miércoles, 20 de febrero de 2013

El Fondo y La Forma

Una vez tienes pagada asegurada una conexión a internet, opinar resulta bastante barato.

Debe ser por eso por lo que, en el mundillo de los juegos de mesa, abundan las reseñas. Descripciones de juegos acompañadas de una opinión sobre los mismos.

Las podréis encontrar sobre todo en foros y páginas con estructura de foro. Aquí en España destaca la BSK, y a nivel mundial-estadounidense la BGG. Yo mismo comencé escribiendo mis primeras reseñas en el foro del pequeño club Alderaan. El foro ya no existe, pero sus miembros siguen en activo.

Naturalmente, también hay reseñas en blogs como este. Creo, no obstante, que los foros acumulan más reseñas. Escribir una reseña tiene algo de exhibicionismo, de querer hacerse notar. Y ese deseo es satisfecho de manera más eficiente en una página que es visitada regularmente por varias personas porque es un punto de encuentro, de interacción entre ellas. Precisamente ese es el significado que hay detrás de la palabra "foro", directamente derivada de la palabra latina "forum", el punto de encuentro en los núcleos de población de la República y el Imperio Romanos.
Las posibilidades que un blog ofrece para que varias personas interactuen entre sí son más limitadas que las de un foro. Un blog no es un punto de encuentro de nadie. Cualquier comunicación que haya es abusivamente favorable al autor del blog, quién puede lanzar una parrafada mientras que los que le leen tan sólo le pueden contestar a través de la ventanita de comentarios, que es más limitada en la variedad de formas de expresión y no exenta de problemas.

Es por ello por lo que me parece que escribir un blog es una actividad que, más que por exhibicionismo, se hace por vicio. Puede ser un vicio por el tema del blog (por ejemplo, vicio por los juegos de mesa), mero vicio por escribir, o una mezcla de los dos. Es decir, el vicio por escribir de tus vicios.

En mi caso mis primeras reseñas en el foro del Club Alderaan muy seguramente estaban motivadas por el exhibicionismo, por las ganas de hacerme notar, de mostrarme a los demás con la intención de integrarme más en el grupo. Sin embargo, pronto descubrí que escribir me gustaba. Y específicamente me gustaba escribir sobre juegos. Que a alguien le gustase lo que escribía me daba bastante igual. Tan sólo me tenía que gustar a mí. Una temporada ociosa en el trabajo me dio tiempo para leer unos cuantos blogs, y decidí trasladar mi actividad escritora a ese formato. El blog de Ethelberto había nacido.

Creo que ese es el recorrido que han seguido muchos blogueros. De foro a blog. De exhibicionismo a vicio. Aunque muchos no dejaron el exhibicionismo, abandonaron sus blogs, y retornaron a los foros. Hay muchos blogs abandonados por ahí. Y es que un blog requiere auténtica dedicación. Se escribe por una pulsión interior. No debe importarte que alguien te lea o no. De hecho, al escribir un blog uno se expone a la soledad del que es ignorado por el público. Algo virtualmente imposible en un foro.

************

Ya sea en foros o en blogs, las reseñas son una parte muy relevante de la literatura relacionada con el hobby de los juegos de mesa. Esto se debe a que el hecho de adquirir un juego es un acto de economía: nos liberamos de una parte de nuestros limitados recursos en forma de dinero y a cambio esperamos obtener una compensación en la forma del buen rato que el juego comprado nos ha de deparar. Dado lo limitado de esos recursos monetarios, es lógico que uno desee maximizar el éxito y minimizar el riesgo de su inversión enterándose de lo que está adquiriendo antes de dar el paso fatídico.

Las reseñas son una fuente de información previa a la compra de un juego, y como tales, pueden tener un notable impacto económico. No tanto para quien compra el juego, como para quien lo produce. Este último es quien de verdad se está jugando las habichuelas. Una ristra de reseñas favorables, y las ventas suben. Si las reseñas son mayoritariamente negativas, es posible que la ruina económica ahogue cualquier posibilidad de corregir los errores cometidos con una expansión u otro juego.

Está claro que en esta afición tan minoritaria y con margenes de beneficio tan reducidos como la de los juegos de mesa, la forma que tome la opinión de los clientes puede tener un impacto muy grande sobre la industria. Al mismo tiempo, dicha industria (me parece algo exagerado llamarla así) tiene un gran incentivo para controlar esa opinión entre su clientela, y utilizar ese dominio para potenciar sus ventas.

Afortunadamente, ese control de los productores de juegos es difícil, sino imposible. La razón es el bajo coste que tiene opinar, y que mencionaba al comienzo de esta entrada. Para opinar no necesitas la financiación de una empresa para hacer pública tu opinión mediante una revista especializada. Tan sólo hace falta tolerar una módica cantidad de abuso por parte de una compañía de telecomunicaciones, y ya te puedes meter en un foro a decir lo que piensas. Cualquier "pringado" puede hacerlo. Ninguna empresa, ni siquiera el sector en su conjunto, puede silenciar a todo el mundo.

Esta libertad respecto a los publicadores de juegos es una gran ventaja que disfrutamos los jugones respecto a otros grupos de consumidores. Aunque considero que tiene sus inconvenientes. Dado que prácticamente cualquiera puede emitir una opinión, el resultado puede ser una especie de cacofonía, un caos. La información que uno puede recibir del público cuando lee reseñas de juegos puede llegar a ser algo confusa.

