Hace pocos días he echado una partida al Conquest of the Empire, juego editado por Eagle Games y que está ambientado en el Imperio Romano. El manual contiene reglas para juego básico estilo "Risk", y las avanzadas que fueron las que utilizamos. Me habían contado que este juego avanzado era muy parecido al Struggle of Empires y he de decir que es totalmente cierto. En lugar de 3 guerras hay 4-5 (a elección), las rondas por guerra son 4-5 en lugar de 5-6 del Struggle. El sistema de subasta de alianzas es idéntico. Existe Unrest como en el Struggle y tiene efectos casi iguales. El sistema de puntuación es casi idéntico. Y el sistema de movimiento naval es parecido. También hay desarrollos, sólo que en lugar de ser fichas son cartas, lo cual me parece una mejora.
¿Con cuál me quedaría?. No lo dudé mucho mientras jugaba: prefiero el Struggle of Empires.
En el Struggle, cuando atacas a un jugador en una zona con influencia suya, al ganarle te llevas esa influencia. En el CoE tienes que 1º) moverte hasta donde está; 2º) atacarle y matarle TODAS las piezas; 3º) pagar para cambiar 1 ó hasta 2 de sus influencias. Eso son 3 acciones para conseguir algo que en el SoE te cuesta 2. En el CoE cada acción es más "costosa" porque hay 2 acciones menos por guerra que en el SoE. Además, el eliminar/ahuyentar a todas las piezas enemigas únicamente sirve para que los que sean aliados tuyos se aprovechen y pasen por la provincia para seguir comprando las influencias enemigas que queden sin tener que arriesgarse a un combate por ellas. Para añadir más sal a la herida, el combate - cuyo sistema de resolución no dejó totalmente satisfecho a nadie - tiene un desgaste muy alto tanto para el atacante como para el defensor.
Hay otra cosa que me molesta del CoE, y son los componentes del juego. El tablero es uno de esos superextensos mapas de Eagle Games, todo lujo, al cual calculo que le sobra como 5cm. de cada borde. Espacio en el que se hubiera podido imprimir información útil como los costes de cada unidad. Un tablero más pequeño puede ser menos espectacular, pero cabe más fácilmente en más de esas mesas que uno se encuentra por ahí. Lo peor de todo es que ni con un tablero tan grande tiene uno espacio en él para poner todas sus unidades. La culpa no la tiene el tablero, sino las fichas: son figuritas de plástico. En el SoE era muy fácil apilar las piezas, inspeccionar la pila, etc. En esta partida Sicilia era increiblemente pequeña para toda la cantidad de fichas que podía llegar a tener encima. Las figuritas de plástico son muy chulas, pero la pérdida de funcionalidad es tan grande que no compensa. En esta partida de CoE pudé comprender por fin porque en el SoE el mapa de Europa es tan desproporcionado en tamaño respecto a las colonias.
Una cosa que me gusta más del SoE es el sistema de los desarrollos. En el SoE todos los desarrollos están disponibles desde el inicio de la partida. En el CoE van saliendo paulatinamente - se sacan "al mercado" el doble de desarrollos que número de jugadores haya -. La elección es más amplia en el SoE, las estrategias disponibles desde un inicio, también. Esto último, sin embargo, es mera preferencia mía. Comprendo que haya gente que prefiera tener restringidas sus opciones para no caer en el "análisis-parálisis" que puede ser uno de los mayores quebraderos de cabeza en el SoE (sobre todo, si juegas con cierto tipo especial de personas). De las cosas buenas que he encontrado:
- Me atrae el modelo de reclutamiento de fuerzas.
- Los generales, que sirven para mover, reclutar, y comprar influencias. Este sistema le da más profundidad al juego.
- Las cartas de desarrollo, sobre todo las de voto senatorial, podían llegar a ser bastante interesantes.
Todavía no sé que pensar de las cartas de voto senatorial. Son muy potentes, pero como se pueden perder mediante votaciones, no me parece un problema tan serio. Lo que me preocupa es la regla por la cual el jugador con más influencia en Italia se lleva siempre una carta de senador del ganador de cada votación. Como no cuesta nada de nada convocar votaciones, me preocupa que, en cuanto un jugador tiene predominio en Italia se dedique a convocar votaciones indiscriminadamente para a) llevarse todas las cartas de voto senatorial, b) vaciar a los demás jugadores de cartas de senador.
- Me atrae el modelo de reclutamiento de fuerzas.
- Los generales, que sirven para mover, reclutar, y comprar influencias. Este sistema le da más profundidad al juego.
- Las cartas de desarrollo, sobre todo las de voto senatorial, podían llegar a ser bastante interesantes.
Todavía no sé que pensar de las cartas de voto senatorial. Son muy potentes, pero como se pueden perder mediante votaciones, no me parece un problema tan serio. Lo que me preocupa es la regla por la cual el jugador con más influencia en Italia se lleva siempre una carta de senador del ganador de cada votación. Como no cuesta nada de nada convocar votaciones, me preocupa que, en cuanto un jugador tiene predominio en Italia se dedique a convocar votaciones indiscriminadamente para a) llevarse todas las cartas de voto senatorial, b) vaciar a los demás jugadores de cartas de senador.
Mi valoración del CoE no es negativa en sí. Es un buen juego. Tan sólo ha tenido el infortunio de que me cruzase antes con el SoE, y en la comparación saliese perdiendo. Otra cosa a tener en cuenta es el coste económico. No pongo en duda que con el CoE recibes por cada euro mayor calidad que por cada euro invertido en el SoE, que tiene un tablero pequeño fichas de cartón (grueso) y colores estridentes. El problema es que para comenzar con el CoE tienes que apoquinar 60€ frente a 35€ del SoE (he sacado los precios de www.masqueoca.com). Para dos juegos que al final son tan parecidos en el fondo - que no en la forma - la verdad es que es para pensarte si vale la pena gastarte tanto más de dinero en espacio de tablero que no se usa, y fichas de plástico engorrosas.
En general comparto lo expuesto arriba. He jugado una vez a cada, al SoE, y al CoE versión avanzada y básica (esta era peor que el + simple risk)
ResponderEliminarPara la versión avanzada:
Hay una carta con la cual sobretasas tus provincias (da igual el nº que tengas), y recibes 50 monedas. Pues bien, tener esta carta produce un desequilibrio grande. El poseedor puede reclutar cada turno x esas 50 + lo que tenga x otras cosas. Adquiere una delantera enorme, y para contrarrestarla, tuvimos que emplearnos a fondo mi aliado y yo durante un turno entero simplemente para evitar que se fuera x goleada
Algunas cartas de desarrollo tienen un problema. 1º, tienes que gastar una acción en pillarla; luego al jugarla, se vota (x ejemplo, quién se lleva las levas de Italia), y puede ser que se la lleve otro, Así que encima te vas apaleado
Una cosa que es flagrante, es la inutilidad de casi todo terreno de juego: sólo son importante las provincias que puntúan, y entre estas, principalmente Italia. La mayor parte del mapa (las Germanias, y en general las provincias menos civilizadas, no sirven para casi nada). Para mí es algo absurdo
En fin, espero no volver a verlo