domingo, 25 de octubre de 2020

Community

Las circunstancias de mi confinamiento durante esta primavera de 2020 hicieron de mi un priviligiado. Durante los 3 meses que duró el asunto pude disfrutar en perfecta soledad de una gran casa con jardín. A ver, que nadie se piense que estaba en la mansión de Will Smith...

¡Heyyy, confinate en casa como hago yo!

... pero la verdad es que mis circunstancias materiales eran bastante acomodadas.

¿Y las emocionales?. Bueno, soy de natural huraño y ya antes de todo esto ya pasaba unos tres meses al año sin ver a nadie fuera del trabajo, salvo mis 4 ó 5 compañeros de partidas los fines de semana. En principio esto del confinamiento era algo a lo que ya estaba acostumbrado. Para mi es casi un estilo de vida.

Y sin embargo, me encontraba algo afectado. Como todos, creo. Mi educación, mi Weltanschauung, mi recorrido vital hasta llegar a este 2020 era de confianza profunda en que la humanidad podría superar los retos que afrontase. Aún pienso así. Pero esa confianza asentada desde mi niñez ha sufrido una sacudida al contemplar como el planeta entero - repito, el planeta entero - se encerraba en su casa para parar la expansión de una enfermedad. Ha sido algo que jamás habría pensado que podría suceder. Por otra parte, el hecho de que la Humanidad entera haya actuado al unísono (más o menos) ante esta amenaza es algo que cabe contraponer como aspecto positivo del confinamiento.

Especialmente durante la primera semana de encierro me encontraba estupefacto, paralizado fuera de mis horas de trabajo. No tenía ganas de hacer nada, de leer nada, de ver nada en la tele ni en internet, de trabajar o jugar con el ordenador. No entendía que lo que estaba pasando... ¡estuviera pasando!. Aquello debía ser un sueño. Pero no. Era real.

Intente evadirme. Y la forma de evasión más rápida y que menos esfuerzo requería era ver la televisión que no tenía que compartir con nadie. Era una ocasión tan buena como otra para sacar el máximo partido a la cuenta de Netflix®. Termine de ver Better call Saul - muy buen, la recomiendo - y comencé a ver de nuevo Breaking Bad, entre otras cosas como películas, otras series, y demás. Pero llegó un momento que me cansé de ver el canal, la tele "en abierto", y cualquier otra de las doscientas opciones que tenía en la caja tonta. Necesitaba evadirme, necesitaba ver una sit-com.

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A estas alturas en mi vida yo ya consideraba las sit-com como algo que había superado y a lo que no podría volver. De crío y pre-adolescente ví las que ponían en la tele en ese momento: El Show de Bill Cosby, y Los problemas crecen... y ya sabemos como acabaron...

Delante de las cámaras...
... y tras ellas.

En una ocasión comencé a ver el primer episodio de Big Bang Theory, pero el bombardeo de risas enlatadas me echo para atrás. The I.T. Crowd es realmente buena, pero pierde mucho si la ves sólo. Al final pensaba que con el tan alto nivel que tienen las series dramáticas hoy en día, ver una sit-com que sólo intenta entretener era perder el tiempo.

Pero entonces sucedió lo que sucedió, y comencé a ver Community.

Me la había recomendado un conocido que es bastante simpático pero que al final me ha caído gordo. Fue hace años, cuando él se despedía para ir al extranjero durante un período largo y vimos un par de capítulos en la casa de una amiga suya. Me pareció que estaba bien, sin más, y no le di importancia. Después, en febrero de este año, en un momento que me apetecía ver algo que no durase los habituales 45-50 minutos de un capítulo de serie estándar, la volví a ver en el catálogo de Netflix, y me animé a ver un par de episodios. Tras eso me olvidé de ella hasta que - pasadas dos semanas de confinamiento - me vi necesitado de desconectar de todo. Y entonces me puse a ver los episodios a diario.

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Comentar Community es una de esas cosas que en la vida otro ya ha hecho mejor que tú. El planteamiento de inicio es bastante estándar para una comedia: siete personas de lo más variopinto se reúnen en un grupo de estudio de un Community College en los Estados Unidos. Las diferencias entre ellos son el motor de bastantes gags cómicos, y los primeros capítulos de la primera temporada transcurren de forma bastante común al resto de operetas televisivas de este corte. Y así hasta que, en el tramo final de la temporada inicial, me encuentro con un capítulo que es una versión de Casino (o de Goodfellas) de Martin Scorsese, incluida la voz en off de uno de los protagonistas y la música setentera de fondo. Y poco después cae ese episodio - Modern Warfare - el cual ha sido descrito con razón como "de los mejores 20 minutos que jamás se han visto en la tele".

Y es entonces cuando la serie te golpea en toda la cara revelándose como lo que es: algo vivo, que sigue su propio curso y obedece sus propias reglas sin importarle un comino tus expectativas, aunque a menudo las supere. Es una serie que se recrea en el metalenguaje del medio audiovisual y la cultura popular y les rinde homenaje... o las parodia, según se vea. El mencionado capítulo Modern Warfare es un homenaje a las películas de acción atiborrada de muchos de sus tópicos. Otros dos episodios del mismo corte homenajean a los spaghetti westerns y a las películas de agentes secretos. Antes hay un capítulo "de zombies". Hay un capítulo que clava un capítulo de la serie Ley y Orden hasta en los títulos de crédito. Y la referencia a la serie documental The Civil War de Ken Burns se les escapará a la mayoría, pero ciertamente no a un friki de la historia como yo. ¡Es que incluso tenían al mismo narrador!.

