jueves, 2 de junio de 2016

Mayo de 1940, y lo díficil que es llevarlo al tablero.

Motivado por el título, hace poco he visto una película cuyo estreno no ha recibido mucha atención en nuestro país: Mayo de 1940.

Se trata de una producción eminentemente francesa, aunque cuenta con actores alemanes e ingleses. Está dedicada a, y trata sobre, aquellos civiles franceses que en el mes y año que da título al film se lanzaron a las carreteras para tratar de escapar de la invasión nazi.

A nivel más concreto, el argumento de la película cuenta la historia de un alemán que escapa del régimen de Hitler con su hijo y se refugia en Francia. Allí ambos son separados, e intentan reencontrarse en medio del caos producido por la invasión. Es una trama sencilla y algo vista, pero efectiva a la hora de mantener la atención del espectador.

El desarrollo tiene bastantes paralelos con una "road movie" de corte más clásico, con padre e hijo viviendo diferentes aventuras hasta reencontrarse. La ambientación esta bien lograda, si se acepta que la aparición de fuerzas militares en escena se tiene que lograr en ocasiones con el uso abundante de arte infográfico. En particular, hay una escena en la que la caravana de refugiados del pueblo es sobrepasada como si nada por una compañía de "panzers" que no se detienen ni a saludar. Aparte de eso, hay unos puñados de extras como soldados británicos, alemanes, y franceses.

Aventuras, drama... no se trata de una película bélica, aunque este ambientada en la guerra. La película plantea algunas disensiones entre los aliados, la desorganización que predominaba en el lado francés, y algo que es fácil pasar por alto por culpa de la visión retrospectiva: los civiles se echaron a las carreteras porque tenían instrucciones para ello y porque en aquel entonces se preveía una repetición de la guerra de 1914, con los alemanes detenidos en una línea de frente continua en alguna parte del norte de Francia.

La sensación que produce la película es en general buena, pero advierto ya que acaba un poco en falso, con los protagonistas caminando hacia el amanecer y dejándose bastantes cosas en el aire. En un momento de la película el alemán le promete a un soldado inglés que llegará a Londres para colaborar en la lucha contra Hitler. Si el protagonista llega a cumplir su promesa es algo que nos quedamos sin saber. Podemos suponer que sí, pero nada más. Este final resulta algo frustrante. Se puede haber debido a falta de presupuesto - casi seguro - o a falta de ideas en el guión. No sé. Es lo único malo que yo le echo a la película, pero es importante.

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A la hora de informarse acerca de la campaña de primavera-verano de 1940 y de la Caída de Francia el libro que mejor se puede recomendar es "Blitzkrieg Legende", por el coronel alemán retirado e historiador Karl-Heinz Frieser.
Yo tuve la suerte de adquirir un ejemplar de la primera edición.
Este libro no sólo es recomendable, es de lectura obligatoria si quieres estar al tanto de la historiografía actual sobre esta campaña. El libro se publicó originalmente en alemán hace ya más de 20 años. Está traducido al inglés y al francés, ... y si, también está publicado en español por ediciones Platea con el título "El Mito de la Blitzkrieg".

La obra es un ejemplo de como debe escribirse la historia militar. Con orden, con rigor, con calidad. El autor comienza la obra con el final de la campaña polaca, momento en el cual el Führer dio orden de lanzar un ataque inmediato sobre Francia, algo de lo que le disuadieron sus generales. Tras eso siguieron meses de preparación de la campaña, en los que recibe especial atención la planificación operativa y las disputas que ello provocaba en el Alto Mando. La adopción del plan final, que llevaría a una espectacular victoria, y las tácticas de la guerra relámpago fueron más el resultado de una rebelión interna por parte de un grupo de oficiales germanos visionarios, que de una concepción previa moderna y coherente de la conducción de la guerra por parte de los líderes supremos nazis.

