martes, 8 de enero de 2013

Peter F. Hamilton

El señor cuyo nombre - tal como aparece en sus libros, no sé que cojones quiere decir la F. - titula esta entrada es en este momento mi autor favorito de Ciencia Ficción. Descubrí sus obras al final de una estancia de dos meses durante el verano en Dublin, en 1997. Allí compré muchos libros de ensayo sobre la Segunda Guerra Mundial, y para "camuflarlos" un poco y que mis padres no pensasen que estaba planeando invadir Polonia decidí comprar algo más ligero ("¡¿Véis?!, ¡no sólo me compro libros de guerra!").

Así fue como deambule hacía la sección de Ciencia Ficción en aquella gran librería de la capital irlandesa. Había uno muy interesante acerca de una invasión alienígena durante la Segunda Guerra Mundial... pero tenía que apartarme del tema y al final escogí uno llamado The Reality Dysfunction. Me llamó la atención el colorido dibujo de la portada y que tenía unas 1.300 páginas. Por lo menos me iba a mantener entretenido durante un buen rato, y por el mismo precio que otros libros.

Comencé a leer la novela ya en el vuelo hacia España, y encontré que me había equivocado en lo de que me iba a durar bastantes días: me la acabé en sólo 4. Fueron cuatro días en los que socialicé y utilicé más monosílabos de lo habitual. Estaba de vacaciones - mi último año en la universidad - y pasaba las horas leyendo hasta la madrugada y pasando de mis familiares y parientes. Ni que decir tiene que me encantó el libro.

El comienzo era algo normal, aunque me chocaba un poco la gran variedad de personajes y puntos de vista que la obra introducía página a página. También me llamaba la atención las motivaciones de los personajes. Eran muy mundanas. Mejorar su estatus social o económico, criar una familia, juntar dinero para reparar una nave espacial, o simplemente salir de fiesta. Yo estaba acostumbrado a la ciencia-ficción en la que los personajes pretenden salvar la galaxia o hundirla en la ruina. Había también unas cuantas escenas de sexo, pero para mí servían únicamente para mostrar otra motivación de los personajes que también resulta bastante corriente en nuestra vida real: follar.

Y entonces llega un punto en la novela en la que todo se anima, hay un giro de argumento, y empiezan a caer las hostias y a organizarse flotas de naves espaciales armadas hasta los dientes. En este momento yo estaba babeando y leyendo 400 páginas por día. Conforme avanzaba, las tramas se multiplicaban y se iban haciendo más complejas. Se resolvían algunos interrogantes, pero surgían otros nuevos. Lo peor de todo: el libro se estaba acabando. Demasiado tarde me dí cuenta que aquello era el primer libro de una trilogía, y termine aquellas 1.300 páginas en una época en la que - al menos para mí - no existían ni interné ni amazon, y yo estaba más en ascuas que un chaval de 15 años atado de pies y manos en una orgía.

Antes ya de terminar el pasado milenio había conseguido comprar y leer los otros dos libros de la "Trilogía del Amanecer de la Noche", The Neutronium Alchemist y The Naked God. Puedo decir de ellos que mis expectativas no se vieron defraudadas. Más acción, violencia, y sexo. Más tramas y subtramas. Más personajes grandes y pequeños con motivaciones que los hacen humanamente cercanos. Grandes eventos, grandes batallas, persecuciones, y también pequeños dramas. Todo ello en auténticos "ladrillacos" de 1.200-1.300 páginas.

Después ha habido más. Compré un libro de relatos cortos, A Second Chance at Eden, basado en el universo de la mencionada trilogía del Amanecer. Tras eso hubo una novela individual de "sólo" 1.000 paginas, Fallen Dragon, que tenía lugar en otro tipo de ambiente. Para sus siguientes 5 libros - la "Saga de la Commonwealth" en 2 libros y la "Trilogía del Vacío" - creaba un universo diferente, el de la "Commonwealth", aunque manteniendo a la especie humana como protagonista. Estos 5 libros me han gustado un poco menos que los otros, aunque en la "Trilogía del Vacío" la trama de los sueños es fascinante al menos hasta el final del segundo libro. Estos 5 libros suelen tener entre 1.100 y 1.300 páginas cada uno.

Y por último, ahora me estoy leyendo Great North Road. Otra novela de 1.087 páginillas de nada que no forma parte de ninguna trilogía ni saga, ni está ambientada en el mismo universo futuro que las otras.

