jueves, 30 de noviembre de 2023

Erase una vez un señor tróspido

Este lunes 27 de noviembre por la tarde moría de un infarto de miocardio a los 47 años de edad un señor de nombre Miguel López. Un nombre bastante corriente, por el cual seguramente le conocería muy poca gente. Yo mismo no lo conocía. En cambio, si sabía el nombre - o apodo - por el cual era conocido en público: El Hematocrítico.


¿Quién era El Hematocrítico? En la necrológica por la que me enteré de la noticia (y otras más que he leído más tarde) le definen como profesor de primaria, escritor de libros infantiles, estrella de internet, tuitero... ¿estos dos últimos son profesiones?. Me estoy haciendo viejo.


Yo ya tenía noticia de su actividad en las redes, aunque no le seguía con frecuencia. Me limite a reírme con las tontadas que ponía en sus cuentas de Tumblr Drama en el Portal y Hematocrítico de Arte, pero no puedo decir realmente que me fuera conocido.


Mas ante todo, El Hematocrítico era para mi una voz. Una voz que me ha estado acompañando en los últimos años a través de un podcast al que llegué por una breve mención en otro podcast. El Hematocrítico era, junto con el periodista Noel Ceballos y Nus Cuevas (primero como editora, y luego como una voz más), una de las voces de Los Hermanos Podcast.


¿Otro podcast más? Puede que si. Pero no para mí. A pesar de tener unos comienzos bastante irregulares - grababan prácticamente cuando les daba la gana - sus episodios me sacaban una carcajada en medio de mi soledad, gracias a sus giros sorprendentes y a un humor no exento de cierta mala baba, pero con buen rollo al fin y al cabo. No se tomaban muy en serio ni a si mismos ni a lo que hacían, y ello le daba un tono más cómico al asunto. La cosa llegó al punto que me alegraba un montón al ver que se había cargado un programa nuevo tras meses de silencio.


El apoteosis llegó con el COVID y El Confinamiento. Ese período que todos tuvimos que pasar encerrados en casa. Entonces se pusieron a lanzar programas todos los putos días de lunes a viernes. Fue algo mágico. Varios podcast me sirvieron de apoyo moral en aquel período. Pero el de Hematocrítico y Noel fue el más gracioso de todos. Tras eso, continuaban emitiendo programas con una periodicidad semanal, y sin perder nada de su ingenio. Más bien al contrario. El último capítulo lo escuche este domingo, el día antes de su muerte.


¿Quién era El Hematocrítico realmente? Según algunas de las personas que le conocieron - entre ellas el propio Noel Ceballos - una persona divertida, alegre, y que merecía la pena conocer. La visión que yo gano de él por los comentarios escritos tras su muerte es que era una persona que sabía hacer más alegre y luminosa la vida de otros. Así lo hizo conmigo, especialmente a través de su podcast. Muchas gracias Hemato. Y gracias también a Noel y Nus.


Pero mi objeto al escribir este artículo no es hacer un panegírico, o una necrológica, aunque al final me haya salido como tal. Sino aprovechar la ocasión para dar a conocer y compartir los buenos momentos que Hematocrítico y sus amigos nos han dado a través de su podcast. Os animo a escucharlo. Y si me preguntáis por donde empezar, yo diría que por la reseña que hicieron de la película de Garci Holmes y Watson: Madrid Days.


Escuchadlos, y reíd. Reíd, porque reírnos y divertirnos es lo único que le da sentido a la vida.

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