Y todavía me dejo muchas más metareferencias en el tintero.

¿Cuál es el mayor aliciente para ver Community?. Que no sabes por donde te va a llevar. A ver, hay muchos capítulos bastante normalitos para lo que es una comedia ligera, y la experimentación audiovisual que es esta serie no da siempre el mejor de los resultados. También recomiendo verla en versión original, porque a menudo hilan bastante fino y os podéis perder cosas. Yo incluso me puse los subtítulos en inglés porque mi vocabulario de inglés americano se ha quedado algo obsoleto. Es, pues, una serie que requiere cierto esfuerzo para ser disfrutada y no se puede recomendar a todo el mundo, motivo por el cual supongo que ha pasado relativamente desapercibida comparada con Big Bang y Como conocí a vuestra puta madre

Así que ahí estaba yo. Solo en una gran casa durante un momento excepcional en la historia de la Humanidad, viendo una serie de comedia ligera que lo mismo te ponía un capítulo corrientillo que te hacia alucinar y reírte a la vez mostrándote algo que era familiar y extraño a la vez. Y entonces, poco a poco, me sucedió algo que ya había experimentado antes con algunas novelas, pero que era la primera vez que me sucedía con el formato audiovisual: fui desarrollando una relación personal con aquel amigo que día a día me entretenía, me sorprendía, y me mantenía en vilo con sus penas y sus glorias. No era otra serie de televisión más, era un ser vivo que aparecía por la pantalla y se comunicaba conmigo. Ya no estaba solo. Le había cogido cariño al cabrón.

Mi visionado de la serie se alargó hasta el verano y - de nuevo como me ha sucedido con una buena novela al ir agotando sus páginas - al llegar a la quinta temporada comenzó a agobiarme la angustia de que iba a suceder conmigo una vez la serie terminase y ese amigo se marchase. Fui viendo la 5ª temporada con creciente alarma, y más aún en la 6ª en la que creo que echaron el resto para despedirse a lo grande. Y entonces, una noche de uno de los primeros días de agosto, vi el capítulo final (¡vaya forma de terminar!, ¡fieles a si mismos hasta el final!) y me entro la depre. Una depre breve, leve, y de niño rico, pero lo cierto es que eche Community de menos como aquel amigo que te ha acompañado en tiempos difíciles, con el que has vivido cosas, y al que acompañas a la estación de tren para despedirte y contemplar como su tren se aleja en la distancia.

Volver a ver la serie no es una opción. No es sólo que ya no me sorprendería igual. Lo que experimenté en aquel período fue en buena parte fruto de las circunstancias, y aunque la pandemia siga su curso y aún no se pueda decir ni mucho menos que ya es cosa del pasado, el aislamiento del confinamiento y el shock de aquellos eventos ya han quedado atrás. Me podría recrear revisitando algunos episodios, como con cualquier otra serie. Pero por el momento prefiero dejar Community en mi recuerdo tal como es ahora.

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Tuve la suerte de ver esta serie en el momento justo, en más de un sentido. En el mes de junio - entiendo que como consecuencia de la oleada de protestas antirracistas en E.E.U.U. y en muchas otras partes del planeta - Netflix decidió retirar el capítulo Advanced Dungeons and Dragons de la 2ª temporada de Community. ¿El motivo?. Uno de los personajes se pintaba la cara de negro parodiando así a una persona de etnia africana. Es lo que en inglés americano se denomina un blackface.

Personalmente, pienso que es una chorrada como una casa. Y por varios motivos. El principal es que Community está atiborrada de racismo. Lo representa y sobrerrepresenta para burlarse de él a gusto. El cachondeo a costa del racismo está presente en casi todos los capítulos. Para lo que han hecho, podrían cancelar la serie entera. 

Presentar el racismo ante el espectador es la herramienta que tienen los guionistas para ridiculizarlo. Reirse del racismo es la forma más efectiva de combatirlo, pero si ni siquiera podemos presentarlo, no podemos hacer esto. Este tipo de prohibiciones únicamente contribuyen a restarle herramientas a la lucha contra el racismo y otro tipo de conductas cuya superación ayudaría a la Humanidad. ¿Cómo puedo prevenir a otros de algo si ni siquiera se lo puedo mostrar?. 

Finalmente, Advanced Dungeons and Dragons es uno de los episodios buenos de la serie. Si bien no se puede decir que recree fidedignamente una partida de juego de rol, resulta ser un episodio de acción en el que dicha acción no aparece visualmente, sino en forma de narración. Esto es algo realmente difícil de lograr. Pero este episodio lo logra y te deja con buena sensación. Y ahora lo han retirado, y del hecho de que Chang tuviera la cara pintada de negro la verdad es que ni siquiera me acordaba. Retirar un capítulo brillante de una serie olvidada porque uno de los personajes hacía algo que no se distinguía de lo que el resto de personajes hacían continuamente en el resto de episodios... Si seguimos por este camino, me temo que los racistas, los homófobos, y demás gentuza tienen la batalla ganada.

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