sábado, 15 de enero de 2022

Batelíne

Voy a hacer otra reseña como ya he escrito docenas en este blog. Y sin embargo esta es un tanto inusual por el tipo de juego que comento aquí. Damas y caballeros, hoy vamos a tratar... Battle Line.


O Batelíne, que era como le decíamos a este juego (en oposición a "Batelaine", que sería más aproximado a la pronunciación en inglés) hace muchos años cuando lo ponía en mesa de forma bastante constante. Hace ya muchos años que no lo juego, pero cuando si lo hacía tuve docenas de partidas con él, puede que más de 100. Este es el motivo por el que he pensado comentarlo aquí. En cuanto explique el juego entenderéis porque jugué tantas partidas. El porque ya no lo juego deriva más de mis circunstancias, pero intentaré aclararlo también.


Battle Line es un juego para dos personas publicado por GMT por vez primera en 2000 y que ya tiene (según su página) 10 ediciones (esta metido el pre-order de la 11ª, aunque yo sólo cuento 9 ediciones de GMT publicadas) con esta casa. Solamente lo supera el Twilight Struggle incluyendo sus versiones hiperlujo. Es para dos jugadores únicamente, y su diseñador es el mundialmente reconocido Reiner Knizia. Por lo que parece este señor tiene publicado otro juego casi igual pero menos conocido con el título Schotten Toten.


Creo que compré Batelíne en tienda por alrededor de 20€, precio que mantiene más o menos constante hoy en día. Con tantas ediciones creo que se puede encontrar alguno de segunda mano sin demasiada complicación. Si os interesa el juego como consecuencia de esta reseña yo me mantendría a la espera de que alguno saque su copia a la venta. También hay un Battle Line Medieval que es el mismo juego con ambientación y maquetado diferentes y del que quedan existencias en tiendas.

Los componentes del juego tal como vienen en la caja, fotografiados por alguien con su móvil sobre el suelo de la cocina. Si alguien conoce al individuo/a que hizo la foto, que por favor le recomiende cambiar las baldosas. Esas son horribles.

El juego viene contenido en una pequeña cajita con inserto que contiene un mazo de 60 cartas de tropas en 6 colores numeradas del 1 al 10, otro de 10 cartas de tácticas, un reglamento, y 9 peones rojos que sirven de "banderas" para el juego. La temática del juego son las batallas de Alejandro Magno, en las que básicamente una línea de tropas se enfrentaba a otra línea de tropas enemigas que tenía enfrente. El maquetado de Batelíne recrea por tanto batallas de la era antigua con figuras de soldados helenísticos en las cartas cortesía de Rodger MacGowan, un señor que hizo todo su trabajo artístico hace 30 años y desde entonces ha vivido de ello haciendo poco más. Pero oye, que está bien. La decoración del juego es funcional y suficientemente evocativa. Finalmente, hay un pliego de reglas de 4 páginas, porque este juego no da para más. Y tanto es así, que incluso me voy a tomar la molestia de describir aquí como se juega.

Una vista de los componentes que da idea del maquetado de las cartas. Las figuras de los soldados llevan décadas empleándose en wargames de batallas de la Antigüedad.

La mesa de juego constituye el campo de batalla entre los dos jugadores, y a tal efecto se divide en dos mitades colocando las 9 banderas en medio en una fila con suficiente espacio para que a cada lado de esa línea cada jugador pueda colocar una fila de cartas. Los mazos de cartas de tácticas y de tropa se sitúan cada uno en uno de los extremos de esta línea. Acto seguido cada jugador toma recibe 7 cartas de tropa del mazo de 60. Y entonces pueden comenzar a jugar alternándose entre uno y otro. Empieza un jugador al azar o a patadas en los cojones, empiezo yo.

Colocación inicial para una partida de Battle Line

El turno de un jugador consiste en jugar una carta, robar una carta. Puede jugar una carta de tropa colocándola de su lado junto a una bandera, con un límite de 3 cartas por bandera por jugador. También puede jugar una táctica, aunque un jugador que ya ha jugado 1 táctica más que su adversario tiene prohibido jugar más al menos hasta que su adversario decida jugar al menos 1 táctica también. El juego procede de esta forma hasta que uno de los dos jugadores gana al conquistar 5 de las 9 banderas o 3 banderas consecutivas.


¿Cómo se ganan las banderas? En esto podéis decir que el Batelíne es un juego de poker. Básicamente se trata de demostrar con las cartas (de tropa, las tácticas no se tienen en cuenta) que hay puestas sobre la mesa que tenemos una "combinación" (que en términos del juegos se denomina "formación") mejor que la de nuestro adversario para esa bandera. La mejor jugada es la escalera de color, seguida del trío (tres cartas de igual valor), después van 3 cartas del mismo color en cualquier orden, tras eso la escalera sin color, y finalmente cualquier combinación de cartas sin orden ni color común. En caso de que una bandera se la disputen dos combinaciones del mismo tipo, la que tiene mayor valor numérico gana. Si hay dos combinaciones iguales y del mismo valor enfrentadas una bandera se puede quedar indecisa.

Una imagen vale más que mil palabras, y ahí tenéis las formaciones de Battle Line en orden de valor de arriba a abajo.

