lunes, 8 de octubre de 2018

El huevo y la gallina: Regalos, críticas, y la industria del juego en España.

En la última entrega del podcast de El Tablero que tengo enlazado aquí en mi blog uno de los cooperantes del mismo expresó la opinión de que no debería extrañar a nadie que un crítico de juegos dejase de recibir estos de editoriales sobre cuyos juegos ha expresado críticas negativas.

Me pareció una opinión muy bien expresada, y con mucha claridad. La suscribo totalmente. El colaborador que la formulaba publica él mismo juegos. Creo. No sé. Me pierdo un poco con los colaboradores de El Tablero, y más aún tras la larga pausa veraniega. El caso es que me hacía ponerme en su lugar y, claro, esto es un negocio y va de dinero. Darle juegos a un tío para que te los tiré con críticas atroces es suicida y costoso. Yo, personalmente, no lo haría.

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Otro podcast de juegos que sigo, lo mismo que muchos otros, es el del Vis Lúdica. Durante este verano han lanzado una especie de mini-capítulo monográfico que nos ilustra sobre los premios Spiel des Jahres, los premios más prestigiosos del mundillo de los juegos de mesa si consideramos los wargames un desperdicio de papel, cartón, y plomo (por las miniaturas).

No son los primeros en narrar cómo se entregan esos premios, pero aún así resulta un capítulo muy interesante en tanto se mete en los entresijos de la industria del juego. Y no cualquier industria del juego, sino la industria alemana del juego, que es notoriamente exitosa.

Una parte muy importante de este podcast trata acerca de las bases y el jurado del SdJ. Resulta bastante llamativo, y es una parte que merece la pena escuchar tomando notas. Pero para quien no tenga ganas de hacerlo el resumen es algo que ya sabíamos: en Alemania lo hacen todo mejor.

Lo que a mí más me llamo la atención es el cuidado que se pone en la independencia del jurado. En resumidas cuentas:
  • Nadie se puede postular activamente como jurado para el SdJ. Se recibe la invitación para formar parte del mismo.
  • El jurado está compuesto por críticos. Es decir, gente que está en activo escribiendo críticas. Lo cual presupone que tienen ya una opinión formada y cierta experiencia acerca de que hace un juego bueno o malo para cuando se les invita a formar parte del jurado.
  • No hay contacto directo alguno entre la industria del juego y el jurado. Si se quiere enviar un juego, este se envía a la asociación del premio a petición de la misma. Y si a algún jurado le interesa pedirlo, lo pide a la asociación.
Esta independencia está bastante garantizada y es lo que otorga valor al premio y a los juegos sobre los que recae.
No sólo eso. El SdJ es un componente integral de la buena salud de la industria del juego en Alemania. Cada uno puede estar en desacuerdo con el criterio de juego premiado por el SdJ - juegos asequibles para familiares y amigos - mas resulta innegable que ha constituido un referente a seguir por las editoriales de juegos, con evidente éxito. El resultado final es que todos han salido ganando. Los críticos disfrutan de seguidores, audiencia, y acceso a medios. Los jugadores acceso a una industria que provee gran cantidad de juegos, muchos de ellos de calidad aceptable. Y la industria ha visto como, estimulada por una crítica fiable, la demanda de juegos se ha incrementado.
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En el mismo podcast de Vis Lúdica se preguntan si algo como el SdJ sería posible en España. La respuesta que dan es que hay "masa crítica" para ello. Ello quiere decir (creo) que existe suficiente cantidad de críticos de juegos con la calidad necesaria para formar un jurado (que conste que no me incluyo). Esto es lo importante, porque la creación de cualquier Premio Juego del Año a nivel del SdJ ha de partir de críticos de juegos en lengua española, sin intervención por parte de industria, asociaciones o clubes de jugadores, ni medio de comunicación alguno. Es decir, son los propios críticos de juegos los que tienen que juntarse entre ellos, organizarse, y dar el paso.

