jueves, 19 de junio de 2014

Este no ha sido mi campeonato

Tras escribir artículos de estrategia de Friedrich, narrar docenas de partidas del mismo juego, y anunciar por aquí y por allá el CAFE 2014, al llegar éste sólo alcanzo una muy modesta 15 posición de 19 participantes. ¡Vaya!. ¿Qué consejos puede dar, y que análisis de partida puede hacer quien se queda en la parte baja de la clasificación al jugar el campeonato?.

Alguien tiene que hacerlo. Llevo ya un par de años escribiendo regularmente acerca de este juego en el blog, y no puedo dejarlo así de repente porque haya sufrido una debacle en un torneo. Como muchas ocasiones en la vida, no me queda más remedio que "echarle morro" y seguir p'alante.

El CAFE 2014 ha tenido lugar este último fin de semana, desde el viernes 13 de junio por la tarde hasta la noche del domingo 14 de junio en el Albergue San Fermín en Madrid. El mayor éxito ha sido la asistencia. Ha habido 19 participantes plenos en el campeonato, amén de otros que jugaban como jugadores de complemento para llegar al número redondo de 20 en cada ronda. Hemos tenido asistentes de Alemania, Estados Unidos, Holanda, Suecia, Reino Unido, Cataluña y Madrid. De parte mía y de Ringard - quien ha hecho todo el trabajo de organización - nuestro más sincero agradecimiento a todos por vuestra participación. 

Y ahora voy a contar mis partidas y como he acabado en una posición más bien miserable, para lo que se podía esperar de mí.

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La noche anterior al campeonato habíamos quedado con los extranjeros asistentes al mismo en un bar de la capital. Entre eso y el comienzo de mi jornada laboral en la mañana del viernes el tiempo fue algo breve, y así fue como inicie el campeonato de manera un tanto apresurada.

En mi primera partida jugaba como prusiano contra dos caras conocidas. Will como ruso y JM como austríaco. A mí derecha como francés se sentaba Mce., de Holanda.

Los primeros 5-6 turnos fueron para mí frenéticos y desordenados. Atacaba a ultranza a aquél general enemigo que se me ponía a mano. JM me cercó hábilmente por tres lados en diamantes en Silesia, y aunque logre romper el cerco, la batalla marcó el final del predominio de los diamantes en mi baraja. Enmendé la plana metiendo un prusiano con 8 tropas en una posición en la cual cayó por hambre. Más tarde las echaría en falta.

Final de mi primera partida. Doble victoria sueca y austríaca.
Contra Francia establecí un triángulo defensivo con un general prusiano haciendo retiradas automáticas de 1 espacio en torno a Magdeburgo. Ya sólo muy al final Mce. unió dos generales franceses para desequilibrar esta defensa, pero era demasiado tarde.

Will y JM jugaron con mucha habilidad, a lo cual hay que añadir mi mal juego de los primeros turnos. Tras estos me tranquilice un poco y jugué a demorar a mis contrincantes todo el tiempo posible, lo cual logré hasta el turno 20. Abandoné Sajonia y concentré mi defensa en el cuadrante de picas de Silesia. Había recibido un buen número de cartas de ese palo, y tras la batalla de cerco en diamantes JM tardó un tiempo en volver a atacarme, aunque cuando ya lo hizo fue incesante y me supuso un desgaste tremendo.

No menos tenso era el frente ruso. Will se quedó pronto sin tréboles, pero eso no le impedía retornar con superioridad numérica y quitarme algunos más de la mano. Especialmente hábil fue su manejo del ejército sueco, que me quitó más cartas de tréboles. En un momento entre los turnos 15-18 tuve que gastar muchos tréboles que me hubieran sido útiles en Silesia en intentar evitar que Suecia conquistase su último objetivo secundario: Cammin. Cuando Will por fin lo consiguió, "mató" por hambre al general sueco para hacerlo reaparecer más al oeste, dónde yo había liberado dos de los objetivos primarios. Una táctica muy elegante.

