miércoles, 16 de noviembre de 2022

Batalladores 2022. Una breve crónica.

Pues sí. A comienzos de este mes de noviembre - del 3 al 5 para ser más precisos - he asistido a las jornadas de juegos históricos y de simulación Batalladores, en Zaragoza. Dado el carácter recopilatorio de experiencias de este blog, no podía menos que dejar constancia de ello y dejar una entrada con mis experiencias al respecto.


Antes de comenzar quiero dar mi más sincero agradecimiento y felicitación al Club Batallador por la organización de este evento. En esta ocasión se han "tirado a la piscina" y se atrevieron a poner 200 plazas a disposición de los asistentes frente a las 80 de la convocatoria de 2019. Han tenido un éxito rotundo. Las plazas se cubrieron rápidamente. Durante el transcurso de las jornadas los miembros de esta asociación hicieron gala de amabilidad y habilidad para que todo saliera a pedir de boca. Si algo ha quedado claro en estas jornadas, ha sido su calidad como personas y su inteligencia como gestores.


No tengo intención de aburrir al lector con una crónica detallada y ordenada temporalmente de mi participación en este evento. En lugar de eso prefiero comentar en forma de breves episodios mi experiencia. Así pues, comencemos.


2º Campeonato de España de Sekigahara.


Lo mismo que en 2019, en esta ocasión fue posible la organización de un pequeño torneo de este gran juego de estrategia bélica. Desafortunadamente, me empeñe en mantener la misma estructura de la competición primera, con rondas eliminatorias y un requisito mínimo de participantes. Esto hizo que durante bastante tiempo no hubiera muchos de los participantes de Batalladores dispuestos a inscribirse en esta actividad, dado que no les parecía que su celebración estuviera garantizada. He de agradecer a todos los inscritos su confianza. También la propia organización de las jornadas no albergó duda alguna de que el campeonato iba a celebrarse. Por último, la editorial Devir apostó por el evento - y me facilitó notablemente la labor organizativa - poniendo de su parte las copias necesarias del juego (que ha sido publicado por ellos mismos este año) para que la competición se llevase a cabo.


De esta forma nos fue posible poner en marcha una competición con 8 participantes y 3 rondas. La primera ronda se celebró en la tarde/noche del viernes. La semifinal y la final el sábado por la mañana. El ganador del Campeonato es José Cornelio, de Manzanares el Real, quien se batió en la final frente a un amigo residente en la misma localidad. De las 7 partidas jugadas, 6 fueron victorias para el bando Tokugawa (negro). Ishida únicamente ganó en la final. Había opción para pujar por bando, pero únicamente se ejercitó en 2 de las 7 partidas, siendo la misma final una de estas. Ambas pujas fueron por Tokugawa, por 2 y 3 bloques. Únicamente 2 de las 7 partidas terminaron con victoria súbita (por muerte de líder o toma de Osaka). Entre las partidas que terminaron por puntos, la diferencia de puntuaciones era bastante notable, oscilando entre un tanteo 9-18 la más "igualada" y 5 -23 la más "desigual".


Estos tanteos contrastan con mi experiencia personal en yucata.de , la principal plataforma online que soporta Sekigahara. El tanteo de victorias ahí está más igualado entre ambos bandos. Tengo una mayor proporción de victorias por puntos, y en este caso los tanteos suelen ser más cerrados. Siendo unas diferencias llamativas, no hay que apresurarse a comparar entre el juego ocasional en la mencionada página y el juego en vivo en un campeonato. Las circunstancias de ambos son bastante diferentes. No obstante, he podido sacar algunas lecciones de todo esto.

