Los que quieran saltarse todo el rollo e ir directamente al grano, saltad directamente al segmento titulado 3. La explicación propiamente dicha y leed únicamente eso. El resto de gente con demasiado tiempo que perder, que se lo lea todo.
Comprar un juego es tan sólo una parte del proceso de su disfrute y - a juzgar por lo extenso de algunas colecciones - debe ser la parte más fácil. Pero la culminación de ese proceso de disfrute de un juego tenemos que traerlo a la mesa y para ello nos hace falta aprender las reglas y saber explicarlas.
Comprar un juego es tan sólo una parte del proceso de su disfrute y - a juzgar por lo extenso de algunas colecciones - debe ser la parte más fácil. Pero la culminación de ese proceso de disfrute de un juego tenemos que traerlo a la mesa y para ello nos hace falta aprender las reglas y saber explicarlas.
Leer reglamentos, aprenderlos, interiorizarlos y memorizar el esquema que nos intentan traspasar es una tarea intelectual que cada jugador llevamos a cabo internamente. Cada uno por su cuenta. Al ser un proceso tan privado encuentro bastante difícil dar consejos acerca de como hacerlo. Lo único que puedo hacer es constatar que los reglamentos de hoy siguen estando igual de mal y de bien redactados que antes, pero que ahora con internet, sus foros, sus vídeos, y todos sus recursos hacen en general que la monacal tarea de leer reglamentos sea más fructífera.
¡Hala! ¡Dale duro al reglamento del ASL! |
Transmitir esas reglas a otros - explicarlas - es una tarea cuyos resultados son evidentes en nuestro entorno exterior. La capacidad intelectual que ayuda a leer reglas y comprenderlas es indudablemente una gran ayuda cuando hace falta explicarlas, pero también se ponen a prueba más capacidades aparte de las intelectuales - como nuestra capacidad de comunicación, la empatía, y el uso correcto y claro del lenguaje - por lo que me puedo atrever a decir que explicar reglas es más difícil que leerlas.
No sólo son más difíciles, sino también más importantes. En muchas ocasiones - no en todas, como ya indicaré - el hecho de que un juego se juegue o no dependerá en última instancia de que alguien sea capaz de explicar sus reglas de manera efectiva para que los demás jugadores puedan saltar directamente a la experiencia que el juego y sumergirse en ella sin tener que preocuparse por detalles e interrupciones. La gente aprecia de verdad a los que pueden hacer algo así, y en mi experiencia con diferentes grupos de jugadores me he llevado la impresión de que el que se llevaba el gato al agua y decidía qué juegos se ponían en mesa y cuando es aquel miembro del grupo que mejor sabía explicar las reglas, incluso aunque fuera otro el que hubiera comprados los juegos.
En resumen, que explicar bien reglamentos es tal vez más importante que tener una gran colección de juegos.
Inicialmente había pensado titular esta entrada "Cómo explicar reglas". Pero eso es algo pretencioso. Me he encontrado y me encuentro con bastantes personas que explican reglas de manera satisfactoria. Y me alegro por ello cuando sucede porque me quitan un trabajo de encima. Entiendo que no todo el mundo explica reglas como yo lo haría, y si yo expongo aquí mi manera de hacerlo es con la intención de servir de inspiración, de la misma forma que otros me han servido de inspiración a mí.
Parte de mi sistema de explicar reglas se basa en seguir un esquema por el cual se presentan las fases del juego de manera secuencial una tras otra, ordenadas en una línea temporal. Para explicar cómo yo explico reglas seguiré ese mismo esquema.
1. Preparación.
Tienes el juego que estabas esperando y aspiras a que otros jueguen a él contigo. Para ello antes hay que saber cómo se juega, y ello requiere cierta preparación que en su esencia más mínima consiste en leerse el reglamento. No pocas veces - sobre todo si son juegos muy sencillos o breves - puede bastar con eso. Sin embargo, no son pocos los que han evolucionado desde unos primeros juegos sencillos a otros más complejos y siguen creyendo que con leerse las reglas basta como cuando comenzaron con la afición.