A pesar de perderla es una partida con la que estoy muy contento y que fue muy interesante. Las reducciones de subsidios salieron en los turnos 13 y 17 y, junto con la longevidad de mis enemigos, contribuyeron a mi derrota. Al final ganaron simultáneamente Austria y (por un despiste mío) Suecia. Considero que mis malas jugadas en las primeras rondas evitaron que aguantará los 2 turnos que aún quedaban para proclamarme ganador. La próxima vez me tomó el día libre del curro para poder llegar más descansado.

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A la mañana siguiente era otro conocido, C_M, quien hacía de prusiano en mi mesa. Yo me sentaba delante suyo como austríaco. A mi derecha Rusia la llevaba Friki, nuestro amigo del Club Dragón que nos va a acompañar en otoño al campeonato de Berlin. A mi izquierda jugaba con Francia AF, única participante femenina y que había hecho todo el viaje desde Girona para participar en un campeonato de un juego con el que sólo había jugado una vez antes.

Esta partida duró 16 turnos, pero se acabo en los turnos 6-7. Antes de estos estaba bastante confiado en que los aliados pudieran ganar a Prusia. AF limpió los dos generales hannoverianos y sus 12 tropas en el turno 3-4. Al mismo tiempo yo conseguía hacer que C_M cayese en una emboscada en Silesia y le limpiaba de diamantes con mis corazones.

Pero entonces, sucesivamente, murió la zarina el turno 6 y los franceses perdieron India en el turno 7. En lo que quedaba de la partida no salió una sola reducción de subsidios prusianos para equilibrar las fuerzas, de manera que Prusia y Hannover robaban tantas cartas como el resto de aliados juntos. C_M adivinó que Francia estaba escasa de picas, y atacó con sus prusianos al francés en ese palo, lo que paró a AF en seco.

Por mi parte, el desequilibrio de fuerzas no me impidió expulsar a Prusia de Sajonia. También llegué a montar otra emboscada en Silesia por la que, sacrificando 2 generales austríacos y unas 10 tropas, conseguí limpiar con mis tréboles las picas de la mano de C_M. Esto, sin embargo, me salió mal lo mismo que la anterior emboscada de diamantes porque jugué demasiado tiempo a igualar la puntuación de mi adversario y ello le permitió huir/contraatacar. En este tipo de batallas que se juegan para hacer desaparecer un palo concreto de la mano del contrincante es crucial y, al mismo tiempo, muy difícil saber a partir de cuando hay que pasar a jugar en positivo para que la jugada salga al 100% como debiera.

Al final de esta partida sólo tenía la mitad de los objetivos de Austria en mi poder, y mi puntuación en el campeonato se hundió por esta partida más que por ninguna otra.

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En la última de nuestras reuniones periódicas para jugar al Friedrich me había enfrentado como ruso a V. jugando con Prusia. En esa partida había sufrido el trauma de ver como Prusia defendía con todo contra Rusia aún a costa de perder la partida de manera catastrófica en otros frentes. Al sentarnos de nuevo V. y yo en las mismas posiciones para nuestra 3ª partida del campeonato el trauma aún me duraba, y estaba decidido a dejar que V. se desfogase con mis aliados e intentar cosechar con mi prudencia lo que él mismo sembrase con su temeridad.

Otra particularidad de la partida de mayo había sido que el general prusiano 8 tenía el máximo de 8 tropas. En la primera ronda de esta partida V. lo plantó en una posición adelantada, y yo pensé "lo ha vuelto a hacer". Dirigí 14 tropas con 2 generales a Prusia Oriental, y lo mínimo (2 generales con 2 tropas) en dirección a Berlin.

Esto fue un error del que no me dio tiempo a recuperarme. La zarina abandonó la partida en el turno 10. La cosa se agravó aún más porque V. optó por hacer la Opción Ofensiva contra Austria - liderada por Rb. -. Pasados dos turnos sus generales de cabeza estaban sin suministros, y Rb se cerraba sobre sus trenes con una pinza desde el este y el oeste al tiempo que conquistaba varios objetivos. La habilidad de Rb. y el desgaste de cartas de Prusia por intentar salvar su ofensiva llevaron a una victoria en el turno 12. A Francia, liderada por el jugador sueco BvK, le faltaba tiempo para tomar el último objetivo de una defensa prusiana que colapsaba por momentos. 

