Este último fin de semana del año 2012 he ido con unos amigos al cine a ver la película "El Hobbit: Un Viaje Inesperado".
Ha estado bien. Han venido dos amigos que se prodigan poco por aquí. También habían pasado muchos años desde la última vez que fuimos en grupo al cine. Ya era divertido meramente por el hecho de estar todos allí.
Pero claro, si escribo aquí no es para aburriros con mis relaciones personales, sino para plasmar mi opinión sobre la película, ahora que la tengo tan reciente en mi memoria.
La vimos en 3D. La calidad de la imagen era excelente, y en general se puede decir sin temor a equivocarse que el aspecto técnico está muy bien hecho.
La película en sí no recoge la totalidad de la historia de "El Hobbit". Por lo que parece se pretende rodar una trilogía de películas basada en esta historia. Esta primera película en particular termina con el encuentro con las águilas.
La duración del filme es larga: casi 3 horas. A mi me parece que al Peter Jackson este le gustan los metrajes largos. También puede ser que, disponiendo de un presupuesto grande, este director tenga tendencia a estirar la historia todo lo que se pueda. Asimismo, es posible que se trate de una decisión de producción. Si la película está pensada ante todo para cosechar su mayor éxito en cines, ofrecer una película más larga es una forma de compensar a los que pagamos entradas cada vez más caras por una butaca.
Para lograr una duración tan larga para lo que es tan sólo una tercera parte de la adaptación de un libro de como mucho 200 páginas la narración de la historia se hace, por un lado, con gran fidelidad a la novela. En principio sigue la historia original casi al pie de la letra - salvo por el encuentro con los trolls, que tiene un transcurso diferente -. La película incluso recoge las canciones de los enanos, trasgos, y demás criaturas. Algo que, afortunadamente, nos habían ahorrado en la adaptación fílmica de "El Señor de los Anillos".
Las escenas de acción también sirven para incrementar la duración de la película. Lo que en el libro se resuelve con dos líneas en la pantalla ocupa varios minutos bastante entretenidos. Las escenas de combate se han convertido para mí en otra de las marcas de fábrica de Peter Jackson, hasta el punto en el que "El Señor de los Anillos" tenía combates que no aparecían en el libro, y este también es el caso en esta película en al menos una ocasión. La persecución por la guarida de los trasgos no tiene perdida.
Vimos la película doblada al castellano, y por ello no puedo determinar si la crucial escena de las adivinanzas está bien hecha o no. Decir "¡Tiempo!" o "¿Qué tengo en el bolsillo?" tiene diferentes significados dependiendo de la entonación. La entonación en español no me cuadraba, pero a lo mejor en la versión original está bien hecho. Espero.
Por otra parte, el principal factor que añade tiempo a la película son varias líneas argumentales extras. Al comienzo de la película, un Bilbo ya mayor nos dice que va a contarnos la historia "entera y auténtica" (o algo así). Es Peter Jackson quien nos habla diciéndonos que se va tomar ciertas libertades al contarnos la historia.
Hay cosas que no están mal, como el relato inicial que da cierto trasfondo acerca de la historia de Thorin y los enanos.
Otra línea argumental es la de Azok, el orco albino. En la novela original creo que tan sólo aparece mencionado por su nombre. En la película es la nemesis de los protagonistas desde la media hora de film. No me gusta su personaje porque los aventureros ya tienen suficientes problemas como para además echarles encima a un perseguidor rabioso. Creo que la única función que cumple es dar a los espectadores un malvado en el que concentrar la atención porque el auténtico villano de la historia no saldrá, previsiblemente, hasta la última película de la trilogía.
La línea argumental extra que más tiempo añade al filme es todo el trasfondo que vincula esta historia con la de "El Señor de los Anillos" y su épica lucha entre el bien y el mal supremos. Aparecen personajes de alto nivel, y se nos narran sus tribulaciones en el marco del ya mencionado conflicto que constituye la auténtica razón de ser para todo el mundo de la Tierra Media.
Esto a mí, personalmente, me desagradó. En la novela original esta vinculación con eventos más importantes no aparece. Los protagonistas - excepto Gandalf - son alegremente ignorantes de otros eventos más grandiosos y sombríos que pueden estar cociéndose a su alrededor. Tolkien dejaba que la relación entre los "pequeños actos heroicos" y esos eventos grandiosos la hiciese el propio lector de sus obras, estableciendo una especie de complicidad entre autor y lectores. De esta forma también se puede concentrar en contar la historia del Viaje Inesperado sin andarse mucho por las ramas, lo que el lector agradece en términos de ritmo y longitud de la narración.
Entiendo perfectamente que Peter Jackson ha tenido que hacer su trabajo dirigido al Gran Público, el cual muy posiblemente piense que Tolkien sea un modelo de estantería de Ikea. Entiendo también que tanto el señor Jackson como los productores del filme deseen crear sinergias con la trilogía de "El Señor de los Anillos" para que los que hayan visto aquella vean esta y viceversa, y así hacer más caja. Por estas dos razones me parece lógico que en esta película se quiera poner todo blanco y en botella para que el que no sepa nada lo pueda entender todo.
Pero no me ha gustado el resultado. Principalmente porque se le da a la historia una dimensión que no tenía originalmente: la de la guerra épica entre el bien y el mal. Puede parecer una chorrada, pero a la narración de una historia le pasa lo mismo que a la palabra "hijoputa": el tonillo es lo más importante.
"El Hobbit" era una novela de aventuras sin más pretensiones. La película es la enésima narración de la perenne lucha entre los buenos y los malos. El tono es totalmente diferente entre una y otra, y por ello no puedo decir que "El Hobbit" versión película sea "El Hobbit" versión novela.
¿Quiere esto decir que "El Hobbit: Un Viaje Inesperado" sea una mala película?. En absoluto. Posiblemente, yo fui al cine con mis expectativas basadas en el libro, y cuando estas no se han cumplido me ha sobrevenido cierta decepción. Sin embargo, para personas que no estén familiarizadas con la historia previa ni posterior de la Tierra Media, ver una película dónde te dejan las cosas claritas es un alivio.
De todas formas ello se ha conseguido incrementando la duración de la película, de manera que la narración de la misma a veces se va por las ramas explicando cosas que no corresponden (aunque si tengan que ver) con la trama auténtica: el viaje de 13 enanos y un hobbit hacia la guarida de un dragón. Para que os hagáis una idea, es como si en "Salvar al soldado Ryan" hubieran añadido una hora más de metraje mostrando las cuitas y discusiones en el cuartel general de Eisenhower acerca de si lanzaban o no la invasión, en que playas, etc.
Lo que más lamento es que de esta forma se rompe esa relación cómplice entre lector y escritor de la que he hablado más arriba. Ya no hay cosas que se dan por supuesto, y que no es preciso expresar con palabras (o imágenes, en el caso de una película). Ahora se cuenta todo porque se intenta llegar con la historia a todo el mundo, y al hacerlo, la relación entre creador y espectador en la historia ya no es tan especial, porque depende de un sobreentendimiento, sino meramente técnica, depende de las habilidades y medios técnicos puestos al servicio de la historia.
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