Entender un juego puede llegar a ser un trabajo en si mismo. Como tal, cuanto mayor tiempo y esfuerzo dediquemos, mejores posibilidades tendremos de que la explicación del juego sea exitosa. Si se lee el reglamento es recomendable hacerlo con el tablero del juego y los componentes extendidos ante nosotros. Además de eso podemos imprimir ayudas de juego, FAQs, consultar foros, y mirar videos. Durante todo este proceso puedes tomar notas, que te pueden ayudar a preparar un pequeño guión para cuando vayas a explicar el juego más adelante.
Este guión, ya sea escrito en una hoja de papel o memorizado en vuestras cabezas, no tiene porque seguir el mismo esquema que el manual de reglas. No recomiendo para nada explicar las reglas de la misma forma que vienen en el manual, como si lo estuviéramos leyendo en voz alta. A mí me lo han hecho y ha sido una catástrofe. La palabra escrita y la palabra hablada son dos medios diferentes que tienen cada uno sus propias reglas de uso y una efectividad diferente según que caso.
Ya sé que son muchas cosas que hacer. Pero no digo que lo hagáis con todos los juegos. Explicar a otras personas el Alhambra, el Carcasonne, o el Colonos de Catán no requiere de tantas cosas, pero si te enfrentas a un juego de guerra con más de veinteipico páginas de reglas, 200 fichas, y una duración prevista de dos sesiones de 6 horas tienes que prever que puedes tener muchos conflictos con las reglas. Tantos, que invertir tiempo previamente para resolverlos va a resultar en beneficio de todos.
2. Saber hasta donde llegar.
Hace años convencí a dos amigos para jugar juntos a Europe Engulfed, un wargame de bloques sobre la Segunda Guerra Mundial a nivel estratégico en Europa. Una vez todos sentados me lancé a explicarles las reglas del juego. Todas ellas. Me escucharon atentamente, interrumpiéndome de manera educada de cuando en cuando para hacer alguna pregunta bastante conveniente y que siempre les agradecí. Pero cuando terminé habían pasado casi dos horas. Yo estaba bastante agotado y aunque mis dos amigos daban muestras de haber retenido buena parte de lo que les había acabado de contar, me dí cuenta que al haberles pedido que atendieran tan prolongada charla tal vez había exigido de demasiado de ellos.
Antes de saber si vas a explicar unas reglas tienes que saber hasta dónde tienes que llegar en términos de complejidad del reglamento y tiempo de la explicación. Francamente, hay un límite para lo que una persona puede absorber de otra en una explicación larga y detallada que requiere mucha atención.
En mi experiencia el límite está en unos 30-40 minutos. Si el chorreo que vas a soltar va a ser más largo, mejor vete buscando alternativas como que cada uno se lea el reglamento en casa, o lanzarse a jugar directamente para ir aprendiendo sobre la marcha con el manual de reglas abierto en una mano.
3. La explicación propiamente dicha.
En mi forma de explicar reglas sigo un orden bastante específico que, de principio a final, va así:
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Inicialmente había pensado titular esta entrada "Cómo explicar reglas". Pero eso es algo pretencioso. Me he encontrado y me encuentro con bastantes personas que explican reglas de manera satisfactoria. Y me alegro por ello cuando sucede porque me quitan un trabajo de encima. Entiendo que no todo el mundo explica reglas como yo lo haría, y si yo expongo aquí mi manera de hacerlo es con la intención de servir de inspiración, de la misma forma que otros me han servido de inspiración a mí.
Parte de mi sistema de explicar reglas se basa en seguir un esquema por el cual se presentan las fases del juego de manera secuencial una tras otra, ordenadas en una línea temporal. Para explicar cómo yo explico reglas seguiré ese mismo esquema.
