Con la sesión anterior aún fresca en este blog, nos reunimos hace una semana en Galapagar para otra tanda de sesiones de Friedrich. Ya por la mañana eramos siete, lo que daba para una partida completa con 4 jugadores y otra de 3 en la que tomé parte por haber llegado un poco tarde. Y es que aparcar a veces lleva su tiempo.
Para el menage a trois que nos montamos entre Will, Rf, y yo, el primero tomó las riendas de Prusia con su pesimismo humorístico habitual, el segundo hizo de Maria Teresa, y yo cogí el grueso de trabajo administrativo con el triple papel de Francia, Rusia, y Suecia.
La partida duró 10 turnos y terminó con una victoria austríaca. Aunque es menos que los 13 turnos que son el record de Will como prusiano, he de decir que en esta partida no lo hizo nada mal, por lo menos en lo que a mí respecta. Mantuvo al ruso y al francés parados en sus respectivos sectores de corazones en Prusia Oriental y en Magdeburgo. En un mismo turno le ataqué en ambos lugares, pero para mí sorpresa tenía una mano de corazones prodigiosa, y tuve que salir con el rabo entre las piernas. Con Francia no tenía nada que hacer, porque Hannover se había asentado en el sector de corazones de Ravensberg con lo que Will me reveló tras terminar que era una auténtica manta de cartas de corazones. Pero con Rusia todavía tenía posibilidades si el francés atacaba en corazones al prusiano también, para ayudar.
El error lo cometió Will contra Austria, cediendo demasiado terreno demasiado pronto. No sé como lo hizo, pero con bastante rápidez (5-6 turnos) Rf se había hecho con todos los objetivos primarios y ya sólo tenía que esperar a que algún aliado se retirase para ganar automáticamente. Sin embargo, al rato se cansó y aprovechó más cesiones de terreno para conquistar también los objetivos secundarios y ganar.
Es una pena por Will. Las cartas del destino revelaban que, de haber aguantado, ¡la partida hubiera terminado en el turno 16!. Es la duración más corta que he visto jamás.
En la otra mesa Ringard se batía el cobre como prusiano contra C_M (Rusia), JM (Austria) y Chris, que estrenaba su retorno al club con Francia. Ringard recompensó su inexperiencia propinándole un sopapo desde el 1er turno. Chris no estaba nada contento, aunque podía mantenerse en el tablero. De vez en cuando me levantaba de la mesa y echaba un vistazo. Ringard parecía tenerlo todo bajo control. Su mano de cartas crecía y crecía, e hizo falta añadir otro mazo a la partida.
La fiesta se le acabo a Ringard en los turnos 9-10, cuando le cayeron encima las dos reducciones de subsidios. El abandono de Francia poco después no contribuyó a aliviar sus penas, puesto que tanto Austria como Rusia se reanimaron y comenzaron a lanzarse sucesivamente a un ataque permanente. El mazo de Ringard menguaba y menguaba. C_M logró expulsarle de tréboles en Kammin hacía corazones en el área de Küstrin. JM le atacó varias veces en diamantes en Silesia, ¡sin tener diamantes en la mano!, pero Ringard no lo sabía y se conformaba con hacerle retirarse una y otra vez, lo que le supuso una lenta sangría de cartas.
Batalla desesperada por Waldenburg (marcado con "?"), el último objetivo que le quedaba a los rusos. |
Al final Prusia cayó en el turno 22, lo cual sabe a victoria sin serlo. Yo creí ver una posibilidad de vaciar la mano rusa de corazones a costa de las cartas de picas prusianas. Pero tras la partida Ringard estaba convencido de que eso no le hubiera llevado más que a otro desgaste de cartas. No sé. Para durar 22 turnos, la partida fue relativamente rápida (de 10:30 a 14:00 y luego de 16:00 a 17:00). Desconozco cuanto tiempo le quedaba a Ringard en el minutero, pero me da la impresión de que se dio cierta prisa para jugar "con cierta alegría" como él mismo dice, y es posible que no se pensase del todo algunas jugadas. Tanto C_M (el vencedor) como JM jugaron muy bien, animándose a atacar a un Federico armado con un mazo bastante grueso.
Completamos la tarde y la jornada con una partida cuyo prusiano - JM - nos prometió iba a ser corta. No falto a su promesa. Duró 9 turnos en escasamente 2 horas y media. Como Austria logré una victoria que me permitió compensar una jornada y una serie de partidas de resultados más bien miserables. Todo comenzó porque en el turno 3 ó 4 Prusia me lanzó un ataque en la zona de Sajonia donde los diamantes y las picas se cruzan. Acepté encantado y vacíe la mano de diamantes prusianas con mis picas, contraataque inmediatamente tanto en Sajonia como en Silesia, dónde también estaba parado en diamantes porque tan sólo había robado hasta entonces 4 cartas de diamantes de 20 que tenía en la mano.
¿Por qué lanzó JM este ataque tan imprudente?. Ni él mismo fue capaz de explicarlo. Los nervios, supongo. Este hombre tiene algunos "prontos" de vez en cuando...
La derrota fue el comienzo del fin. JM mantuvo a Will (Rusia) a raya, invirtiendo la situación que se había producido en la anterior sesión del club. C_M jugó bien, y repartió cartas incluso mejor, pero eso no fue suficiente para llevarle a la victoria. De está partida yo destacaría mi comentario: "Jamás había levantado tantos generales (prusianos) del tablero sin jugar una sola carta". En algún que otro momento ralentice mi ataque para darle tiempo a Prusia a gastar cartas contra mis aliados, de manera que cuando le tocaba enfrentarse conmigo ya no le quedaban apenas cartas.
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