Entenderéis ahora como es que, entretenido con tanta épica espacial, no haya leído ni una página de "Canción de Fuego y Hielo" hasta el año pasado. Y es que, en buena medida, mientras muchos se divertían con la famosa saga de George R.R.Martin, yo encontraba muchos de los ingredientes que ésta tiene en las obras del escritor británico del que estoy escribiendo. De manera que cuando finalmente leí "Juego de Tronos" encontré que estaba bien, pero no me sentí tan extasiado como cuando estuve leyendo The Reality Dysfunction

Ambos tienen tramas múltiples que se entrelazan, una gran variedad de personajes en sus obras, y una línea muy difusa entre el bien y el mal que otorga realismo y cercanía a los personajes. Creo que si te ha gustado "Juego de Tronos" puede merecer la pena que intentes probar con alguna obra de Peter F. Hamilton.

Y de hecho, creo que al final es el escritor británico el que sale ganando en la comparación. Aunque sólo sea porque termina sus trilogías y por ello las escribe casi sin cabos sueltos, sin irse tanto por las ramas como el señor Martin. Ya en mi entrada sobre la Saga de "Juego de Tronos" criticaba la falta de rumbo narrativo de los 2 últimos libros de una serie que en principio iba a tener 3 títulos y de momento ya va por 5 y la trama está tan enrevesada que no se ve forma de resolverla como no sea haciendo un churro al estilo "final de Los Serrano". Además, el escritor americano está muy mayor, muy gordo, y por eso parece que tiene todos los boletos para espicharla de un momento a otro dejando a sus fans con cara de circunstancias. Y ya existen precedentes de esto que estoy contando.

Para aquellos a quienes pique la curiosidad pero que pronuncien Shakespeare como si fuera "Cheispí" los 5 libros de la Commonwealth y Fallen Dragon han sido traducidos al cristiano. No obstante, sigo pensando que la "Trilogía del Amanecer" es lo mejor del autor y es lo que más recomiendo.

Aparte de la recomendación, quiero dedicar unas pocas líneas a otras características de las obras de Peter F. Hamilton:

- Cuidadoso manejo de la información. Aunque la perspectiva es la del narrador omnisciente, no se nos cuenta todo. Eventualmente, no se dejan cabos sueltos, pero el ritmo y modo en los que se revela la acción generan incertidumbre y tensión. "Juego de Tronos" también juega con la información incompleta, pero de otra manera: mediante capítulos en los que la narración se centra en el punto de vista de un personaje que desconoce mucho de lo que realmente sucede. 
- Operaciones Especiales. Ya sean agencias gubernamentales, cuerpos especiales de seguridad, espías, mercenarios, gangsters, o "gente que pasaba por allí", en las obras de Peter F. Hamilton abundan las llamadas "operaciones encubiertas" en las que diversos grupos persiguen simultáneamente un mismo objetivo, a menudo pisándose entre ellas. Ello lleva a menudo a situaciones tales como...
- ... las batallas. En la "Trilogía del Amanecer" hay batallas de naves espaciales a cascoporro. Estos combates también aparecen en la "Saga de la Commonwealth", pero tienen menos relevancia en las otras obras. En cambio, si que se montan bastantes combates y escaramuzas bastante curiosos y confusos entre las mencionados grupos de agentes encubiertos, resistentes, delincuentes varios, y algún que otro alienígena.
- Nanotecnología. En las obras de Hamilton, lo habitual es encontrarse a la gente con un ordenador en la cabeza, una especie de teléfono móvil implantado en el oído, ven películas proyectadas en su retina, y sueltan dardos envenenados por el recto. Si además están en las Operaciones Especiales que he mencionado antes, lo más posible es que suelten rayos láser por las puntas de los dedos y tengan montada una cabeza nuclear de tres megatones en uno de sus testículos.
- Modificaciones Genéticas. En los posibles futuros sobre los que escribe este autor, la ingeniería genética ha avanzado una barbaridad. Nos podemos encontrar a personas con implantes genéticos que nada tienen que envidiar a la nanotecnología, naves espaciales que son criaturas vivas, y gente que no muere nunca gracias a procesos de rejuvenecimiento y clonación.


3 comentarios:

  1. Tengo comprado ese libro desde hace dos años... en británico 100%. A ver si me animo a leerlo...

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  2. hola,me gusta mucho tu blog, he encontrado muchos buenos libros. ¿te acuerdas de como se llama el ibro ese de la invasion alienigena en la 2GM?

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    1. Hola. Tras buscarlo un rato creo, sin estar completamente seguro, que se trata de la serie de libros "Worldwar" de Harry Turtledove.

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