1. Preparación.
Tienes el juego que estabas esperando y aspiras a que otros jueguen a él contigo. Para ello antes hay que saber cómo se juega, y ello requiere cierta preparación que en su esencia más mínima consiste en leerse el reglamento. No pocas veces - sobre todo si son juegos muy sencillos o breves - puede bastar con eso. Sin embargo, no son pocos los que han evolucionado desde unos primeros juegos sencillos a otros más complejos y siguen creyendo que con leerse las reglas basta como cuando comenzaron con la afición.
Entender un juego puede llegar a ser un trabajo en si mismo. Como tal, cuanto mayor tiempo y esfuerzo dediquemos, mejores posibilidades tendremos de que la explicación del juego sea exitosa. Si se lee el reglamento es recomendable hacerlo con el tablero del juego y los componentes extendidos ante nosotros. Además de eso podemos imprimir ayudas de juego, FAQs, consultar foros, y mirar videos. Durante todo este proceso puedes tomar notas, que te pueden ayudar a preparar un pequeño guión para cuando vayas a explicar el juego más adelante.
Este guión, ya sea escrito en una hoja de papel o memorizado en vuestras cabezas, no tiene porque seguir el mismo esquema que el manual de reglas. No recomiendo para nada explicar las reglas de la misma forma que vienen en el manual, como si lo estuviéramos leyendo en voz alta. A mí me lo han hecho y ha sido una catástrofe. La palabra escrita y la palabra hablada son dos medios diferentes que tienen cada uno sus propias reglas de uso y una efectividad diferente según que caso.
Ya sé que son muchas cosas que hacer. Pero no digo que lo hagáis con todos los juegos. Explicar a otras personas el Alhambra, el Carcasonne, o el Colonos de Catán no requiere de tantas cosas, pero si te enfrentas a un juego de guerra con más de veinteipico páginas de reglas, 200 fichas, y una duración prevista de dos sesiones de 6 horas tienes que prever que puedes tener muchos conflictos con las reglas. Tantos, que invertir tiempo previamente para resolverlos va a resultar en beneficio de todos.
2. Saber hasta donde llegar.
Hace años convencí a dos amigos para jugar juntos a Europe Engulfed, un wargame de bloques sobre la Segunda Guerra Mundial a nivel estratégico en Europa. Una vez todos sentados me lancé a explicarles las reglas del juego. Todas ellas. Me escucharon atentamente, interrumpiéndome de manera educada de cuando en cuando para hacer alguna pregunta bastante conveniente y que siempre les agradecí. Pero cuando terminé habían pasado casi dos horas. Yo estaba bastante agotado y aunque mis dos amigos daban muestras de haber retenido buena parte de lo que les había acabado de contar, me dí cuenta que al haberles pedido que atendieran tan prolongada charla tal vez había exigido de demasiado de ellos.
Antes de saber si vas a explicar unas reglas tienes que saber hasta dónde tienes que llegar en términos de complejidad del reglamento y tiempo de la explicación. Francamente, hay un límite para lo que una persona puede absorber de otra en una explicación larga y detallada que requiere mucha atención.
En mi experiencia el límite está en unos 30-40 minutos. Si el chorreo que vas a soltar va a ser más largo, mejor vete buscando alternativas como que cada uno se lea el reglamento en casa, o lanzarse a jugar directamente para ir aprendiendo sobre la marcha con el manual de reglas abierto en una mano.
3. La explicación propiamente dicha.
En mi forma de explicar reglas sigo un orden bastante específico que, de principio a final, va así:
- A) Introducción al tema. A mi me gusta comenzar siempre con una breve introducción al tema o ambientación que trata el juego, ya sea plantar pepinos en la Edad Media, comerciar en el Mediterráneo, o una campaña en el sudeste de Ucrania en 1943. Esto lo hago por una muy buena razón, y es que incluso en los eurojuegos que tienen el mecanismo de juego más malamente pegado, las acciones de los juegos tienen un vago paralelismo con la realidad. Todo juego es, por definición, una abstracción de la realidad, y si les mencionas esa realidad al comienzo luego les será más fácil asimilar las acciones abstractas que les cuentas porque les evocan esa realidad cuya pauta has sentado en sus mentes nada más comenzar.
