El Papa ha muerto, y ningún jugador ha ocupado su puesto. Aunque Florencia es el mejor candidato, a falta de sólo Bologna para hacerse con todos los territorios papales, su derecho a ingresos, y cumplir una de las condiciones de victoria: controlar dos países. Es de suponer que persiguirá esta meta, sobre todo porque culminó 1458 con un dispendio de 12 ducados para deshacer la última unidad papal que salvaba a su Santidad de la destrucción.
12 ducados que, gastados en deshacer la unidad francesa de Marsella, hubieran supuesto, en lugar de la destrucción del Papa, la eliminación de Francia. Ésta, sin embargo, ha continuado viva lo suficiente como para solicitar el previsible prestamo suicida de 25 ducados que vencerá en Primavera de 1460. Hasta entonces, parece haberse concentrado en atacar a Florencia, mientras Milan tampoco ha cedido presión sobre el que parece ser su eterno enemigo rosado.
En verano de 1459 Milan ha aprovechado el asesinato por impago de Habsburgo para iniciar su previsible campaña de eliminación de Austria. Se ha visto ayudado por una peste en Austria que eliminó dos unidades atrincheradas del austríaco. El austríaco está contra las cuerdas, pero ha conseguido atricherarse de nuevo y Milan tampoco las tiene todas consigo para romper las defensas a tiempo de evitar que otro jugador gane la partida.
1458 ha culminado los éxitos más decisivos del turco en su guerra contra Napoles. Si en el año anterior había expulsado al amarillo del Adriático, en este ha terminado de expulsarle del continente. La segunda hambruna consecutiva caída en Tunez esta primavera ha dejado la principal ciudad del Sultán bastante desprotegida, como han observado varios jugadores. Pero su conquista no le servirá para nada a Napoles si Turquía logra conquistar Sicilia este año, no sólo eliminando a su enemigo mortal, sino también apoderandose de su país. Conseguir esto sería decisivo para poder enfrentarse a su siguiente oponente: Florencia.
Otra cosa interesante sucedida en 1458 ha sido la primera intervención de un país del sur en los conflictos del norte. En otoño Turquía dió apoyo a la flota francesa para salir al mar. Los conflictos del futuro ya están definidos antes de que terminen los del presente.
12 ducados que, gastados en deshacer la unidad francesa de Marsella, hubieran supuesto, en lugar de la destrucción del Papa, la eliminación de Francia. Ésta, sin embargo, ha continuado viva lo suficiente como para solicitar el previsible prestamo suicida de 25 ducados que vencerá en Primavera de 1460. Hasta entonces, parece haberse concentrado en atacar a Florencia, mientras Milan tampoco ha cedido presión sobre el que parece ser su eterno enemigo rosado.
En verano de 1459 Milan ha aprovechado el asesinato por impago de Habsburgo para iniciar su previsible campaña de eliminación de Austria. Se ha visto ayudado por una peste en Austria que eliminó dos unidades atrincheradas del austríaco. El austríaco está contra las cuerdas, pero ha conseguido atricherarse de nuevo y Milan tampoco las tiene todas consigo para romper las defensas a tiempo de evitar que otro jugador gane la partida.
1458 ha culminado los éxitos más decisivos del turco en su guerra contra Napoles. Si en el año anterior había expulsado al amarillo del Adriático, en este ha terminado de expulsarle del continente. La segunda hambruna consecutiva caída en Tunez esta primavera ha dejado la principal ciudad del Sultán bastante desprotegida, como han observado varios jugadores. Pero su conquista no le servirá para nada a Napoles si Turquía logra conquistar Sicilia este año, no sólo eliminando a su enemigo mortal, sino también apoderandose de su país. Conseguir esto sería decisivo para poder enfrentarse a su siguiente oponente: Florencia.
Otra cosa interesante sucedida en 1458 ha sido la primera intervención de un país del sur en los conflictos del norte. En otoño Turquía dió apoyo a la flota francesa para salir al mar. Los conflictos del futuro ya están definidos antes de que terminen los del presente.
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