gana (en los pañales), sino a retener los fluidos corporales hasta momento y lugar más oportunos. De esta fase de la formación de la personalidad a menudo surgen, según la teoría, personas con afán acaparador y acumulador.
Así que, después de todo, lo de comprar y comprar expansiones es algo muy anal.
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