- B) Descripción de los componentes. Se extienden ante los jugadores los componentes del juego para que los vean y los examinen bien. Se hace una descripción somera de los mismos. Muchas veces basta con dar la nomenclatura que tienen en el juego. Por ejemplo, "estas fichas son los trabajadores, estás otras son los recursos". En el caso de los tableros o mapas haremos un repaso bastante genérico con la intención de que sea el propio jugador el que pueda leer el mapa. Bastará con indicaciones como "estos puntos son los pueblos, estos otros más grandes las ciudades, estos de aquí son los espacios de puntos de victoria". Si el diseñador ha hecho bien su trabajo, nosotros tendremos muy poco en está parte de la explicación.
- C) Cómo se gana el juego. Empezando por el final, como se dice. A mi me gusta contar antes que nada como se puede ganar el juego. Si hace falta conquistar tal y cual lugares, o si es un mero recuento de puntos de victoria. Así confío en que al pasar a continuación a explicar las acciones del juego estén más atentos y las entiendan mejor al saber para qué sirven. No obstante, no siempre es posible explicar todas las formas de ganar el juego sin haber explicado algunos mecanismos del juego. En esos casos, conviene explicar ahora lo que se pueda y dejar el resto para cuando vaya surgiendo la oportunidad durante la explicación.
- D) Esquema del turno. No hay que olvidar nunca perfilar como va a fluir el turno de un jugador. ¿El turno consiste en varias fases?. ¿Cada jugador completa todas las fases antes de pasar el turno al siguiente jugador como en Colonos de Catan?. ¿O todos los jugadores completan una fase en orden antes de pasar a la siguiente?. ¿El juego sigue un esquema UGO-IGO o por activaciones con fichas sacadas de una taza?. Esto es muy importante. Los seres humanos somos por naturaleza muy buenos ordenando acontecimientos en una línea temporal en la que C va detrás de B, que va detrás de A. Y por eso mismo es crucial dejar muy claro desde el principio en que orden van a transcurrir las cosas o de otra forma los jugadores se imaginarán uno por su cuenta y nos daremos cuenta demasiado tarde: con la partida ya iniciada.
- E) Las acciones del juego. Esta es la parte que más de uno - ilusionado con el nuevo juego que acaba de adquirir - desea compartir con los demás desde el principio. Se trata de contar todos los ingeniosos mecanismos que hacen que el juego funcione, los procedimientos mediante los cuales llevan a cabo sus acciones, interaccionan con el juego y entre ellos mismos y que son la razón principal que nos movieron a comprarlo en primer lugar. Pero como se puede ver, hasta llegar aquí hemos pasado por varias fases en orden, así que conviene no apresurarse. Otra consecuencia del exceso de entusiasmo por el juego en las explicaciones consiste en explicar cada acción hasta su más mínimo detalle, incluyendo excepciones, casos especiales, y su influencia en diversas estrategias de la partida. De verdad, no lo hagáis. Cuando expliquéis las acciones del juego limitaros a las generales, las más importantes, las que representan el 90% de lo que van a hacer los jugadores durante la partida. Y además hacedlo en el orden de turno siempre que sea posible. Recordad que estáis creando un esquema temporal ordenado en la mente de los jugadores, y si os perdéis en detalles los perderéis a ellos también.