Independencia plena, y estrictamente aplicada. Sólo así se puede aspirar a una crítica que sea aceptada por todos aunque no sea del gusto de todos. El resultado sería una voz clara - la de la crítica - que guiase a la industria en una dirección basada en criterios sentados y cuyo resultado, pasados los años, sería el que ya hemos visto en el SdJ.

Esto es más importante de lo que parece, puesto que los juegos de mesa son sólo una de varias formas de entretenimiento, como las videoconsolas, los canales de series en "streaming" y Gran Hermano VIP, entre otros. Estamos compitiendo constantemente por la atención del mismo público. Escucho a muchos jugadores lamentarse de que "la gente joven" no se aficiona, e intentado meter a sus hijos en este hobby. Puede haber un futuro saludable para los juegos de mesa en España, pero eso depende de que hagamos lo correcto. Ahora.

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Y con esto volvemos a nuestro amigo del comienzo de la entrada, quien de alguna forma se quejaba amargamente de esos ingratos a los que envías un juego para que hagan una crítica y lo ponen a parir.

Si algo nos ha dejado claro el SdJ y su exitosa historia, es que regalar juegos para que hagan críticas de ellos es una mala idea. No importa si la crítica es buena, es mala, o es "meh". Es malo para el editor, es malo para las tiendas, es malo para el crítico, y es malo para los jugadores.

Se trata de aplicar el dicho aquel "la mujer del César no solo tiene que ser casta, sino que tiene que parecerlo". Cualquier contacto con el crítico pone en cuestión los comentarios de éste por muy honestamente que los haya hecho. Sabiendo la opinión del colaborador de El Tablero, ¿no matizará el crítico sus comentarios sobre tal o cual juego de mierda por temor a que dejen de enviarle copias?. O por el contrario, ¿hará una crítica exageradamente feroz para reafirmar su independencia cuestionada recientemente por esos ejemplares recibidos de tiendas y/o editoriales?. Una vez que un critico recibe directamente un ejemplar de juego desde una tienda o editorial con el encargo de escribir una crítica, ¿hasta que punto podemos estar seguros de si la crítica representa la opinión genuina del comentador?.

Es muy agradable recibir cosas gratis. Y aquí en España eso nos pierde. A pocas cosas se les puede aplicar más el calificativo de "regalo envenenado" que a estos obsequios a los críticos. Dañan la credibilidad del crítico que los recibe por el mero hecho de recibirlos, y no benefician en nada a quien los hace, puesto que la critica que obtiene por el obsequio resulta cuestionable.

Hay una necesidad de criticas por parte de la industria, por parte de los consumidores. Para hacerla posible, los juegos tienen que llegar a los críticos. Ya tenemos un ejemplo de cómo debe hacerse, y desde luego no pasa por hacer regalos.

P.S. (Olvidé escribir el párrafo final, cuya importancia reside en que da título a la entrada). Igual que en el dilema del huevo y la gallina, la industria del juego de mesa en España se enfrenta por una lado a la necesidad de criticas de juegos, y por otro al daño que promoverlas puede hacer a esa crítica que necesita. La solución al dilema ha de partir, pues desde la crítica.

3 comentarios:

  1. Hola Ethelberto, soy Igael, el colaborador del tablero que opina lo de no regalar juegos para que te hagan publicidad negativa. Creo que me confundiste con mi compañero Xavi Carrascosa, que es quién edita juegos a través de la editorial que tiene con su socio (Mont Taber). Yo soy profesor de economía y administración de empresas, y de ahí me viene el tema de ponerme un poco en la piel de la empresa.

    Muy buena esta entrada, perfectamente argumentada , razonada y con las ideas claras.

    Un saludo.

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  2. Hola Igael. En el inicio de la entrada expreso dudas acerca de quien es quien en El Tablero. No tengo bien asignadas las voces a los nombres y a lo que hacen.

    Independientemente de eso, tu opinión estaba bien expresada. Únicamente quería integrar esa idea tuya en un marco más amplio. Muchas gracias.

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