De un evento a otro, de un campeonato a otro. Este fin de semana tome parte en las jornadas de wargames y simulación de Batalladores en Zaragoza.
El viernes 20 por la tarde llegamos desde Madrid en coche yo y Friki, tesorero del Club Dragon, para tomar parte en estas jornadas. Al poco de llegar al hotel ya estabamos los dos en la sala que había reservada para las jornadas, y que tenía bastante bullicio. Aún asi no tuve problemas en hallar una mesa para desplegar el primer juego que tenía programado: Maria.
Fue una entretenida y animosa partida con dos jugadores locales. Yo tenía más partidas en mi haber que ellos, pero llevaba muchos meses sin tocar este juego y esto se reveló en el desenlace cuando por un ataque mío que no me reportaba nada el austríaco no pudo defenderse de otro ataque prusiano que le dió a éste la victoria. Aparte de ese fallo mío, mis compañeros de mesa afirmaron que por mi estilo de juego la partida había tenido un desarrollo diferente al de las partidas previas que habían jugado. Esto es bastante habitual en Maria, especialmente en las primeras partidas.
Tras concluir esta partida tras la cena tenía trabajo que hacer. A la mañana siguiente se iba a celebrar el I Campeonato de España de Sekigahara, organizado por mí y causa principal de mi estancia en la capital aragonesa. Socios del Club Batalladores y organizadores de estas jornadas me dedicaron una atención especial al dejarme una sala aparte de la principal, ideal para la competición. Fue una atención exclusiva por parte de la organización y para cuyo agradecimiento no encuentro palabras. De verdad, hicieron realidad todas mis expectativas y las superaron. Con tranquilidad y algo de ayuda preparé esta sala para la competición del día siguiente y me fuy a dormir.
Habiendo dormido, aunque no descansado del todo porque el viernes previo había sido un día muy largo, me dirigí a la sala de nuestro campeonato por la mañana. Los participantes llegaron puntualmente y nos presentamos. Tras ello lleve a cabo una breve charla de agradecimiento y explicación de las reglas y procedimientos del campeonato. El día anterior había duda de si el número de participantes sería 10, pero al final aquella mañana de sábado eran 8 (yo excluido), el mínimo requerido para poder disputar el torneo.
La primera ronda tuvo lugar entre las 10:00 y las 12:30. Todas las partidas acabaron a tiempo, salvo una que apuró hasta casi la hora de comienzo de la segunda ronda. Los jugadores empleaban el reloj de ajedrez como les había pedido, aunque la disciplina fallaba puntualmente en este caso, lo que es comprensible porque no creo que nadie juegue en casa con reloj a este juego. No lo hago ni yo, para ser sincero. Otra cosa que descubrí era que el reglamento del juego no era conocido a la perfección por los jugadores. Todos tenían como poco alguna idea errónea del mismo. Esto es habitual en los wargames, aunque me sorprendió un poco en uno tan sencillo como Sekigahara. Es algo que únicamente se cura jugando, y espero que este campeonato contribuyese a ello.
La semifinal comenzó a las 12:30 y terminó poco despúes de las 14:30. De nuevo cumpliendo el horario gracias a los relojes de ajedrez, que aunque puedan ser algo incómodos si no estás acostumbrados eran imprescindibles para hacer posible la competición. El nivel de las partidas en la semifinal era notablemente más elevado que el de las partidas de la primera ronda. En particular, Friki también competía y ganó la partida que le abría la final justo en la última ronda.
Tras un animado almuerzo con un grupo de jugadores de Elche que ya conocíamos desde las Bellotacon de Badajoz en enero y por la participación de uno de ellos (DP) en nuestro campeonato de Friedrich en junio, regresamos al hotel para celebrar la final de este campeonato a las 16:30. La partida fue bastante emocionante y no nos faltaba público. Friki jugaba con Ishida y DP con Tokugawa. El primero jugó de forma reposada y sólida, como es característico en él. El segundo tuvó un buen comienzo, pero sus ofensivas se vieron desbaratadas y acabó empantanandose en el asedio del castillo de Ueda. La victoria se resolvió, como todas la partidas menos una del campeonato, en la última ronda y por puntos. Friki era el Primer Campeón de España de Sekigahara. ¡Enhorabuena!. Y una vez más muchísimas gracias a los socios del Club Batallador, sin su ayuda esta competición no hubiera sido posible. Ha sido un placer trabajar con vosotros.
