lunes, 27 de enero de 2025

Die Reichsrunde 1619

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Edici贸n de invierno de 1619

LOS SOBORNOS, EN PRIMAVERA MEJOR NO.

La filosof铆a imperante entre la mayor parte de los jugadores de Machiavelli es la de gastarse todo el dinero posible en unidades. Es algo razonable. Cuantas m谩s unidades, mayor poder puede desplegar un jugador sobre el mapa. Tambi茅n est谩 el tema de la redundancia ante los golpes de la peste. Cu谩ntas m谩s unidades tengas, m谩s posibilidades hay de que quede alguna viva. Por 煤ltimo, est谩 el inevitable c谩lculo de que una unidad cuestra 3 taleros de mantenimiento cada a帽o, pero sobornarla para que se vaya a Cuenca cuesta cuatro veces m谩s. Y ya ni hablemos de si quieres que se una a tu bando.


Y sin embargo, llega el momento para cualquier jugador en el que por el motivo que sea se encuentra con las arcas llenas de dinero y empieza a pensar en cuando y como hacer un soborno.


Desde Die Reichsrunde no podemos decirte cuando es mejor llevar a cabo ese soborno, pero si que podemos decirte cuando es menos beneficioso: en primavera.


El factor determinante a tener en cuenta en el turno de la primavera es que, al comienzo de verano muy probablemente golpee la peste y la situaci贸n cambie radicalmente. ¿Qu茅 pasa si tu te has gastado un dinero para que una unidad desaparezca del mapa y justo en donde estaba cae la epidemia? ¿Y una unidad que hab铆as comprado del enemigo, devorada por los bacilos? ¡Qu茅 chasco! ¿No? Pues ya sabes. Ahorrate el dinero para el verano.


Dicho esto, hay formas de minimizar el riesgo. Como echar un vistazo a las tablas de peste y ver si la zona donde esta la unidad que queremos sobornar es poco proclive a la epidemia. En cuyo caso, y si obtenemos una ventaja estrat茅gica importante, podemos considerar si vale la pena arriesgarse.


EFEM脡RIDES DEL A脩O 1619.

  • 14 de febrero: En Trujillo (Per煤), un terremoto arrasa la ciudad y alrededores. La ciudad tiene que ser reconstruida por completo.
  • 13 de mayo: En La Haya, el estadista Johan van Oldenbarnevelt es ejecutado tras ser sentenciado por traici贸n.

  • 28 de agosto: Fernando II es elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germ谩nico.

  • 10 de noviembre: Ren茅 Descartes tiene el sue帽o que inspira sus Meditaciones metaf铆sicas.

  • 4 de diciembre: En Virginia desembarcan 38 colonos de Berkely Parish (Inglaterra) y dan gracias a Dios. Es considerado el primer D铆a de Acci贸n de Gracias.


BIOGRAF脥AS

HOY: EMPERADOR FERNANDO II. LA POL脥TICA DESDE EL CONFESIONARIO.

El personaje del que vamos a hablar hoy naci贸 en 1578 y para cuando tuvo lugar la defenestraci贸n de Praga (la tercera, la buena) ya ten铆a 40 a帽os y cierta experiencia en temas de pol铆tica y gobierno pues el bueno de Fernando (Ferdie para los amigos) era miembro de la familia Habsburgo.


Hasta este punto conviene entender a los Habsburgo m谩s como un consorcio familiar que como una dinast铆a propiamente dicha. El abuelo de Ferdie hab铆a sido Emperador del Sacro Imperio, pero su padre no. En cambio, si lo fueron sus t铆os Mat铆as y Rudolf. ¿Quiere esto decir que Ferdie se qued贸 sin nada? Pues no. Si eras Habsburgo te colocaban en un puestecito si o si. Y as铆 fue como Ferdie acabo gobernando una serie de provincias propiedad de su familia que le correspond铆an por el lado de su padre.


Aqu铆 Ferdie con una tarta contessa alrededor del cuello.

 Una de estas provincias era Estiria. A estas alturas el acuerdo que hab铆a puesto fin a las guerras de Religi贸n en el Sacro Imperio durante el siglo XVI (aquel por el que seg煤n fuera la religi贸n del gobernante, sus s煤bditos ten铆an que adoptar esa religi贸n o pirarse) se hab铆a mostrado como lo que era: un apa帽o de bragas. Como consecuencia de ello, en Estiria hab铆a una nutrida poblaci贸n protestante, mientras que Ferdie era hipercat贸lico. Esto no pod铆a quedar as铆. A lo largo de a帽os de gobierno Ferdie logr贸 expulsar o convertir a los herejes en Estiria mediante el h谩bil procedimiento de hacerles la vida imposible (quitarles de cargos p煤blicos, cargarles de impuestos, registros domiciliarios, autoridades chulescas, … todo el repertorio).


En general todos los gobernantes de esta 茅poca eran personas religiosas. Donde empezaba la religi贸n y donde la pol铆tica no quedaba claro. Pero el caso de Ferdie es especial porque, al menos seg煤n la opini贸n de sus contempor谩neos, 茅l era una persona de poco car谩cter muy influenciable por quien tuviera cerca. Y aqu铆 entra el confesor de palacio, que estaba a disposici贸n del gobernante cat贸lico de turno para perdonarle sus pecadillos y – de paso – aprovechar el acceso exclusivo que ten铆an a esta persona poderosa para darle algunos consejillos. Si a esto a帽adimos que varios de los confesores de Ferdie eran jesuitas, el arqueo de cejas es de esc谩ndalo. Esto es algo a tener en cuenta en todo lo que el bueno de Fernando hizo durante su carrera.


