jueves, 29 de junio de 2017

Un verano de hace 90 años

Si ya tienes cierta edad, ¿cómo comprabas libros antes de internet?. ¿Cómo seleccionabas entre todas las estanterías disponibles el la librería, o en la Feria del Libro?. 

En mi caso había varios métodos. El más directo consistía en ir mirando lomos de libros, buscando algún título interesante al tiempo que espantaba al dependiente de turno con un "sólo estoy mirando" soltado de manera distraída. Otras veces me había armado con un catálogo de la editorial - principal motivo para visitar la Feria del Libro - y había hecho ya allí la selección previa. Muchas veces conocía el nombre del autor de libros suyos que me habían gustado previamente, y cuando me lo volvía a encontrar en aquellos estantes, para mí era una "compra segura".

Esto último me sucedió hace unas pocas semanas al encontrarme en una librería de cuyo nombre no puedo acordarme con el libro de Bill Bryson "1927. Un verano que cambió el mundo". 

Ya conocía al bueno de Bryson previamente por otro libro suyo - del cual tampoco consigo acordarme - que me regalaron por un cumpleaños hace ya tiempo. Sin dignarme ni a mirar su biografía en la Wikipedia, diré que Bill Bryson es norteamericano y que se le puede calificar de divulgador, o contador de chismes. Sus libros transmiten información, pero el bueno de Bill lo hace de forma sobre todo amena y graciosa, tan desenfadada que resulta difícil de calificarle divulgativo, periodismo, ensayo o historia. Y precisamente por eso se puede recomendar casi cualquier libro suyo sin temor a equivocarse.

1927 sigue este mismo patrón de divulgación ligera de otras obras del autor. Nos cuenta los puntos álgidos (lo que en inglés se conoce como "highlights") de un "verano" que tuvo lugar hace 90 años, y que en el libro se estira desde mayo hasta el final de septiembre, y que está centrado casi exclusivamente en los Estados Unidos.

De todos esos puntos álgidos, los dos pilares del libro son Charles Lindbergh y "Babe" Ruth. El piloto y el jugador de beisbol aparecen de forma reiterada en la obra y más que cualquier otro personaje. En sus 600 páginas el libro tiene espacio para contarnos las cuitas de muchas más personas de aquella época, tantas y tan variadas que se puede calificar de "coral" a esta narración de un estío. De hecho, este es uno de esos libros divulgativos - como los de la célebre historiadora norteamericana Barbara Tuchman - centrados en las personas más que en los eventos. No obstante, no es una colección de biografías, sino más bien de chismorreos y curiosidades que, si ya se bien que le restan seriedad, hacen que sea una obra muy amena. Y además, ¿qué es la historia sino una colección dignificada de chismorreos acerca del pasado?.

El tono general de la obra es ligero, ágil, animado y optimista como el de la época que retrata, los "locos años 20". Entre las historias "positivas" como el vuelo de Lindbergh y los records de bateo de Ruth el autor también logra insertar algunos puntos oscuros - como el auge de la eugenesia - que darían lugar a tiempos más sombríos en los años que sucedieron a 1927. De hecho, el libro acaba con una recapitulación de lo que sucedió tras 1927 a los personajes que aparecen en él, y hay para todos los gustos, y unos cuantos disgustos también. Especialmente con Lindbergh.

Hay dos inconvenientes que se me ocurren a la hora de recomendar este libro. El primero es que hay partes que hablan de beisbol de forma un poco técnica. Este es un deporte no muy conocido aquí en España, y resulta fácil perderse en estos términos y en los datos estadísticos que los acompañan. Aunque afortunadamente son unos pocos párrafos breves y logran transmitir bien alguna idea general.

El segundo inconveniente es para el lector de la edición en español, que es la que yo he leído. La traducción contiene algunos gazapos especialmente fáciles de detectar para los lectores con buenos conocimientos de inglés. Además, en la traducción se pierde también parte de la ironía que caracteriza la escritura de Mr. Bryson. Es una pega, aunque no impide la lectura del libro.

Así que no puedo menos que recomendar este "1927. Un verano que cambió el mundo". Una lectura ideal para este verano que acaba de comenzar, sobre otro verano que terminó hace noventa años. Es un libro ante todo entretenido, pero que también nos informa e incita nuestra curiosidad por varios de los temas de los que trata. Como ya suponía al tomarlo del estante en la librería, resulta difícil equivocarse con un libro de Bill Bryson.

2 comentarios:

  1. De Bill Bryson tengo otro libro llamado "La Casa". ¿Puede ser ese? Cuenta la historia de las pequeñas cosas que tenemos a diario en nuestro hogar, y que nunca nos preguntamos quien las inventó. ¡Un libro fantástico!

    ResponderEliminar
  2. No era ese. Era otro que trataba de un viaje que hacía por Europa, y en el que comentaba curiosidades de los lugares que visitaba, aparte de poner a parir un poco a los sitios y sus habitantes.

    ResponderEliminar