viernes, 16 de octubre de 2015

Asimov como historiador

Yo tenía 11 años y aquella tarde me encontraba sólo en casa. Aburrido y sin nada que hacer. En aquella época mi tiempo libre estaba principalmente dedicado a leer. Aquel día ya no me quedaban libros propios que leer, así que me dirigí hacía la gran librería donde mis padres acumulaban sus libros.

Era una librería grande. De madera. Ocupaba una pared entera. Creo que ni subido a una silla podía llegar al estante más alto. Aún así, había bastantes libros en las estanterías inferiores. Me puse a sacarlos uno a uno. Echaba un vistazo a la portada, leía el resumen del contenido, y lo volvía a dejar en el hueco que ocupaba en el estante.

En aquel entonces leía sobre todo novelas. La mayor parte de aventuras. Mi lectura más importante de aquel año había sido El Señor de los Anillos, que me había parecido colosal.

No era la primera vez que me quedaba sin algo que leer. Ni tampoco era la primera vez que, por leer algo, echaba mano de lo que mis padres guardaban en aquel gran mueble. De esa misma forma había comenzado a leer novelas de Agatha Christie antes de los 10 años.

Si. Era un niño algo raro.

Aquel día, tras revisar varios libros, saque del estante uno que ya había mirado en otras ocasiones y había retornado a la estantería con bastante rapidez. En la portada había un detallado dibujo de un indio norteamericano tocado con un espectacular plumaje. El problema era el título. "La Formación de América del Norte" no es un título que llame especialmente, y menos aún niño que, aunque puede leer de todo, prefiere las aventuras.

El resumen en el reverso del libro tampoco era mucho más motivador. Ya me había topado con ese libro y lo había devuelto al estante sin apenas mirarlo varias veces. Mi propio aburrimiento me empujo a abrir el libro por la primera página y leer el comienzo, sólo por probar a ver.

De estar sentado junto a la librería pase a sentarme en el sofá-cama que había en aquella habitación. Terminé las doscientas y pico páginas de "La Formación de América del Norte" uno o dos días más tarde.

Ni que decir tiene que el libro me encantó. Pero también me sorprendió. Jamás había imaginado que leer ensayo fuera algo tan entretenido. Mi interés por la historia ya se había despertado por la retransmisión de una serie documental de la BBC sobre historia militar durante un verano, y por los juegos de NAC que veía en la gran superficie cuando acompañaba allí a mi madre. El "terreno" mental puede que estuviera, pues, "preparado", pero lo cierto es que "La Formación de América del Norte" marcó un hito en mi vida por el cual, hoy en día, la mayor parte de las obras que leo son de divulgación. Especialmente sobre historia.

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En la solapa posterior de aquel libro se hacía mención de más libros de historia del mismo autor. Con el tiempo me los fuí comprando todos. Los 14. 4 de ellos, incluido el que me inició, trataban de historia de los Estados Unidos hasta 1918. 2 trataban acerca de la historia romana antigua, con otro que contaba la historia del Imperio Bizantino. Otros 3 contaban historia europea medieval, uno de ellos en general y los otros dos centrados en Francia e Inglaterra. Otros cuatro contaban la historia de diversos pueblos de la Antigüedad: los egipcios, los griegos, y los habitantes tanto del Levante Mediterráneo como de Mesopotamia. Mis libros favoritos son "El Cercano Oriente" y "La Formación de Francia".

El autor de todos estos libros era Isaac Asimov.

Asimov es un autor muy conocido, sobre todo en los ámbitos más "frikis". Esto es así porque es uno de los autores más reconocidos de ciencia-ficción. Sobre todo por su "Trilogía de la Fundación". Lo curioso en mi caso es que - al menos en mi memoria - antes de leer sus libros de historia yo no conocía su faceta de autor de ficción. Se puede decir que yo conocí a Asimov al revés que todo el mundo, primero como divulgador de conocimiento y después como autor de ficción.

Siendo así, escribo esta entrada para partir una lanza a favor del Asimov menos conocido y recomendar sus libros de historia. Son una lectura bastante amena a la par que informativa, con unas 200 y pico páginas cada uno. Están publicados como libros de bolsillo por Alianza Editorial a un módico precio. Así que son fáciles de encontrar, y además en castellano.

Cuando, tras haberme leído ya casi todos los libros de historia de Asimov, leí su "Fundación", no me sorprendió que la "psicohistoria" que forma uno de los pilares de la narración de la novela tuviera mucho que ver con la perspectiva histórica de Asimov tal como es narrada en sus libros. La visión general de sus obras de divulgación histórica es que, si bien hay tendencias generales que es casi imposible resistir y que determinan muchas veces el curso de los eventos, ocasionalmente también aparecen personajes que, por su mera capacidad y genio, son capaces de marcar un nuevo curso a poblaciones y regiones enteras. La adecuada mezcla entre unas (las tendencias) y los otros (los líderes) en su narración histórica ayuda a que ésta sea emocionante.

Estos libros de divulgación histórica - más que "de historia", porque Asimov era más bien un historiador amateur - son ya algo "antiguos". Fueron escritos hace 40-50 años. Hay que tener en cuenta esto porque, aunque el autor toma una posición lo más objetiva posible respecto a los temas que trata, no puede evitar recoger las opiniones de expertos en Historia de la época en la que compilo sus obras, y esas opiniones hoy en día han sido revisadas o superadas a la luz de nuevos documentos, datos, o nuevos puntos de vista.

También hay que entender que son unas obras que narran de forma general - a veces bastante general - los períodos históricos que tratan. Naturalmente, se pierde mucho en el detalle. ¿Cómo si no meter, por ejemplo, 1.000 años de historia del Imperio Bizantino en sólo 200 y pico páginas?. Sin embargo, esa falta de precisión queda más que compensada por lo ameno de los libros y el firme y directo estilo en el que están escritos. Hay que entender estos libros como "introductorios". Y en este aspecto, son muy buenos libros introductorios. Si a uno le interesa un tema en particular, ya tendrá tiempo de buscar libros más detallados que le será más fácil leer gracias a la curiosidad despertada por la obra introductoria.

Ya no soy aquel niño de 11 años sólo y aburrido en casa. Pero de todas las experiencias que me han hecho lo que soy ahora, aquella por la cual me topé con la Historia y se despertó mi interés por ella y, como consecuencia de ello por los juegos de guerra y de mesa, es una de las que mejor han aguantado el paso del tiempo. Recientemente le presté uno de estos libros de historia a un compañero de trabajo que estudia la carrera de Historia, y me sorprendió lo enganchado que se quedó alguien que ya lee bastante del tema. Poco después, me volví a leer "La Formación de América del Norte" y aunque no retorne a mi infancia, me he vuelto a divertir como un enano.

2 comentarios:

  1. oh parece la historia de mis 11 años. (salvo que el asimov que yo leí con esa edad era el de los propios dioses)

    te adjunto el enlace a una foto que acabo de ver, quien sabe si te hace la misma gracia que a mi,

    https://scontent-mad1-1.xx.fbcdn.net/hphotos-xfp1/v/t1.0-9/75753_487539214604695_967410357_n.jpg?oh=e9a432d89d891365e762de7620645f34&oe=56D1C80D

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