Yo, por mi parte, estaba a punto de conseguir que los suecos lograsen sus objetivos primarios con ayuda rusa, cuando el destino quiso que dejasen la guerra en el turno 9. Los rusos consiguieron 7 objetivos casi sin lucha. Tardé en limpiar Prusia Oriental, donde el general prusiano al final tenía 4 tropas en vez de 8. Fue la partida que peor jugué de todo el campeonato.

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Para mi cuarta partida del CAFE - y tal como parecía, la última porque ya era imposible clasificarme para la final - contaba con un selecto elenco de jugadores del campeonato de Berlin. El diseñador del juego Richard Sivel se hacía con el control de Prusia. AT, uno de los mejores jugadores de Friedrich sobre el planeta, era el ruso. ML, el único participante estadounidense en el torneo y un veterano de varios campeonatos, llevaba a Maria Teresa.

De nuevo el jugador prusiano optó por una ofensiva contra Austria. Sivel nos contó luego que con las cartas que tenía veía pocas opciones para la defensa, y prefirió intentar la ofensiva para lograr una puntuación alta con la misma aunque en sí misma fracasase. Llegó a ocupar 11 de los 14 objetivos prusianos, pero la primera carta del destino fue un recorte de subsidios y entonces decidió abortar el ataque y hacer caja con la puntuación.

Máxima extensión de la ofensiva prusiana. Al oeste Francia se enfrenta a Hannover en Magdeburgo, pero sin prusianos cerca. En el frente oriental un general prusiano se enfrenta a tres rusos.
Rusia atacaba de manera incesante en su frente, sufriendo bajas y volviendo hasta lograr una victoria simultánea con Austria en el turno 9. Yo, por mi parte forme una pila triple con los generales franceses y avance a través del sector central de picas en pos de los hannoverianos procurando exponerme lo menos posible a un contragolpe en desventaja. No recibí una sola carta de picas hasta el turno 4. Y entonces recibí unas 3 más y dos reservas. Mi avance fue lento, pero seguro. Para mí era otra de esas partidas en las que el prusiano era el peor enemigo de sí mismo. Los aliados iban a ganar sucediese lo que sucediese, y si pisaba el acelerador Prusia desviaría fuerzas hacía mi poniendo las cosas más fáciles a rusos y austríacos. Me encontraba en la situación contradictoria por la que para lograr mi victoria tenía que contribuir a que los prusianos aguantasen un turno más. Tras la partida mantuve esta conversación con AT.

AT: Jugabas tan mal que Prusia incluso pudo desviar un general de tu zona y meterlo en la de Rusia.

Yo: Es que eso es precisamente lo que me proponía.

A pesar de eso, Prusia no pudo aguantar por los pelos hasta el turno 10, que era cuando hubiera podido ganar conquistando los dos últimos objetivos franceses que había dejado en la retaguardia. No tuve un sólo combate contra Prusia, y si unos cuantos contra Hannover, que gané todos.

Mi proceder no fue muy ortodoxo, e incluso era contrario a muchas de mis recomendaciones, pero la situación propiciada por la ofensiva prusiana había provocado una situación tan anómala que requería pensar de manera poco ordinaria. Al final, ganaron mis aliados en vez de yo por muy poco, pero yo volvería a adoptar la misma estrategia. 

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Y así fue como terminó mi participación en el CAFE 2014. Aquella misma tarde del domingo tuvo lugar la final entre C_M de España, AT y Richard Sivel de Alemania, y Ad. de Holanda. La partida tuvo una duración épica de 23 turnos y se prolongó hasta la 1 de la madrugada del lunes 17 de junio. A la conclusión de la misma AT se proclamó ganador del torneo jugando en la final con Prusia.

Se preparará un reporte detallado de la sesión cuyo enlace colgaré de este blog.

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