A la hora de narrar el desarrollo de la campaña, el libro se centra en mayo de 1940, la ruptura por Sedan y las Ardenas, y la carrera hacía el Canal de la Mancha. Aquella parte de la campaña que se desarrolló en junio y que supuso la caída del resto de Francia recibe únicamente un capítulo con unos cuantos párrafos al final del libro.

El autor alterna entre los niveles estratégico, operacional, y táctico con maestría, haciendo patente siempre la interrelación entre todos ellos. Es muy de destacar que, por una vez, el libro está acompañado de abundantes mapas y gráficos muy detallados y a color, que permiten seguir la lectura sin perderse nada. En este libro prácticamente no se menciona ninguna localización que no aparezca en un mapa en su interior. La única queja que puede haber es que en la edición inglesa, que una vez hojeé, estas ilustraciones han sido escaladas a un menor tamaño (respecto a la edición en alemán) para que pudieran caber en un corte de página más modesto que el original. Desconozco la calidad de la edición española.
El Mito de la Blitzkrieg resulta un libro muy instructivo, clarificador, y convincente en sus conclusiones y sus argumentos. Básicamente, el ejército alemán era inferior a sus oponentes en número y calidad de categorías esenciales de armamento, como por ejemplo los tanques. La victoria germana se logró gracias a una mayor calidad en el entrenamiento de las tropas y unos conceptos y plan operativos a la vez más audaces y que hacían mejor uso de los recursos. Es también muy interesante la teoría del autor sobre el motivo por el cual se detuvo a los "panzers" poco antes de llegar a Dunquerque, teoría que queda encuadrada en el pulso que Hitler mantenía con el Estado Mayor del Ejército desde los años 30.

Un libro excelente, que sólo puedo recomendar. Os adjunto el enlace del libro en la página de la Editorial Platea. Pone que los gastos de envío son gratuitos, y os podéis descargar un capítulo de muestra.

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Si bien la campaña de Francia de 1940 ha encontrado su fiel reflejo en la historiografía moderna, su traslación al mundo del tablero ha resultado un tanto más complicada.

No ha sido por falta de intentos. No es una operación tan manida como el desembarco en Normandía o las Ardenas, pero aún así ha habido unos cuantos intentos de recrear la Caída de Francia en juego de guerra. Uno de los más recientes incluso le ha tomado prestado el título al libro que he alabado más arriba.

Del resto de intentos hay una buena relación en esta reseña sobre France ' 40, la aproximación de Mark Simonitch a esta campaña.

De hecho fue esa reseña la que me dio la idea para esta entrada, que combina película, libro, y juegos de mesa con un mismo hilo conductor. Hacia el final hace un comentario general sobre los juegos de guerra que me parece bastante acertado y que recoge bastante bien la dificultad inherente para hacer un juego sobre la campaña de mayo de 1940:

A point not often discussed in wargaming is that certain campaigns are more realistically simulated with inexperienced commanders. Command control rules are a way to artificially introduce that element, but it may be best simulated by players who are new to the game.

Traducido al roman paladino:

Algo que no se comenta frecuentemente en los juegos de guerra es que ciertas campañas son recreadas con mayor realismo por comandantes inexpertos. Las reglas de control de mando son una forma de introducir ese elemento, pero puede ser recreado mejor por jugadores nuevos con el juego.

El consenso histórico actual - recogido por la obra de Karl Heinz Frieser que he comentado - es que las fuerzas enfrentadas estaban igualadas, e incluso había cierta superioridad aliada, y el espectacular resultado final dependió en buena medida de las decisiones de los comandantes en ambos lados. La campaña germana tuvo éxito, pero igualmente hubiera podido fracasar o tener un éxito mucho más modesto si los responsables aliados hubieran tomado otras decisiones.

Cuando se analiza porque los comandantes aliados acabaron tomando aquellas decisiones que les perjudicaban, uno halla la típica falta de información que se conoce como "niebla de guerra", y también esa maldición clásica de la historiografía y la simulación histórica: La retrospectiva. Hay cosas que uno reconoce únicamente después de que han sucedido.

