La partida prosigue a un ritmo inexorable. Me parece que fue ayer cuando escribí el post anterior sobre la misma y, aquí me hallo, escribiendo el siguiente. Muchas cosas siguen más o menos igual. Pero ha habido un par de cambios interesantes en la situación.
En el norte, la guerra Francia-Milán prosigue indecisa. Genova ya no es ni para el uno ni para el otro, sino para un tercero, como predije: Florencia. Esto parece haber arrastrado a la desesperación a Milan lo suficiente como para invadir territorio austriaco (en morado) en otoño. Ha conseguido una ventaja temporal con su maniobra, pero a cambio de extender su conflicto con Francia a otro país más. Ahora Francia y Austria estarán seguramente aliadas. Si leemos entradas anteriores, recordaremos que ya había una guerra entre Austria y Venecia. Es lógico pensar que si Austria se ha aliado con Francia, Milan se ha aliado con Venecia. Así, este año veremos que dos guerras separados, Francia-Milan y Austria-Venecia, se unen en una sola de Francia y Austria contra Milan y Venecia.
Austria ha ganado algo de terreno a Venecia, pero la traición milanesa y tres hambres en sus territorios le han supuesto un mazazo. Aún así, parece que se apresta para la defensa construyendo otra unidad. Venecia parece que le sigue el juego, pues no termina de decidirse entre combatir a Austria o al Papado. El avance de este último hacia el norte ha sido tocado por el hambre, el dominio veneciano del mar, y que solo puede pasar unidades una por una hacia el norte por Bologna. El Papado lo tiene crudo para atacar hacia allí. Tendría más exito atacando en un frente amplio hacia Florencia, pero eso tendrá que esperar. De momento, Florencia se mantiene durmiente y apoyando defensivamente a Roma.
La guerra en el sur prosigue por su cuenta independientemente de todo lo demás. Tras un buen primer año a Turquía todo parecía irle de rositas. La impresión se ha visto acrecentada porque ni en primavera ni en verano de 1455 Napoles hizo movimiento alguno. Turquia se confió y se lanzo a maximizar ganancias de territorio. Para ello desembarcó un ejercito en la bota italiana y dejo Palermo vacio para ir a por Cerdeña. El mazazo vino en otoño cuando el jugador napolitano volvió a la vida y a la partida y elimino al ejército turco y recupero Palermo. La conquista turca de Cerdeña apenas compensa de lo que ha perdido. Lo más importante es que Napoles ha podido construir una flota en Messina. Amenaza con separar de nuevo en dos mitades a Turquia y le disputa con fuerza renovada el dominio del mar. Es todo culpa del turco, por el cual he perdido buena parte del respeto que le tenía. Tendría que haberse concentrado en tomar Messina. Napoles no podía crear flotas desde Cerdeña.
En el norte, la guerra Francia-Milán prosigue indecisa. Genova ya no es ni para el uno ni para el otro, sino para un tercero, como predije: Florencia. Esto parece haber arrastrado a la desesperación a Milan lo suficiente como para invadir territorio austriaco (en morado) en otoño. Ha conseguido una ventaja temporal con su maniobra, pero a cambio de extender su conflicto con Francia a otro país más. Ahora Francia y Austria estarán seguramente aliadas. Si leemos entradas anteriores, recordaremos que ya había una guerra entre Austria y Venecia. Es lógico pensar que si Austria se ha aliado con Francia, Milan se ha aliado con Venecia. Así, este año veremos que dos guerras separados, Francia-Milan y Austria-Venecia, se unen en una sola de Francia y Austria contra Milan y Venecia.
Austria ha ganado algo de terreno a Venecia, pero la traición milanesa y tres hambres en sus territorios le han supuesto un mazazo. Aún así, parece que se apresta para la defensa construyendo otra unidad. Venecia parece que le sigue el juego, pues no termina de decidirse entre combatir a Austria o al Papado. El avance de este último hacia el norte ha sido tocado por el hambre, el dominio veneciano del mar, y que solo puede pasar unidades una por una hacia el norte por Bologna. El Papado lo tiene crudo para atacar hacia allí. Tendría más exito atacando en un frente amplio hacia Florencia, pero eso tendrá que esperar. De momento, Florencia se mantiene durmiente y apoyando defensivamente a Roma.
La guerra en el sur prosigue por su cuenta independientemente de todo lo demás. Tras un buen primer año a Turquía todo parecía irle de rositas. La impresión se ha visto acrecentada porque ni en primavera ni en verano de 1455 Napoles hizo movimiento alguno. Turquia se confió y se lanzo a maximizar ganancias de territorio. Para ello desembarcó un ejercito en la bota italiana y dejo Palermo vacio para ir a por Cerdeña. El mazazo vino en otoño cuando el jugador napolitano volvió a la vida y a la partida y elimino al ejército turco y recupero Palermo. La conquista turca de Cerdeña apenas compensa de lo que ha perdido. Lo más importante es que Napoles ha podido construir una flota en Messina. Amenaza con separar de nuevo en dos mitades a Turquia y le disputa con fuerza renovada el dominio del mar. Es todo culpa del turco, por el cual he perdido buena parte del respeto que le tenía. Tendría que haberse concentrado en tomar Messina. Napoles no podía crear flotas desde Cerdeña.
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