martes, 1 de febrero de 2022

Mr. Robot

Hace pocos días que he terminado de ver Mr.Robot. Una serie norteamericana de 4 temporadas que en estos momentos se pueden ver en la plataforma Netflix. Me he dicho "!menudo final! ¡tengo que escribir sobre esto!". Y aquí estoy. Mi problema ahora es - como tantas otras veces - por dónde empiezo.


Si bien ahora me he visto las 4 temporadas "del tirón" en el espacio de dos meses, lo cierto es que ya había visto la primera temporada allá por 2015 cuando se estrenó. Ya entonces me impactó. En retrospectiva, esta impresión se debía en buena parte al personaje protagonista y las similitudes que le veía con el protagonista otra serie que había estado viendo hasta poco antes y que también me había gustado bastante.


El personaje principal de Mr. Robot es Elliot Anderson (interpretado por Freddy Mercury), quien nada más empezar el primer capítulo se nos presenta como una especie de superhéroe con doble vida. Empleado de informática durante el día, hacker justiciero durante la noche. Otra característica de Elliot es que está muy mal de la azotea. Lo digo muy en serio. De hecho, decir que está muy mal de la azotea no llega a dar la impresión ni de una centésima parte de la enorme disfunción mental que tiene este chico. Los problemas mentales del protagonista también están bastante presentes desde el primer episodio porque, aparte de hacer visitas regulares a una loquera, Elliot mantiene una conversación en silencio con un amigo imaginario que somos nosotros, los espectadores. "Hello, friend" es como comienza a menudo la voz en off del actor explicándonos su mundo interior y porque hace muchas cosas.


Si un personaje así de peculiar y trastornado ya resulta de por sí un gancho para la historia, en mi caso la atracción era mayor puesto que anteriormente había estado viendo durante años otra serie llamada Dexter con un protagonista que daba nombre al serial y que guardaba muchos paralelismos con Elliot. También llevaba una doble vida - médico forense durante el día y asesino psicópata justiciero de noche -, también estaba trastornado mentalmente - era un asesino psicópata, lo repito por si a alguno le parece una condición mental normal - y también explicaba sus acciones y pensamientos a través de mesmerizantes peroratas en off. "Tonight is the night", comenzaba el muy cabrón cuando salía a cazar a alguna de sus víctimas, cabronazos peores que el propio Dexter y que se tenían merecida la muerte.


Dexter fue una serie que estuve viendo durante años, pero que estiraron hasta 9 temporadas y acabó degenerando. Yo lo dejé creo que en la 5ª... en la que sale John Lithgow, en todo caso, y creo que vosotros deberíais hacer lo mismo si alguna vez la veis.


Así que allí estaba yo, en 2015 viendo Mr. Robot subtitulada en román paladino y con reminiscencias de otra serie que me había gustado mucho. Me tragué la primera temporada (10 capítulos) de un tirón en una semana. No era sólo que me recordase a Dexter, es que el ritmo de Mr. Robot es bastante endiablado lo mismo que la serie del asesino, y en ambos casos se debe a esa doble vida que ambos intentan mantener a toda costa de forma simultánea e independiente la una de la otra frente a constantes accidentes e intrusiones de otros personajes. Cada episodio tiene un desarrollo importante de la trama, una sorpresa. Y el creador y director de Mr. Robot, Sam Esnail, no se corta a la hora de recurrir a un recurso tan manido como es el cliffhanger de toda la vida.


Y al acabar esa primera temporada, me quedé con ganas de más. Pero la vida y cierta complejidad (ejem, ejem) a la hora de acceder a las nuevas temporadas a medida que iban saliendo dejaron a Mr. Robot aparcada en una esquina de mi mente, hasta que apareció en la lista de Netflix y la volvía a tener a mi disposición, enterita y con sólo pulsar un botón.


Gracias a lo cual he podido verme la serie entera (incluida la 1ª temporada de nuevo) de pe a pa en dos meses, lo que para mí es una velocidad vertiginosa. Cada temporada tiene entre 10 y 14 (la última) capítulos, la mayor parte de los cuales duran alrededor de 45-50 minutos, aunque de cuando en cuando alguno se estira hasta poco más de 60 minutos. Como ya he dicho, el ritmo de la serie es un tanto frenético. Cada episodio desarrolla la trama y te sorprende con giros de guion, o con nuevas revelaciones sobre los personajes. A menudo, especialmente al comienzo de algunos episodios, la narración hace una retrospectiva (muchos lo conocerán en inglés como flashback) que profundiza en los personajes o revela aspectos de la historia.