A la hora de diseñar un juego de guerra basado en una situación así se hace patente el conflicto entre simulación y juego. Si se introducen reglas que fuerzan a un bando excesivamente por el camino histórico es posible que logremos una simulación bastante fiel, pero a cambio tendremos un juego bastante pobre por repetitivo y monótono (bueno, ¿a ver quién quiere jugar de francés ahora?).

Si, por el contrario, preferimos dejar más libre albedrío a los jugadores, es posible que la primera partida con jugadores inexpertos tenga un desarrollo más parecido al de la historia, pero en partidas sucesivas nos encontraremos con que el transcurso de la partida se puede desviar muchísimo de la realidad histórica, y ni siquiera está garantizado que ello genere un juego interesante como tal.

Aplicando esto último a la campaña de 1940, nos podemos encontrar con que los aliados no se meten más que lo justo en Bélgica, o deciden concentrar sus blindados para formar una fuerza de contragolpe efectiva, o inician un repliegue a las primeras de cambio...

Este dilema se da de base en todo juego de guerra, pero especialmente en algunas situaciones en las que el factor sorpresa, algún tipo de novedad táctica, operacional, o técnica se impuso, o la "niebla de guerra" impedía a los comandantes evaluar la situación de una forma mínimamente realista. Se me viene a la memoria la batalla de Midway, en la que los japoneses no se esperaban encontrar una fuerza de portaaviones enemiga tan pronto y en el lugar en el que lo hizo. Los que lean esto seguramente piensen en otras situaciones.

¿Hay algún juego que sea a la vez entretenido de manera reiterada y ofrezca una visión realista de la campaña de mayo de 1940?. No sé. En principio y sin haberlo jugado, France '40 me da bastante confianza porque es un juego de Mark Simonitch. Ahora mismo estoy en medio de una partida de otro juego operacional de este autor, y resulta fascinante como el hombre consigue producir juegos consistentes en ese nivel (el operacional). Aparentemente tiene dos escenarios. Uno que trata exclusivamente la operación de "Corte de Hoz" que llevo a las Panzerdivisionen desde las Ardenas hasta la costa del Canal de la Mancha, y otro que aborda la operación de evacuación anglofrancesa por Dunquerque. El primer escenario se antoja el más interesante.

The Blitzkrieg Legend, que mencionaba más arriba, es un miembro de la serie OCS (Operational Combat Series). La idea detrás de OCS es la de ofrecer una serie de juegos con gran realismo en la simulación, lo que incorpora un coste algo elevado en complejidad de reglas y gestión de bastante fichitas de cartón. Para suavizar ese coste hay varios juegos con el mismo sistema - hay unas pequeñas variaciones adaptativas de uno a otro - por lo que únicamente necesitas aprenderte las reglas una vez y ya puedes jugar al resto de juegos de la serie, en lugar de aprenderte nuevas reglas cada vez y tener que pagar ese "coste" cada vez que vas a jugar un nuevo juego. Como concepto está bastante bien planteado, pero el nivel de detalle y gestión que ofrece esta serie me parece todavía un poco excesivamente alto para mí. Por ahora no, pero tal vez algún día...

Finalmente, queda el futuro. Carl Paradis, autor del muy logrado No Retreat! está trabajando en la publicación en la editorial GMT de No Retreat 3 que trata la Campaña de Francia de 1940. La calidad del primer juego hace que tenga bastante interés en este juego. Sin embargo, percibo que el diseñador tiene cierta tendencia a no pulir del todo sus trabajos, y la edición previa del juego por Victory Point Games no parece haber triunfado tanto como su antecesora del Frente Ruso, por lo que creo que me voy a limitar a esperar y ver que pasa.

1 comentario:

  1. Coincido en tu recomendación , el libro”El mito de la Blitzkrieg” es una delicia .

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