domingo, 16 de octubre de 2011

Los Misterios de Jesus


The Jesus Mysteries. Timothy Freke y Peter Gandy. Three Rivers Press 2001. 360 Páginas.

Este libro también puede comprarse en español, aunque hace tiempo que no se imprime. Buscad en http://www.iberlibro.com/ , Que yo sepa, hay dos ediciones en español, una editada en Barcelona y otra del Círculo de Lectores que tiene un prefacio de Iker Jiménez que considero un flaco favor a la hora de darle seriedad a las tesis del libro.

Hace unas pocas semanas estuve viendo por unos minutos uno de esos educados coloquios de la tele alemana de los que ya he hablado en otro post. Con motivo de la visita papal a Alemania en el programa habían invitado a unas cuantas personas, entre ellas un obispo católico, para discutir acerca de la religión. El coloquio era otra muestra de las diferencias entre Alemania y España puestas en relieve por la visita del líder supremo del catolicismo. En ambos sitios (¡por fin!) hubo gente que protestó por la visita del sumo pontífice, pero en Alemania a los mandatarios católicos locales no se les hubiera ocurrido decir - como a los de aquí - que la gente bien podìa manifestarse en cualquier otro momento. Si lo hubieran hecho les hubieran corrido a gorrazos. También el tratamiento de los medios fue diferente, como demostraba el propio coloquio en el que se reunían personas con diferentes puntos de vista para hablar de manera razonada acerca de la religión. Aquí, en cambio, los medios se convirtieron en difusores de propaganda unilateralmente católica. Tan sólo se salva parcialmente La Sexta, cuando mostraron a los píos jovenes de los noticieros de día emborrachandose por la noche. E incluso eso lo hicieron después de la despedida de Benedicto, cuando la conferencia episcopal ya no podía vetarles el acceso a los eventos para retransmitirlos.

De vuelta al libro. Lo compre por formar parte de la bibliografía de otro libro de Sanchéz-Drago titulado "Carta de Jesús al Papa". La sinopsis de "Los Misterios" es sencilla. Los dos primeros tercios del libro nos narran todas las similitudes que existen entre la doctrina cristiana y las creencias paganas anteriores y contemporáneas a la existencia de un supuesto Jesus de Nazareth. Los autores son bastante insistentes con el tema. Al principio lo cogí con algo de interés y luego me cansé un poco porque se repetían un poco en argumentos y hacían autorreferencias a otras partes anteriores del libro donde tal o cuál similitud ya había sido discutida. Al final la idea es clara: el cristianismo no se inventó nada que no estuviera ya inventado antes.

El último tercio del libro es ya más interesante porque presentan las conclusiones de lo discutido en los capítulos anteriores. Los autores afirman que el tal Jesus de Nazareth no existió jamás como persona real. Sólo es un personaje mítico como Dionisios u Osiris y que cumplía las mismas funciones alegorícas que estos en una serie de cultos mistéricos que combinaban profecías hebreas con aspectos tomados de los cultos mistéricos paganos de la época - en torno al cambio de era -. Alegan que algunos judíos de los que entraron en contacto con el helenismo - en particular, la comunidad hebrea de Alejandría - inventaron el mito de Cristo en imitación de los mitos paganos con la idea de dotar a su sombría religión de pastores de Oriente Medio del colorido y el atractivo de los mitos paganos del Mediterráneo. Según Freke y Gandy, los autores, este "judaísmo místico" tenía unos ritos de iniciación que eran públicos y otros más avanzados cuyos contenidos, lo mismo que los de los misterios paganos, eran secretos.

El momento decisivo no fué la supuesta crucifixión de un mesias que jamás existió, sino las revueltas judías de 66 - 73 d.C. que culminaron en la Diáspora. La dispersión de judíos por todo el Imperio Romano llevó también los mitos de Jesus a diferentes lugares. Al mismo tiempo, siempre según la tesis de los autores, dicha dispersión también terminó separando a aquellos judíos cristianos familiarizados con los ritos de iniciación de los que conocían también los avanzados. De esta manera, empezaron a difundirse por el Imperio Romano dos formas de cristianismo, una más completa que comprendía tanto los ritos iniciáticos como los avanzados y cuyos seguidores eran conocidos como gnósticos; y otra incompleta, de fácil acceso a masas no educadas, que estaba limitada a los cultos de iniciación.

Fue esta última la que finalmente prevaleció gracias sobre todo a su alianza con el poder establecido: el Emperador. Con el respaldo estatal se pudo establecer un dogma centralizado de cristanismo que automáticamente condenaba a cualquier otra versión del mito como herejía y permitía su erradicación haciendo uso incluso de fuerzas armadas. De esta manera el cristianismo tal y como lo conocemos hoy en día - sobre todo en sus interpretaciones católica y ortodoxa - consiguió eliminar cualquier rastro no sólo de ritos cristianos más complejos, sino también del paganismo del cual había tomado muchas de sus propias ideas. El cuento que al final nos ha quedado ha sido que el mundo era un caos hasta que llegó un salvador que nos libró de nuestros pecados y nos dejó unas guías acerca de como comportarnos hasta que se le ocurriese regresar. Este libro nos plantea que el mundo ya era bastante civilizado y moral antes de que apareciesen los cristianos, y que de hecho la única anomalía en la historia de la humanidad es que una doctrina se haya impuesto sin dejar lugar a otras interpretaciones.

La hipótesis que "Los Misterios" plantea es sólo eso, una hipótesis. Hay indicios. Pero aún así es muy difícil demostrar que todo sucediera exactamente como los autores lo describen.

Sin embargo, yo pienso que ello no desmerece para nada este libro. El mensaje más importante que nos aporta no es que Jesus sea un personaje ficticio, ni que las versiones más extendidas del cristianismo hoy en día no tengan apenas nada que ver con el cristianismo tal y como era originalmente. Lo más importante es que los valores que el cristianismo dice representar estaban ya presentes mucho antes de que este culto monoteísta apareciese, y dichos valores se transmitían mediante una variedad amplia de cultos, mitos y doctrinas filosóficas. Así, el único mensaje realmente diferenciador del cristianismo y otras religiones que la han seguido es declararse a si mismo como único referente de valores morales, y el planteamiento de fondo de este libro es que dicho mensaje es falso.

Vuelvo al coloquio televisivo que mencionaba al inicio. En él un hombre joven que no parecía nada religioso argumentaba de manera espléndida que, si bien el cristianismo tenía muchos defectos, él no consideraba que hubiese algo que lo sustituyese a corto plazo si todo el mundo abandonase la religión de manera repentina. La consecuencia sería una sociedad sin valores morales. Recibió cuantiosos y merecidos aplausos por la forma tan razonada y serena con la que desplego sus argumentos. A mí me convenció en ese momento. Sin embargo, más tarde, pensando por mi cuenta he recordado este libro y por ello considero que vale la pena librarse de la religión. Nos ha estado acompañando durante miles de años, y si bien ha cumplido algunas funciones como aglutinador de sociedades, en la actualidad es una herramienta social obsoleta y hasta peligrosa, en tanto que fomenta más divisiones y desigualdades que las que resuelve. Antes una cruzada o una masacre de no creyentes no tenían más víctimas que los directamente afectados. En la actualidad, cualquier conflicto religioso puede ser respaldado por armas nucleares. Aunque sea sólo por eso, ya es hora de que busquemos una forma de entendernos que no sea que todo el mundo comparta la misma religión que yo.

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