Pero lo que para mí más caracteriza esta serie es su tratamiento de la demencia y el ciberpunk.


Elliot está loco. No hay otra forma de ponerlo. No es el primer personaje de ficción que está loco. Pero Mr. Robot logra como pocas series o películas ponernos en el lugar del demente y nos transmite la visión del mundo desde el pozo de su trastorno. También vemos la locura de Elliot desde fuera. Desde las personas que le rodean y que a veces sufren por ello o se quedan tan perplejas como él mismo cuando la realidad choca contra su locura como un tren de mercancías descarrilado. A veces resulta fascinante, otras dramático - Elliot sufre por su demencia -. Lo que es seguro es que parece que el creador de la serie - Sam Esnail - está jugando con nuestras mentes como lo hacía Shyamalamama... bueno, el director y guionista de El Sexto Sentido, El Protegido y esas otras películas con giros de guion que cada vez va a menos el hombre. Pues Sam Esnail hace eso, pero bien.


Lo del ciberpunk es una cosa mía. Este 2021 me he leído Neuromante, la novela fundadora de este subgénero de la ciencia-ficción. No me ha gustado, y creo que no estoy sólo teniendo esta opinión. Y sin embargo, le reconozco cierta genialidad a la hora de innovar y crear una ambientación que muchos autores posteriores de novelas, películas, y juegos de mesa y ordenador han copiado de William Gibson. Para quien no esté al tanto. El Ciberpunk es una ambientación de ciencia-ficción que tiene lugar en nuestro planeta en un futuro no muy lejano (unas cuantas décadas, como mucho un siglo) y entre cuyas características yo destacaría: un medio ambiente degradado, una depresión económica y social de posguerra, un mundo regido por mega-corporaciones un rato fascistas, un predominio de la criminalidad y la economía sumergida entre la población general, un gran desarrollo de la computación y la inteligencia artificial, integración de la tecnología con el ser humano creando híbridos mitad humanos mitad máquinas. Y montones de basura, chatarra, y desechos.


Pues bien. Para mí Mr. Robot es ciberpunk. O más precisamente, recrea ese momento en el que el mundo tal como lo conocemos cruza una frontera mágica y se convierte en ciberpunk. Es el mundo de hoy en día, mas con muchas trazas de ciberpunk reconocibles en él. Las megacorporaciones de las narices juegan un papel muy importante en la trama, con los gobiernos nacionales como sus títeres. Existe un descontento general entre la población desencantada. En este sentido creo que Mr. Robot tiene bastante de anarquista y absorbe mucho del espíritu del movimiento Occupy Wall Street e incluso utiliza imágenes de archivo de sus manifestaciones. Y luego está el hackeo. Los asaltos digitales son una constante en la serie. Hay algunos episodios que tratan únicamente acerca de un hackeo en concreto y que son trepidantes tramas de acción. Yo apenas sé algo de informática, pero la serie hace parecer que Elliot y sus comparsas hacen piruetas con los ordenadores, casi como aquellos personajes del ciberpunk que se enchufan directamente a terminales y las controlan con la mente. Algunos no habrán hecho esta asociación entre la serie y la trama. Es bastante posible que Sam Esnail no pensase en ciberpunk para nada al hacer esto. Pero yo, gracias a haber leído Neuromante, sí, lo mismo que en su momento vi una relación entre Elliot Anderson y Dexter.


Así que para mí Mr. Robot es una serie muy recomendable si estás dispuesto a emocionarte con una trama trepidante, giros de guion, y un doble submundo de demencia y hackeo. Absténganse por favor los que prefieren una narración costumbrista, un drama romántico, o simple entretenimiento descerebrado. Oye, son opciones tan buenas como cualquier otra, pero Mr. Robot es un tanto intensita para ti. Tiene buen ritmo, buenas actuaciones (un guiño al importante papel que tiene Christian Slater, al que creía muerto y enterrado en los 90), sorpresas hasta el mismo final, unos personajes a los que vas cogiendo cariño... En fin, que yo he pasado un buen rato con esta serie y tenía que compartirlo.

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