  • Hay que abandonar el formato de eliminatorias. Su principal inconveniente es que desincentiva la participación en el torneo porque los interesados no tienen garantizada más que una partida, y si pierden se encuentran sin nada que hacer y con todas las mesas de alrededor ya ocupadas en sus propias partidas. También impone un número de jugadores mínimo que condiciona la celebración del evento. La solución es establecer un sistema de rondas suizas, con los jugadores disputando como poco 2 partidas y el torneo celebrándose independientemente de cuantos sean los participantes.
  • Permitir a los jugadores conceder una partida. El motivo por el que los tanteos de puntos fueran tan extremos se debía a que un jugador conseguía una ventaja insalvable relativamente pronto, y su adversario seguía jugando a pesar de que no tenía forma de recuperarse. Esto hacía de la experiencia de la competición algo pesado, en la que te tienes que quedar jugando en la mesa a pesar de no poder hacer nada para recuperarte. 
  • Carta/bloque en la mesa, pesa. Cuando jugamos a cualquier juego a menudo estamos haciendo correcciones de nuestras jugadas de manera constante. Eso está bien, pero en una competición el carácter del juego varía, y además jugamos contra personas desconocidas. Corregir una jugada puede estar sujeto a malinterpretaciones, y la única forma de clarificar esto es imponer una regla estricta por la cual lo que está jugado, está jugado y no hay vuelta atrás. Para compensar de las dudas adicionales que esto puede causar, estoy dispuesto a otorgar 10 minutos extra de reloj por bando, con un total de 1 hora y 10 minutos a cada jugador.
  • Casi todos jugamos mal. Me refiero a que casi todos jugamos mal alguna regla del juego. Incluso de un juego tan sencillo como Sekigahara. Siempre que se pueda, se jugará conforme al reglamento del juego, pero si algún jugador ha cometido algún error de reglamento, éste no se corregirá si su oponente ya ha iniciado su jugada descartando alguna carta o revelando algún bloque. Es responsabilidad de ambos jugadores conocer y aplicar bien el reglamento, y aquel jugador que lo conoce y aplica mejor merece tener ventaja. Simplemente es mejor jugador.

En fin. Mucho trabajo por hacer, y mucho por aprender de todos aquellos que hicieron este campeonato posible. Una vez más, muchas gracias a todos.


Francisco Gradaille. 


Tuve la grata ocasión de encontrarme con Francisco Gradaille, diseñador de Plantagenet y Cuius Regio. Me enseñó el prototipo de este último, cuyo mapa ha sido rediseñado de forma espectacular. También se tomó la molestia de explicarme varios detalles del juego y responder a mis preguntas del mismo. Fue tan amable incluso para agradecerme la redacción de este blog, y comentarme que un programa de Jugando con los Abuelos que grabé con Mirmillon le había servido de inspiración.




Más tarde pude asistir a una demostración que hacía de Cuius Regio, y he de decir que me tiene totalmente convencido. Se ha comparado este juego con la serie Grandes Campañas de la Guerra Civil Americana (GCAW en inglés) porque las unidades acumulan puntos de fatiga. Pero en mi opinión se parece más a el clásico The Civil War de Victory Games, aunque también tiene bastantes ideas propias De cualquier forma, me tiene totalmente convencido y puedo decir que en este momento es mi futuro lanzamiento más esperado. Muchas gracias por todo, Paco, y deseo que pronto tengamos este trabajo tuyo en nuestras estanterías.



Un prototipo de Do It Games.


Es típico en una jornada de estas que constantemente se busquen personas para completar mesas. Un chico, que responde al apodo de Pinback (¡un saludo!) me captó de esta forma para una partida de tres jugadores de un prototipo de Do It Games. Un juego que afronta la tarea de recrear el teatro europeo de la Segunda Guerra Mundial, algo que ya comenzaron hace ya muchos años clásicos como Third Reich y World in Flames. El nombre de este prototipo se me ha olvidado. Lo siento.


¿Y qué aporta este prototipo a un tema que ha sido tratado múltiples veces a lo largo de los años? Pues una gestión de "Gran Estrategia" del conflicto desde el punto de vista de los recursos. De estos los principales son las cartas. Cada jugador tiene su propio mazo de 18 cartas, de las que va robando entre 4 y 7 cada turno (según como le vaya en la guerra) y que tienen varios usos. En una parte del tablero - que recrea un mapa de Europa dividido en cajetines conectados por ruta (lo que en inglés se dice point-to-point) - se despliega una fila de cartas a modo de "mercado", y que va siendo actualizado con más cartas que se van sacando de tres mazos sucesivos que representan eventos y personajes relevantes del conflicto y que van siendo más poderosos conforme la guerra avanza.