- F) Excepciones, casos especiales, detalles menores, y preguntas. Una vez completado en la mente de los jugadores el esquema temporal en líneas generales con el orden del turno y la explicación de las acciones más importantes, es cuando podemos pasar a dar las pinceladas finales contando aquí y allá los detalles que nos hemos tenido que dejar en el aire. En este caso no es preciso seguir un orden estricto. Es también el momento para las preguntas. En mi experiencia la gente es mucho más avispada de lo que uno piensa, y enseguida captan cualquier fleco que te puedas haber dejado en la explicación. Antes de ahora la prioridad era llevar la explicación a su conclusión y si alguien hacía una pregunta lo único que puedes hacer es postergar la respuesta. Es ahora cuando puedes responder en detalle, si es que la duda no se resolvió por si sola durante la explicación.
- G) Consejos. OK. Es un juego nuevo y ya has terminado tu explicación hasta el más mínimo detalle. Lo has hecho muy bien. Te has esforzado. Pero en la mesa todo el mundo tiene la misma cara de perdido que hace 30 minutos. Antes de comenzar a jugar tal vez quieras hacer unos pocos comentarios sobre estrategias del juego, y dar un par de consejos. Pero tampoco te enrolles que a estas alturas todos tienen prisa por empezar.
Por fin comienza la primera partida de los juegadores, en la que se pone a prueba lo bien que has explicado el juego. Es casi seguro que algunas cosas van a salir mal. No hay que preocuparse por ello. Si a tu alrededor hay gente comprensiva - como somos la mayoría - cada uno pondrá algo de su parte para salir por delante. Si no es así, tal vez deberías juntarte con otra gente.
El transcurso de la partida es un momento ideal para esos comentarios sobre estrategias y esos consejos sobre el juego que tal vez no hayamos dado al final de la explicación de reglas. Podemos usar nuestras propias acciones como ejemplo que vale más que muchas palabras.
Si eres un jugador veterano, tómatelo con calma con los novatos. Levanta el pie del acelerador y no te empeñes en jugar a fondo. En caso de tratarse de un eurojuego con ensalada de puntos, no hace falta que maximices el resultado de cada jugada. Si sacas una ventaja en puntos demasiado grande pueden desanimarse. Si es un juego de guerra o con conflicto, comete algunos errores para ver si se dan cuenta por ellos mismos y los aprovechan.
Al mismo tiempo, yo soy bastante partidario de que en los juegos - no en la vida real, ¡por favor! - la letra con sangre entra en muchas ocasiones. Más de una vez le he dicho a un novato que no haga una cosa y le he explicado las consecuencias, y al final lo ha hecho de todas formas. Eso sí, tras cagarla, os aseguro que no ha vuelto a cometer el mismo error.
Al final del día, se trata todo de un juego, no de la vida real. Y por eso precisamente nos podemos permitir cometer errores, dejar que otros los cometan, y aprender todos de todo ello.
5. La Post-Partida.
Tras la partida cabe preguntarse si todo ha ido bien. Incluso si la respuesta es afirmativa, no está de más plantearse formas de mejorar. Esta tarea es inevitable si nos hemos dado cuenta de algún problema que ha tenido lugar durante la partida o la explicación previa. A veces esto supone más trabajo mirando foros y páginas en internet, preparando ayudas de juego, y puliendo el esquema de nuestra explicación en general. Pero la verdad, si no estás dispuesto a hacerlo, posiblemente no debieras haberte comprado el dichoso juego.
Todo eso es muy fácil, pero qué pasa cuando el reglamento viene en Avalonhiliano profundo?
ResponderEliminarEntonces no queda otra más que preparación, mucha preparación. Mirarse muchos foros, descargarse muchos FAQs y Ayudas de Juego, y empollarse todo para poder contarlo en romance en lugar de avalonhiniano. Como ya indico en la entrada, no recomiendo para nada contar las reglas de la misma manera en la que vienen en el manual, y eso incluso para manuales bien escritos.
Eliminarfantástica entrada!!.....
ResponderEliminarY cuando no se hace bien, además de perder el tiempo se pierde al juego de marras, que para volver a sacarlo es casi misión imposible......
Después de 45 minutos, te dicen, puff, es mucho, mejor saca el Catan, ese ya lo sabemos jugar. : )
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