El caso es que para 1618 Estiria estaba libre de protestantes y Mat铆as, el t铆o de Ferdie estaba cada vez peor de salud. Por lo que reunieron a las cortes de Bohemia para que Mat铆as cediese la corona de Bohemia a Ferdie. A los notables bohemios (muchos de ellos protestantes) no les gustaba Ferdie un pijo, pero le eligieron como rey igualmente a falta de otro candidato. Pronto Ferdie comenz贸 a hacer de las suyas y a favorecer a los cat贸licos de la regi贸n y ¡zas! ¡bum! Defenestraci贸n al canto y ya tenemos el l铆o montao.


Al a帽o siguiente muri贸 Mat铆as y Ferdie se present贸 como candidato a Emperador. De nuevo no le ca铆a bien a nadie, y de nuevo fue escogido a falta de otro candidato mejor. El caso es que poco despu茅s de la elecci贸n de emperador lleg贸 la noticia de que los notables bohemios hab铆an escogido a Fede del Palatinado como su rey. A Ferdie le crec铆an los enanos. Un ej茅rcito mercenario al mando de un tal Mansfeld se uni贸 a los insurrectos, lo mismo que el h煤ngaro calvinista Bethlen Gabor. Los propios bohemios acechaban Viena. Se le mor铆a su hijo mayor. Todo era una mierda.



Aqu铆 dos retratos de Ferdie. El de arriba con su primera mujer, el de abajo con la segunda. Entre ambos hay 20 a帽os de diferencia y se aprecia bastante que al emperador no le pasaban los a帽os en balde (esta bastante m谩s gordo en el segundo retrato).


 Lo peor de todo era que el cabeza de la familia Habsburgo no ten铆a recursos propios para repeler las invasiones y aplastar las rebeliones. Las posesiones familiares estaban repartidas entre diversos parientes que hac铆an cada uno lo suyo, y mientras tanto la casa sin barrer. Pero a pesar de todo Fernando II logr贸 salir adelante como hizo en otras ocasiones a lo largo de su carrera: encontrando a otro que le hiciera el trabajo sucio.


Hay que reconocer que, para ser alguien de quien se pensaba que era manipulable, Fernando fue siempre muy h谩bil a la hora de conseguir que grupos dispares se pusieran de su parte, cada uno esperando obtener una ganancia particular. En el caso de la rebeli贸n bohemia logr贸 el apoyo del elector de Sajonia (que era protestante) y del cat贸lico Maximiliano de Baviera y su ej茅rcito comandado por Tilly. Con este 煤ltimo logr贸 echar a gorrazos de Bohemia a Fede en 1620, tras lo cual volvi贸 a sus movidas cat贸licas y someti贸 a Bohemia de tal forma que ser铆a Habsburgo y cat贸lica durante los siguientes 300 a帽os.


El problema es que acab贸 endeudado tremendamente con Maximiliano, y para cuadrarle las cuentas tuvo que despojar a Fede del Palatinado de sus tierras y su privilegio electoral para d谩rselos al b谩varo. Esto sent贸 muy mal a los nobles del Sacro Imperio. Una cosa es que Ferdie expropiara tierras a la baja nobleza y plebe protestantes. Lo de despojar a uno de los grandes les afectaba personalmente.


Su soluci贸n fue recurrir al noble bohemio Wallenstein, que se hab铆a hecho riqu铆simo gracias a las expropiaciones a los protestantes y pudo ofrecer un ej茅rcito aprovisionado y bien preparado. Pero esto a su vez le convirti贸 en acreedor de Ferdie, que ahora qued贸 sometido a los designios de este general de Aliexpress. ¡Pobre Fernando! ¡Es que era desvestir un santo para vestir a otro!


Mientras todo esto suced铆a, se preocup贸 de concentrar el control de las propiedades de los Habsburgo en el cabeza de familia – 茅l mismo – y no tanto en manos de una larga lista de parientes, como hab铆a sucedido hasta entonces. No solucion贸 sus problemas m谩s inmediatos, pero sent贸 las bases que permitieron a Austria mantenerse como potencia de primer orden en el siglo XVIII.


Y adem谩s, a pesar de sus problemas con aliados y generales, para 1630 era pr谩cticamente amo y se帽or del Sacro Imperio, hasta el punto en que se sinti贸 con 谩nimo para proclamar un Edicto de Restituci贸n por el que se devolv铆an a la iglesia cat贸lica las propiedades que se le hab铆an arrebatado desde 1624. Ya sab茅is que en la iglesia cat贸lica el camino a la salvaci贸n del alma pasa por el registro de la propiedad. Ah铆 su fe le hizo pillarse los dedos, porque el edicto sirvi贸 para que el descontento prosiguiera entre los nobles protestantes, lo cual sirvi贸 de tarjeta de invitaci贸n para potencias extranjeras como Suecia y Francia, lo que ampli贸 la escala de un conflicto que Ferdie pensaba que ya ten铆a resuelto.

Aqu铆 Ferdie ech谩ndose una siesta.


 A pesar de lo cual volvi贸 a capear de nuevo la tormenta y vivi贸 lo suficiente como para ver la causa protestante derrotada de nuevo en N枚rdlingen. Falleci贸 en 1637 pensando que lo hab铆a dejado todo atado, y bien atado.


Se equivocaba. Y as铆 nos dej贸 un hombre con claros y oscuros, con puntos flacos y puntos fuertes, y al que le gustaba llevar una mesa camilla alrededor del cuello. Esto lo s茅 por los cuadros que han pintado de 茅l.




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