Por un lado te puedes encontrar con personas que quieren emitir una opinión, pero temen ofender a alguien, y se autocensuran. Considero que esto sucede en muchos foros. Contribuye a ello el hecho de que, a pesar de ser barato, escribir en internet requiere cierto esfuerzo, y es un poco absurdo dedicar esfuerzo a opinar sobre un juego que no te gusta. Ya has hecho el esfuerzo de comprarlo, aprender las reglas, sacarlo a la mesa, y meterte un hostiazo. Si encima vas a contar tu fracaso es que eres gilipollas, o masoca, o ambas cosas.

Este tipo de reseñas edulcoradas son más frecuentes - pienso yo - en los foros, por eso de que el exhibicionismo que mencionaba es, en el fondo la búsqueda de aprobación por tus pares.

Incluso si uno tiene suficiente dedicación como para realizar el esfuerzo de escribir una opinión independiente, puede salirle mal. Una revista especializada selecciona a sus escritores antes de publicar sus artículos, y uno de los criterios de selección es el estilo de escritura. Internet y los foros carecen de ese filtro. Por eso es posible encontrarse con reseñas en las cuales el problema no es que estén en desacuerdo con lo que pensamos, sino que están terriblemente mal escritas. Las ideas pueden ser buenas. Su implementación resulta un desastre.

************

Durante este invierno ha habido un poco de revuelo en foros, blogs, y redes sociales de aficionados a los juegos de mesa de España a propósito del asunto de la crítica de juegos. Lo que sirvió un poco como desencadenante de dicha discusión fue una charla que un tal Tom Werneck - uno de los organizadores del Spiel des Jahres en Alemania - dio durante un evento en Barcelona. En dicha charla se hacía hincapie en la importancia que tiene la existencia de una buena crítica en el sector de los juegos de mesa.

Por "buena crítica" entendía sobre todo aquella que es independiente de los editores. Herr Werneck también parece considerar que es preciso cierta implicación de medios de comunicación y organismos públicos. El objeto de todo ello es potenciar un sector que produzca artículos de calidad a precios asequibles. La herramienta que resulto de todo ello es el Spiel des Jahres.

Que el Spiel des Jahres potencia tremendamente las ventas del juego ganador ya lo dice el propio Werneck en su charla, pero lo viví yo mismo este diciembre cuando, visitando la tienda de juguetes más vistosa del centro de Munich observé como un señor de 40 y pico años preguntaba a una dependienta cual era el Spiel des Jahres de 2012. "Kingdom Builder", le contestaba ella, "pero se ha agotado. Lo reponemos mañana."

No importa que aquel caballero desease adquirir el juego para sí mismo, para una amiga o amigo, o para sus hijos en caso de tenerlos. Lo que es importante es que fue a la tienda con la idea de adquirir un juego del que no tenía otra idea salvo que había ganado un premio determinado. Este premio da confianza al consumidor en el producto, y refuerza notablemente las ventas del sector.

Tras haberlo visto con mis propios ojos es comprensible que haya algunos que deseen replicar aquí esta interacción beneficiosa entre público y fabricante.

Esta es la forma de la cuestión. El fondo, en cambio, es como deseamos que sea nuestro hobby. Ahora mismo es minoritario, muchos juegos son caros, y son importados o publicados bajo licencia de una compañía extranjera. Si hubiese un Juego del Año reconocido en España como lo es en Alemania, la afición de los juegos de mesa sería más masiva, los diseñadores autóctonos tendrían más posibilidades de publicar aquí, y sobre los precios de los juegos no puedo decir nada seguro. Lo mismo suben, que bajan, o se quedan igual que ahora.

¿Queremos eso realmente?. No lo sé. A veces pienso que vendría bien que fuéramos mayor cantidad de jugones. Podríamos hacer más fuerza en nuestras relaciones con organismos públicos para extraer de ellos la colaboración (locales, organización de eventos) en nuestras actividades que como ciudadanos nos merecemos. Sería mucho más fácil encontrar jugadores a la vuelta de la esquina, lo cual permite compatibilizar tu afición con tu vida familiar y profesional.

Pero eso tendría un precio. Considero que habría una homogeneización de la oferta. En lenguaje sencillo: todos los editores tendería a ofrecer lo mismo, o cosas muy parecidas entre sí.

Es lógico. En el intento de ganar un premio que - como dice Tom Werneck - multiplica por 100 las ventas del ganador, hay cierta tendencia por parte de todos los editores a sacar juegos que perciben que serán del agrado del jurado. Para ello se basan en premios de años anteriores, o bien están pendientes de lo que publican los favoritos para sacar cosas bastante similares. Spiel des Jahres ha hecho más grande el mercado de los juegos, pero al mismo tiempo ha hecho que los juegos que salen sean bastante parecidos entre sí. Mirando los Spiel des Jahres de los últimos años no consigo ver mucha variación.

Lo único que puede evitar esto es crítica. Buena crítica. Redactada de manera atractiva, e independiente en sus opiniones. En la situación actual de la tecnología, los medios de comunicación, y los organismos públicos en España, esa buena crítica tiene que proceder de los blogs. Blogs de gente que escriben por el deseo de expresarse, que insisten añadiendo entrada a entrada durante meses y años sin desanimarse por el número de visitas. Son gente con la que puedes no estar de acuerdo, pero te hacen pensar por qué un juego te gusta o no. Lo importante no es que el bloguero acierte al recomendar un juego, lo importante es que te eduque, que te transmita su experiencia, que te ayude a formarte tu propia opinión incluso si es diferente de la suya. Esta es la gente que puede hacer que nuestra afición no sólo sea masiva, como podría lograr un Premio al Juego del Año, sino también de calidad y variada.

1 comentario:

  1. Me a encantado esta entrada, ha sido todo un placer leerla, y como tu opino que en este mundillo los bloggers podemos ser esa voz critica y evaluativa de las novedades del mercado.

    ResponderEliminar