domingo, 28 de noviembre de 2021

Dune ... otra vez

Un reciente estreno de cine muy esperado y demorado desde 2020 por razones que no hace falta comenzar ha sido la pilícula de Dune.



Y aquí un servidor ha ido a verla como tantos otros. ¿Cómo ha sido?. Pues es una adaptación estupenda de la novela original. La mejor de las tres que se han hecho. Aunque en una adaptación cinematográfica han de quedarse cosas fuera, ésta contiene lo esencial y lo hace de forma espectacular. Soy de esos a los que también les gusta la "continuación" que el director (Denis Villeneuve) de este "Dune" hizo del clásico "Bladerunner" (Bladerunner 2049). Tiene una forma particular de hacer las cosas. Logra ser espectacular sin caer en aspavientos ridículos. Los personajes son comedidos, reservados, y al mismo tiempo transmiten mucho mediante gestos o del trabajo del realizador como la escenificación. Es una obra muy buena. Si habéis leído la novela y os gusta, no perdáis la oportunidad de ver este film.


Y sin embargo, en su brillante excelencia como adaptación "Dune 2021" resulta un fracaso como película. Permitidme que me explique. Un par de semanas después de haberla visto yo, un compañero de trabajo comentó que la había visto y que le había parecido un rollazo. Para él, era larga de cojones y no entendía una mierda de lo que pasaba en ella. El elemento clave de su opinión: él no se había leído la dichosa novela ni conocía nada del trasfondo de esa ambientación de ciencia-ficción. Es un tío normal y corriente, no un frikazo como el que suscribe (y muchos de los que me leéis, seguramente).


Dune 2021 no pierde el tiempo en explicarle cosas al espectador. Asume que ya las conoce. La especia es importante, pero no se dice porque. Un mentat hace cálculos durante una escena y lo vemos poner los ojos en blanco. Los frikis sabemos que las computadoras están prohibidas y que los mentat consumen especia para llevar a cabo su trabajo. La gente normal no se entera de lo que está pasando en la escena y el mentat les parece un tío de lo más corriente. Una persona normal que vea la película entiende que hay una tecnología de escudos personales, pero no entiende porque no hay pistolas láser como se espera de todas las obras de ciencia-ficción. Nadie le ha explicado que las armas de energía interactúan de manera catastrófica con los escudos y que estos pueden ser penetrados por objetos que se mueven despacio, de ahí que en la película las peleas sean con cuchillos. ¿Quién es el emperador? ¿Por qué hay un imperio? Y ese "Landsraat" del que a veces hablan, ¿qué es y cómo funciona?. Y así con un montón de cosas. La sensación que tiene el espectador medio de Dune 2021 es la misma que tuve yo en mi infancia cuando, una tarde a comienzos de los 80, en TVE emitieron dibujos animados en blanco y negro importados del bloque soviético en lugar de los habituales de Hanna-Barbera, Warner, o Disney, y a mi se me quedó el ojete torcido del todo.


Algunos diréis que la novela se publicó en 1965 y que quién no la ha leído a estas alturas. Yo pregunto, ¿quién se lee una novela publicada hace 57 años? . ¡Qué les den por saco a los que no saben nada de Dune!, aclamaréis algunos. Yo digo que no. Que se pueden hacer las cosas de otra manera. Que es posible crear un universo audiovisual y capturar al espectador incauto e ignorante en él. La aclamada Star Wars lo hizo. Dune 2021 también si logra apoyarse en la muleta de la obra de Frank Herbert. Sin ella la película carece de apoyo y no tiene más remedio que avanzar arrastrándose por el suelo. 


Si. La película me encantó cuando la vi. ¿Pero es una película que se pueda recomendar?. A juzgar por la experiencia de mi compañero de trabajo, absolutamente no. No soy el único que parece opinar así. La crítica que Chema Pamundi hace del filme destaca entre las de la prensa cinematográfica en general al incidir en el talón de Aquiles de Dune 2021: sólo para entendidos. Del hecho de que esta película sea la primera parte de dos y en la campaña publicitaria no indiquen eso para nada ya lo comentaremos otro día, que por hoy ha sido suficiente.


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Una consecuencia beneficiosa de la pílicula esta es que jugar a Dune se ha puesto una vez más en boga. Y cuando digo Dune me refiero a aquel juego que se publicó en 1979 o a su reedición de 2019. El juego antiguo era algo difícil de hallar y en ocasiones a un precio excesivo. La reedición es una delicia sobre todo porque no sigue las convenciones que cualquier reedición de un juego antiguo tendía a seguir en los últimos tiempos. A saber: sobreproducción, minis, y caro de cojones. La versión de 2019 tiene buenos componentes y un excelente maquetado, pero sin excesos. Se ha aprovechado la ocasión para depurar el manual aclarando bastantes dudas y dejándolo muy bien estructurado. Se vende en una caja normal que cabe en cualquier estantería. Su precio ronda los 40€ y, por si todo esto fuera poco, ¡ahora lo podéis conseguir en español!. 


Para aquellos que no conozcan el juego Dune, se trata de un juego de guerra de mesa ligero de todos contra todos como el muy conocido Risk, pero mucho mejor porque la partida no dura mil años y tienes decisiones inteligentes que hacer. Además, a diferencia de la pilícula, no hace falta conocer la novela de ciencia-ficción ni su trasfondo para jugar a Dune y divertirse.


Tanto para los que lo conocen como los que no, recomiendo encarecidamente emplear únicamente las reglas básicas en vuestras primeras partidas. Dune es un juego fácil de aprender y difícil de dominar (easy to learn, difficult to master como le gusta decir a Alejandro de Los Abuelos). Lo que eso realmente quiere decir es Dune tiene una complejidad que va más allá de su reglamento. Si no has jugado antes no sabes que utilidad tienen las reglas adicionales y los poderes avanzados de facción, y o los vas a olvidar o intentar recordarlos va a hacer más lentas tus jugadas, resultando ello en una partida menos placentera para todos.


Es mejor acumular tres o cuatro partidas de experiencia, y cuando por fin todos los componentes de la mesa crean que ya saben jugar bien, acordar qué reglas y poderes introducir en el juego. Id incorporando las reglas y poderes poco a poco. No todas de golpe. Y si algún jugador es nuevo, manteneros con las reglas básicas. El juego ya es bastante divertido con ellas.


Aparte de eso, no hace falta tener 6 jugadores para disfrutar de Dune. Con 5 jugadores dejad fuera a las Bene Gesserit, que prácticamente no tienen presencia inicial en el tablero. Estoy también bastante convencido de que con 4 jugadores Dune puede funcionar casi igual de bien. En ese caso dejad fuera también al Emperador. 


Por último, y por cortesía de Dariorex que me iluminó acerca de su existencia, os adjunto el enlace de treachery.online . Una página web muy bien implementada para jugar a Dune online. Podéis jugar con vuestros amigos y enemigos, o contra los bots que ofrece la propia página y que resultan bastante competentes. También permite ir añadiendo a medida todas las reglas opcionales y expansiones del juego de mesa original para que las podáis probar antes de lanzaros con ellas en vivo.