Terminado el trabajo, tenía hueco para la diversión. Mi esperanza tras dos jornadas más bien intensas para mí eran las de jugar a algo ligero, para lo cuál me había traído el Quartermaster General. Pero al no juntar el número necesario (6) de jugones, me decidí por algo de más enjundia: otra partida de Maria.
Tomaron parte en ella dos de los jugadores ilícitanos, uno de los cuales le había puesto dificultades a Friki en la semifinal de Sekigahara. También habían jugado poco a Maria, y mi estilo de juego les pareció algo raro, lo mismo que a mi el suyo. Pero el suyo fue el que al final dió resultado. En el turno 8 Francia hizó una jugada que estuvó a punto de darle la victoria, pero falló por haberse involucrado en demasiados combates, perdiendo de forma estrepitosa dos de ello. Lo cual sirvió para que el Pragmático se alzase con la victoria mediante la conquista de banderas en territorio francés.
Tras un sueño reparador estaba preparado para la partida que iba a cerrar mi participación en este evento en la mañana del domingo. Había quedado con E, socio del Club Batallador, para probar juntos No Retreat! The Polish & French Fronts. Jugaríamos la campaña de 1940 con la principal intención de aprender como funcionaba el juego, puesto que para ambos era nuestra primera partida.
La 4ª entrega publicada por GMT de la serie No Retreat! no es un diseño tan sencillo y depurado como el primero, dedicado al Frente Ruso. Es más complejo de reglas, tiene más engranajes y partes a tener en cuenta. Sigue teniendo una baja densidad de piezas y una elevada calidad en los componentes. El reglamento deja - una vez más - un poco que desear, y por supuesto hay un par de erratas. Y aún con todo Carl Paradis lo ha vuelto a hacer. Ha tomado los elementos esenciales de una campaña que es muy fastidiada de trasladar a un juego, pero ha logrado precisamente en esto. Entre las 10:00 y las 14:00 E y yo jugamos los primeros tres turnos y el comienzo del cuarto. Yo era el aliado, y el alemán abrió una brecha enorme por el centro de Bélgica que me estaba costando horrores cerrar. No fue el desarrollo histórico de la campaña, pero se sentía plenamente como si fuera uno de los desarrollos históricos posibles, y aunque cometimos errores con el reglamento e inicialmente avanzamos a trompicones por la partida, hacía el final de nuestra sesión nos desenvolviamos con bastante más soltura. Mi más sincero agradecimiento a mi contrincante por el tiempo dedicado a ayudarme con este juego, que veía díficil traer a mesa a pesar de su potencial y que ha pasado relativamente desapercibido desde su publicación el año pasado.
Tras despedirnos de la organización del evento, Friki, yo, y otro zaragozano almorzamos en un bar cercano y, tras despedirnos del jugador local, emprendimos un apacible viaje de regreso a Madrid.
Una vez más - y no son las suficientes - quiero expresar mi agradecimiento y mi enhorabuena a la organzación de Batalladores 2019. Tengo entendido que esta convención alcanzó los 75 asistentes, con lo que se puede calificar de éxito. Mis más sinceras felicitaciones al Club Batallador por un trabajo bien hecho.
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En otro orden de cosas, de aquí a mayo me veo obligado a participar en unos cursos internos de formación de casi 200 horas relacionados con mi trabajo. Estos requieren de mi un tiempo que, por una parte, va salir de mi actividad lúdica, que se verá un tanto reducida. No cesará del todo, y puedo decir que ya me he inscrito a las jornadas de Bellotacon de enero de 2020. Además de eso, dichos cursos tomarán algo del tiempo que dedico a redactar este blog, cuyo ritmo de publicación también se verá en parte reducido, aunque no tengo intención de parar porque, simplemente, me gusta escribir aquí. Hasta pronto.
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