Para evitar cosas como esta última están las cartas de táctica. Varias de ellas son comodines y el resto hacen cosas más o menos cucas como quitar una carta del adversario en una bandera y arruinarle así una formación, o echar un vistazo en las primeras cartas del mazo de tropa. En general no son cartas muy poderosas en sí mismas, pero jugadas en el momento adecuado pueden ser decisivas. Están bien porque le dan variabilidad al juego. Sin ellas sería muy repetitivo. Siempre sienta bien recordar que ganaste aquella partida porque jugaste esa táctica en el momento preciso. O sientes la tensión porque estás metido en un lío y estiras la mano para robar del mazo de táctica a ver si te toca justo esa carta que necesitas.

Un detalle de una partida en curso. La bandera de en medio ha sido reclamada porque la escalera 2-3-4 de color morado supera lo que tiene enfrente. En la bandera que hay justo a la izquierda, la escalera naranja 4-5-6 no puede reclamar la bandera aún porque puede ser igualada por otra amarilla. No podría ser superada, no obstante, porque el 7 amarillo ya ha sido puesto en la mesa en la bandera reclamada.

Para indicar que se ha ganado una bandera (lo que el juego denomina "reclamar una bandera"), el jugador la desplaza sobre su fila de cartas en su lado de la mesa. Esto se puede hacer sólo en tu turno, y el reglamento admite como variantes hacerlo antes (variante difícil) como después de haber jugado carta (variante fácil). Para reclamar una bandera no es preciso esperar a que tu oponente haya colocado 3 cartas en su lado de la bandera. Si puedes demostrar con las cartas de tropa que ya hay colocadas encima de la mesa en cualquier bandera que esa bandera ya está decidida, te la puedes llevar antes de que tu enemigo haya puesto más cartas allí. Por ejemplo, si yo tengo una escalera de color 7-8-9 en una bandera, y mi oponente tiene un 4 colocado en ella, él no podrá hacer una escalera mayor que la mía (a lo más a lo que puede aspirar es a un 4-5-6) y la puedo reclamar. No se pueden reclamar banderas en las que no tengas tú 3 cartas. Una vez se ha reclamado una bandera está decidida para el resto de la partida y no se pueden jugar más cartas sobre ella.


Batelíne es un juego que se resuelve en 10-15 minutos, bastante ágil, simple de narices, dependiente de la suerte que tengas al robar del mazo, en el que unas pocas partidas serán aburridas pero se deciden rápido, en otras tienes que pelear más, y unas cuantas tienen decisiones agónicas y se juegan con tensión hasta la última carta. A menudo tienes que limitarte a gestionar tu miseria, echando cartas reguleras en banderas no decisivas (las de los extremos) u otras que ya sabes perdidas. Cuando tienes buenas cartas tampoco se trata de echar escaleras de color como un loco o tu adversario intentará usar esas banderas como "basurero" donde echar sus cartas malas antes de que las puedas reclamar, o te jugará una táctica para echar por tierra tu jugada. En ocasiones hay que saber esperar. "Cerrar" huecos - reclamar una bandera en la que el oponente todavía puede jugar cartas - es una manera muy efectiva de meterle presión a tu adversario y obligarle a echar cartas que no quiere en banderas aún por decidir. A pesar de la influencia de la suerte, en Batelíne hay espacio para tomar decisiones relevantes, y al final resulta ser un pequeño juego con una profundidad de estrategia mayor de la que aparenta. 


Y si. Esto que he reseñado es un euro con el tema pegado. Más exactamente, es lo que se denomina un "filler", un juego de relleno para cuando tienes un rato libre y no sabes que hacer. Como ya he dicho esto lo jugué bastante en su tiempo, hace ya 16-19 años cuando estaba en ese club de rol de Majadahonda que he mencionado en mi anterior entrada. Las reuniones allí eran recurrentes pero informales. Nos reuníamos los viernes por la tarde, pero no había obligación de avisar si pensabas aparecer o no. Yo era bastante regular, y mientras esperaba la llegada de más gente para jugar a algo de más enjundia, sacaba esto y echaba unas rondas. También venía bien si una partida acababa pronto y en otra sala de aquel centro de juventud el resto de colegas estaba bregando con otro juego, yo y otro de los que habíamos terminado pasábamos el rato con unas rondas de Batelíne hasta que los demás salían y podíamos irnos todos juntos por ahí. Tengo gratos recuerdos de aquella época, y este juego me los trae a la memoria.


El tiempo presente no es peor, sino diferente. Aquel club y su rutina pertenecen ya a mi pasado. Ahora quedo de manera más formal, con tal y tal gente para jugar a esto. Hay menos tiempos de espera, y si los hay prefiero emplearlos para charlar con la gente, conocerlos un poco, y así demostrar (a mi mismo también) que no soy un jodido asocial. Queda mi caja de Batelíne, que está hecha migas. Más tiras de celo que cartón. Las cartas intactas gracias a las fundas que tuve que cambiar una vez porque las primeras habían cogido una capa de mugre. No es el único filler del mercado, ni seguramente el mejor. Es un poco fútil reclamar cual es el mejor filler, porque no es un tipo de juego que requiera mecánicas muy complejas. Que sea sólo para 2 jugadores puede ser un inconveniente. Pero a mi me sirvió bien, me entretuvo, y todavía lo mantengo. Y quien sabe, si en otra ocasión tengo un ratito libre...

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