Se trata de gestionar nuestros muy limitados recursos para atacar, influir diplomáticamente, desarrollar nuevas tácticas y tecnologías (comprando más cartas) de manera que se puede lograr la victoria de diferentes formas. Una de ellas es desarrollando la bomba atómica, pero la que a mi juicio debe ser la más común es expandiéndonos sobre el mapa, de manera que agotemos las fichas de control que tenemos en un tablero personal. Es la misma manera en la que se puede lograr victoria súbita en Here I Stand cuando colocas todos tus marcadores de banderas rectangulares sobre el tablero. Hay tres bandos: Reino Unido, Alemania, Unión Soviética.


La partida duro entre 2 horas y media y 3 horas, y quedó muy ajustada al final, con un ganador colocando todas sus fichas de control justo una ronda antes que cualquiera de los otros dos jugadores lo hicieran. Estaría dispuesto a jugarlo más veces. El juego es emocionante, tiene decisiones interesantes, y se puede jugar en una tarde (y sobra tiempo). Pero no es el tipo de juego que termino adquiriendo para mi colección. Fundamentalmente porque con el nivel de abstracción que tiene y las mecánicas de eurojuego que emplea, tendría problemas a la hora de explicarlo a otros jugadores. De hecho, al principio me costó entender cómo funcionaba y me encontraba bastante perdido. Seguramente, otros jugadores más acostumbrados a los euros lo pillen a la primera.


Como siempre, esto es una opinión personal y que encima ha resultado de una única partida. Este prototipo despertó interés durante las jornadas, con varios grognards de rancio abolengo interesados por probarlo, incluso repitiendo. Este juego está muy desarrollado, me atrevería a decir que incluso está listo para ser publicado. Indudablemente, es un diseño muy refinado y que ha llevado años y múltiples testeos. Mi más sincero reconocimiento al equipo de diseño por su trabajo con este juego, y a Do It Games por su intención de llevarlo a nuestras mesas. *


Caesar: Rome vs. Gaul.


Mi última partida en estos tres días fue de este reciente juego creado por Mark Simonitch sobre la conquista romana de la Galia. Mi oponente no era ni más ni menos que el propio Julio César. Me refiero al wargamero tan conocido en Madrid, no al cónsul y dictador romano, aunque igualmente hizo de romano en esta partida.


Caesar es un juego rodeado de cierta polémica. El equilibrio del mismo parece estar descompensado a favor del jugador galo, quien además tiene una única estrategia ganadora, bastante defensiva y monótona. Fue por eso que, mientras jugábamos, algún comentario de "¡esta roto!" nos cayó de pasada.


Coincido en que tal vez no sea el mejor juego de Simonitch, pero para mí siempre ha sido divertido de jugar por lo ágil y fácil de asimilar que es, y por eso estoy dispuesto a darle otra vuelta. En esta partida jugué como galo, seguí una estrategia conservadora, y aún así perdí.


¿Qué hizo mi oponente? Mantuvo el grueso de las legiones con César casi todo el rato, ocupó una posición en el centro de la Galia con esta fuerza principal, y siempre calculó de manera muy detenida la cantidad de puntos que iba a poder lograr cada turno. El mérito de la victoria es suyo. Naturalmente, habrá algunos que digan que soy un paquete. Pero eso no es cierto. Me tocaron malas cartas, tuve pésimas tiradas de dados, y sufría de un leve dolor de cabeza. De hecho, me está doliendo un poco ahora de recordar todo esto.


Sea como fuere, JC y yo terminamos la partida con risas y exclamando "¡No está roto!".


Y luego por la tarde, emprendí el camino a casa llevado en coche por un buen amigo.

* P.S.: Pues el título de ese prototipo que probé durante las jornada Never Surrender, una nueva creación de Fran Díaz, el autor de Polis, otro gran juego que he tenido la fortuna de probar y que incluso tengo en mi colección. ¡Muchas gracias por los comentarios!

4 comentarios:

  1. Gracias por acordarte de "Never Surrender". Me hace mucha ilusión se nombre en un blog que sigo hace tanto :)

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  2. Comentario del autor... autor también de ese gran Wareuro que es Polis

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    1. ¡El Polis! ¡Qué gran juego! Le vote para mejor wargame en estas Batalladores.

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  3. Ja, ja... ¿En serio? Pocos votos más se llevaría siendo un "Wargame" que puedes jugar sin que haya ninguna batalla

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